Comentario: Dentro del ciclo Emociona!!!Jazz, la cantante Abbey Lincoln ofreció en la noche del 12 de Noviembre un concierto acompañado por un trío de piano, contrabajo y batería. El lugar fue el antiguo hospital de San Carlos.

Lo malo de estos conciertos es que no dejan mucho que decir. Abbey Lincoln tiene tablas y recursos sobrados e hizo lo que ha hecho en los últimos cincuenta años: cantar y cantar bien. Pero nos dejó con la sensación de que podía hacer mucho más. Estuvo acompañada por un trío en el que todos podrían ser sus hijos. Entre ellos  destacó el pianista, Marc Cary, que la arropó perfectamente en esos dulces momentos de swing que la Lincoln nos regaló. El batería y el contrabajo fueron más discretos, pero proporcionaron el apoyo básico para que el concierto llegara a buen puerto.

No hubo sorpresas en un guión previsible: un Skylark sin sosiego sirvió de presentación y para calentar la voz y alguna canción de su último disco. Perdió un poco los papeles con un Somos Novios que dedicó a la galería en el que no supo aguantar la tensión.

La actuación fue bonita, amable, con la cantante oscilando entre la ironía y el descaro, aunque sin perder nunca una pose elegante en su atuendo negro. Pero todo se quedó ahí: muy cool, muy cool, pero poca emoción y poco o ningún riesgo. Música para congreso de médicos. Pero el público quedó contento.

José-Luis Albertos