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TOMASZ STANKO QUARTET

IX Jornadas de Jazz de la Universidad Politécnica de Madrid


  • Fecha: 8 de mayo de 2004
  • Lugar: Auditorio José María Cagigal del INEF, Madrid
  • Hora: 20:30 horas
  • Asistencia: dos tercios de entrada.
  • Componentes:
    Tomasz Stanko: trompeta
    Marcin Wasilewski: piano
    Slawomir Kurkiewicz: contrabajo
    Michal Miskiewicz: batería

 
  
  

 

  • Comentario: A ver, me he dicho que no voy a caer en los tópicos: Tomasz Stanko es polaco y graba para ECM, así que tengo que evitar la coletilla de “música fría y sonido ECM”.

    Bien.

    Empecemos.

    Stanko, veterano trompetista polaco, se presentó en Madrid acompañado de tres jóvenes compatriotas con los que ha grabado sus dos últimos discos, “Soul of Things” y el recién publicado “Suspended Night”.

    Desde principios de los años sesenta, Stanko ha desarrollado un jazz que los anglófonos llaman “in and out”, dentro y fuera, con un pie en la tradición y otro en la vanguardia, algo bastante generalizado entre los músicos polacos que surgieron en los años sesenta, como Krzysztof Komeda (del que Stanko fue uno de los colaboradores fijos), Adam Makowicz o Zbigniew Seifert. En el currículo de Stanko destacan colaboraciones con Edward Vesala (por ejemplo en el maravilloso “Satu”), la big band de Cecil Taylor o la Globe Unity Orchestra.

    Con su cuarteto actual, Stanko ha dejado de lado el fuego de la vanguardia para orientarse hacia una música con una fuerte carga lírica y melódica, en la que predominan los tempos lentos y medios. En estudio la cosa funciona bastante bien y, tanto “Soul of Things” como “Suspended Night”, son obras interesantes, disfrutables en la “intimidad del hogar”, en las que se desarrollan unas variaciones de un mismo tema, exploradas desde diferentes ángulos sin caer en la monotonía.

    Por desgracia, en el concierto de Madrid, el cuarteto interpretó el material de “Suspended Night” con el mismo enfoque que en estudio y la monotonía se hizo sentir en muchos momentos. Cada composición se parecía a la anterior pero la repetición sobre todo se debió a la semejanza de ambientes sonoros y de tempos.

    Stanko siempre ha sido un trompetista eminentemente lírico, con un sonido frágil pero en Madrid pareció estar ya falto de fuelle o tal vez tener un mal día. Durante la mayor parte del tiempo exploró el registro medio de su instrumento, alternando frases breves, a modo de pinceladas sueltas, con otras largas. Pero por momentos patinó de forma bastante patente y para contrarrestarlo, echó mano de andanadas intensas en sobreagudo, un recurso un tanto efectista que al menos conseguía acelerar la sección rítmica y poner un poco de pimienta, aunque de forma demasiado pasajera.

    Los jóvenes acompañantes de Stanko demostraron ser buenos músicos, aplicados, demasiado tal vez, en exceso respetuosos de su veterano jefe. Tan sólo Marcin Wasilewski se salió un poco del guión preestablecido y dejó algunas muestras de la “rebeldía” y la “fogosidad” que se le supone a la juventud.

    Fue en definitiva un concierto un tanto plano, falto de emoción, frí... ejem, una música un tanto distante, de un músico que graba para ECM, con ese sonido... ejem, ya me callo.

    Diego Sánchez Cascado