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JAVIER VERCHER QUARTET
Festival de Jazz de Granada 2005

  • Fecha: 5 de Noviembre de 2005.
  • Lugar: Sala Secadero. Alhendín (Granada).
  • Componentes:
    Javier Vercher Saxo tenor.
    Lionel Loueke Guitarra.
    Brannen Temple Batería.
    Edwin Livingston Contrabajo.

Javier Vercher Quartet

  • Comentario: Javier Vercher estrenaba su recién adquirido Premio al Músico Revelación en la Bienal de Tete Montoliu de 2005 y lo celebraba con dos conciertos en el Festival de Jazz de Granada, en las sesiones en paralelo que el festival organiza en la Sala Secadero de Alhendín. Ambos conciertos, celebrados viernes 04 y sábado 05 de Noviembre fueron totalmente gratuitos, y la reseña que ustedes están leyendo pertenece a la del celebrado el día 05 de Noviembre.

    No queríamos perdernos la cita con Vercher y los suyos, de quienes tanto habíamos leído en Tomajazz!, de manera que en cuanto terminó el concierto de la Liberation de Haden cogimos los coches y nos fuimos para el Secadero raudos y veloces.

    Cuando llegamos nos encontramos con que ya había un aforo suficiente para convertir el lugar en sumamente acogedor. Les describo para que se hagan una idea: un antiguo secadero de tabaco de altos techos de madera y paredes huecas de ladrillo, transformado en club de jazz y asociación cultural. Allí andaban ya por entre el público los músicos apurando el último trago antes de subir a escena, de manera que tomaron posiciones sobre el escenario y el concierto comenzó en el ambiente informal del club. Javier saludó, presentó a los suyos y comenzaron el concierto con un arrollador corte.

    Dicho tema estaba enmarcado en una potente rítmica marcada por Lionel Loueke, que portaba una guitarra cuyo cuerpo se ceñía exclusivamente a los márgenes del mismo. Hacía sonar su instrumento parecido a las formas musicales que los griots africanos imprimen a sus koras, de manera hipnótica, pero marcando un acento muy groove sobre el cual Vercher improvisaba apabullante. El ritmo era perfectamente seguido por Temple y Livingston, de manera que el sonido era totalmente compacto.

    Era fácil detectar en la forma de tocar de Vercher la influencia que sobre él ha ejercido la figura de George Garzone, quizás uno de los herederos más desconocidos de la influencia coltraniana, tal vez debido a su especial interés por la docencia, apartando a un lado los menesteres más netamente interpretativos. No en vano fue profesor de Vercher en Berklee. Sin embargo, en general el público coincidía en que Loueke ejercía una labor de coliderazgo con Vercher al frente del cuarteto, porque era realmente bueno, muy bueno. Incluso en ocasiones deberíamos afirmar que el guitarrista era la cabeza de aquel cuarteto. Sin embargo, no pasaremos a generar debate a ese respecto, puesto que la calidad interpretativa respecto a cada músico no debe estar reñida con el sonido de conjunto cuando aquello que estamos presenciando es un combo tan sólido como el que tuvimos la oportunidad de presenciar aquella noche.

    Tras un segundo tema de índole similar al primero, o sea, cargado de fuerza y buen hacer, terminó el primer set y los músicos bajaron a tomarse una copa con el público. En el argot deportivo, era el momento para comentar las jugadas más interesantes del primer tiempo, y eso después de presenciar la Liberation Music Orchestra, con un ron en la mano y con la calidez de poder charlar entre amigos de buen jazz. Y de fondo, el Black Market de los Weather Report...

    El segundo set comenzó más suave, con un Vercher llorándole a la noche con su tenor mientras Loueke, Livingston y Temple le ponían color al fondo del sonido del saxo. En los sucesivos temas, Vercher se atrevió con la percusión, y en un celebrado ritmo casi M-Base, por, mientras Temple se marcaba un celebradísimo solo, los tres compañeros lanzaban hacia arriba al baterista con un ritmo repetitivo e incitador. Sin duda, el colofón a una estupenda noche de jazz que nos ofreció el festival granadino, con un concierto de categoría y unos músicos de categoría, con los cuales tuvimos la ocasión de charlar largo y tendido una vez finalizada la actuación.

    Diego Ortega Alonso