VÍCTOR DE DIEGO

  • Título: Iratxo

  • Sello: Satchmo Records

  • Año: 2002

  • ¿Cómo conseguirlo?:
    Por internet: www.satchmojazz.com
                           www.victordediego.com

  • Componentes:
    Víctor de Diego (saxo tenor y soprano)
    Rai Ferrer (contrabajo)
    David Gómez (batería)
    Jordi Bonell (guitarra)


  • Títulos: Espejito mágico (mp3); Kandinsky y el ardor; Sousse; Iratxo (mp3); Cambios; Vinyes de tardor; Rockita (mp3); El paso; Escolapios, al recreo!

  • Comentario: Si el anterior trabajo de Víctor de Diego llevaba el nombre de su hija, "Amaia", éste esconde bajo "Iratxo" una cuña promocional. Iratxo nombre de un bar de Plentzia (Bizkaia), todo hay que decirlo, de un familiar del propio de Diego. En todo caso es de bien nacidos ser
    agradecidos y al ser este local el punto de arranque de los directos de este cuarteto la "promo" está más que justificada.

    Anecdotario aparte la comparación de este trabajo con los dos anteriores de Víctor ("Speak Low"- 1993 y "Amaia "-1996") supone contemplar el proceso de evolución como músico de este saxofonista bilbaino. Comenzó navegando por el mundo de los standards que entremezclados con la cosecha propia protagonizaron la segunda entrega. 
    Es ahora cuando la cosecha propia se convierte en  protagonista principal y única. Y estamos ante una  vendimia jazzística que en las guías de degustación  creativa ocupará sin lugar a dudas puesto de honor.

    La interacción entre los componentes, dada por supuesta en el mundo del jazz, es aquí absoluta. No sólo en el reparto solístico sino también en lo compositivo, lo que confiere al trabajo la cualidad de lo diverso. Quizá las personalidades diferenciadas de los cuatro se reflejan en su manera de entender el lenguaje. Personalidades que confluyen en sonidos que la estética definiría como contemporáneos. Es decir, no busquemos "swing" al uso en este trabajo. Busquemos en cambio composiciones que flirteen con los sonidos funky y rock ("Iratxo" o "Rockita"), composiciones que se muevan al fuego lento de la melancolía ("Vinyes de Tardor") o bailen a ritmos de pincelada latina ("Cambios"). Incluso encontremos la creatividad en estado puro, el juego de la improvisación sin límites ("Escolapios, al recreo!"). Y ante todo dejémonos seducir por cuatro improvisadores geniales que creen, y no es poco, en su música. Cuatro Músicos que se encuentran en un estado de madurez sonora envidiable. Lástima no apellidarse Smith...

    Carlos Pérez Cruz



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