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JOHN ZORN "ELECTRIC MASADA"
  • Fecha: 24/04/2004
  • Lugar: Palacio de Congresos de A Coruña
    IX Ciclo Jazz Fundación Pedro Barrié de la Maza
  • Asistencia: Lleno

  • Componentes: John Zorn (saxo), Marc Ribot (guitarra), Jamie Saft (teclados), Ikue Mori (samplers), Trevor Dunn (bajo), Cyro Baptista (percusión), Kenny Wollesen (batería), Joey Baron (batería)

  • Comentario: Era la segunda vez que el que firma esta crónica asiste a un concierto de John Zorn. En la primera ocasión asistí a un concierto de Masada y la impresión fue mayúscula. A partir de ese momento Zorn pasó a ser uno de los fijos en mis preferencias después de un concierto inolvidable.

    Por eso cuando me enteré que con su grupo Electric Masada venía a mi ciudad temí que las altas expectativas que tenía se vieran algo defraudadas. Los resultados no podrían haber sido más distintos. Si lo de Masada fue para mí histórico, para el concierto de Electric Masada no hay palabras. Tiene Zorn en mí un fanático para toda la vida.

    La formación con la que acudió al concierto fue un septeto formado por Ikue Mori a los samplers (realmente una computadora, laptop, citó el propio Zorn), Trevor Dunn al bajo eléctrico, Jaime Saft a los teclados, Marc Ribot  a la guitarra eléctrica, un dúo de baterías formado por Joey Baron y Kenny Wolleson, y a la percusión Cyro Baptista, además del propio Zorn al saxo alto y la conducción del grupo.

    El material que tocaron estaba basado en temas del songbook de Masada, pero hasta ahí, ya que luego la transfiguración que sufría alguno de los temas lo hacía absolutamente irreconocible.

    A partir de ese material base se producían mezclas de todo el universo Zorn. En muchos momentos del concierto el ensemble era dirigido como si de un Cobra se tratase, con solos de milisegundos, dúos, tríos, dividiendo al grupo en distintos grupos, normalmente siempre relacionando a los instrumentos en grupos. Uno de los más interesantes fue el formado por Mori-Baptista. En otros momentos la intensidad que proporcionaban los tres percusionistas era tan elevada que parecían una mezcla de Painkiller o Naked City.  Mientras que en los temas lentos el espíritu del Bar Kokhba se mezclaba con los momentos más tranquilos de su cuarteto Masada. En resumen, desde el más absoluto de los ruidos, hasta el momento más reposado, una absoluta telaraña de sonidos. Otra cosa que me gustaría señalar es que Zorn fue el músico menos participativo pero estuvo dirigiendo al grupo en todo momento señalando cuando empezaba y cuando terminaba un solo, o eligiendo un determinado acompañamiento o textura para cada momento.

    En el plano individual, Mori pasó un tanto desapercibida un tanto por el tremendo volumen que generaban las dos baterías. En los momentos más reposados sus aportaciones fueron de lo más sutiles. Dunn acompañó en todo momento con gran solidez. Jaime Saft fue uno de los destacados de la noche, extrajo unos sonidos increíbles a su teclado, en una sonoridad muy similar a la que tenían Hancock o Corea en los grupos setenteros de Miles Davis. Los percusionistas estuvieron al nivel que cabía esperar de ellos, es decir altísimo, en especial me gustaría mencionar al “grandísimo” Baptista, que estuvo apabullante. Sólo con escuchar lo que hacía con un simple triangulo en el ultimo de los temas ya tendría una mención de honor. Y para finalizar un impresionante Ribot con un solo de guitarra ruidosa en uno de los temas que fue la única mención individual que tuvo Zorn a lo largo del concierto.

    Los músicos lo pasaron muy bien, con un gran ambiente de risas entre ellos, hicieron dos bises, para tocar una hora y tres cuartos que a la mayor parte del público (muy entregado desde el principio) le supo a poco.

    Joaquín Villaverde Martínez (Texto y fotografía)