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EMILIO MAYA Y JUAN ÁNGEL - JORGE PARDO, CARLES BENAVENT Y TINO DI GERALDO
Jazz En la Costa

  • Fecha: 16 de Julio de 2005.
  • Lugar: Parque El Majuelo (Almuñécar), Granada, España
  • Componentes:
    Emilio Maya y Juan Ángel
    Emilio Maya: guitarra.
    Juan Ángel: cantaor.
    Jorge Pardo, Carles Benavent y Tino Di Geraldo
    Jorge Pardo: Flauta y saxos.
    Carles Benavent: Bajo eléctrico.
    Tino Di Geraldo: Batería.


Emilio Maya y Juan Ángel




© Diego Ortega Alonso

  • Comentario: Había expectativas por saber si el cartel del día que el Festival de Jazz en la Costa dedicaba a la comunión entre el flamenco y el jazz, todos los músicos actuarían conjuntamente o por el contrario, el espectáculo se dividiría en dos sets independientes. Finalmente ocurrió esta segunda opción, cuando apareció en escena el guitarrista Emilio Maya, natural de Molvízar, una localidad muy cercana a Almuñécar. Este músico tiene un amplio bagaje acompañando a maestros del flamenco de la talla de Enrique y Estrella Morente, Antonio Canales o Marina Heredia, así como numerosas incursiones en el jazz junto a Jorge Pardo, Rubém Dantas o Paul Stocker, y es bastante conocido por tierras granadinas. De forma que la acogida del músico fue de todo menos fría.

    Tras un emocionante tema en solitario (con las inevitables referencias a Paco de Lucía, más aún si cabe, pensando en el trío que nos deparaba después, pertenecientes ellos al sexteto del maestro de Algeciras), el público agradeció el precioso inicio del concierto mientras aparecía en escena el cantaor granadino Juan Ángel, que sustituía a Víctor Quero, caído del cartel a última hora. Su arrojo y su forma de cantar despertaron bastantes olés entre los que se incluían alguno que otro de un servidor, que por un lado estaba disfrutando del espectáculo, y por otro, preguntándose ¿dónde está aquí el jazz?

    El primer set duró alrededor de tres cuartos de hora, y yo seguía sin encontrar el jazz en ningún sitio… Está bien que se produzcan encuentros entre diferentes estilos en un lugar tan idóneo para ello como un festival de música, pero creo que enmarcar flamenco puro en un festival de jazz lo único que hace es impedir el acceso a dichos festivales a aquellos músicos que sí hacen jazz… Los músicos flamencos ya tienen sus circuitos, FLAMENCOS, no creo que se trate de una cuestión de demagogia. Sería bueno que la organización se plantease, como sucede en otros festivales (entre ellos, el de Granada, que también organiza la Oficina Técnica de los Festivales de Jazz), la promoción de jóvenes intérpretes de jazz. Que para eso es un festival de jazz.

    Guitarrista y cantaor salieron del escenario entre vítores y aplausos de un público agradecido a su entrega, e inmediatamente después, y previa presentación, salió el trío formado por Jorge Pardo, Carles Benavent y Tino Di Geraldo.

    Desde el primer instante se podía apreciar el cariño que se tiene por las tierras granadinas a Jorge Pardo, aplaudido durante largo rato, antes de comenzar a tocar la flauta en el primer tema. Sin embargo, las mayores ovaciones no fueron para el madrileño, sino para un Carles Benavent pletórico en su uso de las armonías atípicas que le caracterizan, unidas a un virtuosismo y una entrega contagiosa, que por supuesto se agradece. Tino Di Gerlado estuvo correcto en su papel, dejando los espacios suficientes para que las melodías respiraran, mas sin dejarlas huérfanas de ritmo.

    El trío se encontraba a gusto en el escenario, y eso se notaba en el ambiente informal que mantenía Pardo entre canción y canción, bromeando con el público, mostrándose agradable y como si de una reunión de amigos se tratase. Incluso se permitió la licencia de pedir el aplauso a la granadina Chonchi, que se encontraba entre el público y que es asidua a participar en proyectos con el trío, entre los que se pueden destacar el fantástico disco junto a Chano Domínguez “10 de Paco”.

    Pero en un ámbito estrictamente musical, he de decir que a mi modesto parecer el madrileño no arriesgó en ningún momento, y su actuación se quedó en un conformismo que resulta algo decepcionante, dada la indudable capacidad de improvisación y las ganas que, por otro lado, sí que demostraba Benavent, el auténtico protagonista musical de la noche, tan original como animoso, con ese continuo ir y venir sobre la banqueta, disfrutando de sus ritmos, sin saber si cruzar la pierna, si levantarse y saltar, o si dar respingos del asiento con giros de cabeza bruscos, como si quisiera desfogar su música también con los arrebatos de su cuerpo. Y crucial fue el momento en el que interpretaron su tema “Viva Cai” que alargada durante al menos un cuarto de hora, sin duda fue la cumbre musical de la noche. El resto de temas fueron una selección de composiciones de los tres músicos, aunque se centraron principalmente en la interpretación de temas de Benavent y Pardo. No existió una selección de temas que conformaran la unidad que supone ha de ser un concierto, más bien se dedicaron a tocar un tema de uno, otro de otro…

    Por último, cuando parecía que todo estaba prácticamente acabado, el trío llamó al escenario a Emilio Maya y a Juan Ángel, y en quinteto nos hicieron disfrutar de un gran momento por medio de la interpretación de unas bulerías y unas rumbas, que terminaron de alegrar al personal allí presente, y que fue de lo mejor de la noche… No creo que un servidor fuera el único que añorara el poder haber disfrutado de un concierto con el formato con el que los cinco músicos se despedían del escenario. Sin embargo, al parecer el verdadero concierto comenzó después en algún tablao cuyo nombre y localización desconozco, pero que, según me han dicho, se prolongó hasta bien entrada la luz del día. Es en esas circunstancias donde realmente se debe de poder disfrutar de grandes músicos como Jorge Pardo y compañía, y de una velada flamenca, en palabras de un purista, como dios manda.

    Texto y fotografías por Diego Ortega Alonso.