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DAVE HOLLAND QUINTET

23 FESTIVAL JAZZ TERRASSA



Fotografías: Tomajazz ©Bernat Comerma, 2004

  • Fecha: 27 de Marzo de 2004
  • Lugar: Nova Jazz Cava (Terrassa)
  • Hora: 22 H
  • Asistencia: Lleno (unas 500 personas según percepción visual)

  • Componentes:
     Dave Holland (contrabajo)
    Robin Eubanks (trombón de varas)
    Chris Potter (saxo Tenor)
    Steve Nelson (vibráfono)
    Nate Smith (batería)

  • Comentario: El penúltimo día del festival de Jazz de Terrassa había mucha expectación por este concierto. Los espectadores abarrotaban la empequeñecida sala de conciertos. Dave Holland y su banda, acudían a Terrassa precedidos de un enorme éxito cosechado por su último doble álbum directo: “Extended play. Live at Birdland”, que ha recibido elogios de crítica y público, y fue este disco el que presentaron en Terrassa.

    No se podía esperar menos. Cumplieron todas las expectativas, con creces. Entusiasmaron a los asistentes que respondieron con apasionadas muestras de agradecimiento espontáneo. Los músicos demostraron su buen hacer y su maestría en todo momento, haciendo del concierto un tour de force, envolviendo al respetable con una fuerza arrolladora.

    El concierto se dividió en dos sets de algo más de una hora cada uno, con un intermedio de unos 10 minutos. En cada set tocaron unos 5 temas. En los solos cada músico se explayaba a sus anchas, tenían plena libertad. El repertorio abarcaba las últimas composiciones del grupo, recogidas en los álbumes “Dream of the Elder”, “Prime Directive” y “Points of View”, y ¡que repertorio! Quizás las piezas más destacables de esos discos y alguna nueva: “Looking up”, “The Balance”, “Claressence”, “Make Believe”, “Candelight Vigil” (lo dedicaron en memoria de las víctimas del reciente atentado en Madrid) “Vicissitudes”, “Jugglers Parade”.

    Holland estaba pletórico de facultades y su cara mostraba satisfacción por el trabajo de todo el quinteto. Presentaba a la banda y cada tema. Tocaba con soltura y determinación. Su experiencia es un grado que asume a la perfección, como un destilado que con los años va mejorando y ganando cuerpo.

    La gran técnica de cada músico, no enfriaba su mensaje. El sonido era limpio y directo, con virtuosismo pero sin florituras gratuitas, ni enredos. Todos los músicos tenían una gran capacidad expresiva con sus instrumentos.

    Antes del concierto, el interrogante lo puso la sustitución del batería Billy Kilson, que había dejado patente altas cotas de calidad musical en algunos de los mencionados discos. Dave Holland, como otros maestros, también lleva a cabo el descubrimiento de nuevas promesas musicales. Para este concierto, se contaba a la batería con Nate Smith, y realmente nunca quedó rezagado respecto al grupo. De toque muy enérgico, contundente (llegó incluso a partir la punta de una baqueta que salió disparada), eficaz y respetuoso con sus colegas.

    Durante el solicitadísimo bis, Robin Eubanks y Chris Potter hicieron un dúo los dos solos tocando simultáneamente, al que luego se añadió Holland, y más tarde el resto de la banda, retomando el estribillo del tema. El concierto había alcanzado su cenit, provocando una explosión de júbilo en el público que vitoreaba a los músicos y les aplaudía encarecidamente.

    Vini, Vidi, Vinci.

    Bernat Comerma

   
       

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