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MARIA JOÃO SPECIAL PROJECT
BIG BAND U.C.M.
Complujazz '06

  • Fecha: 14 de julio de 2006.
  • Hora: 22:00
  • Lugar: Jardines de la Universidad Complutense (Madrid)
  • Aforo: Lleno
  • Componentes:
    MARIA JOÃO SPECIAL PROJECT
    Maria João: voz.
    Mario Laginha: piano.
    Alexandre Frazão: batería.
    Yuri Daniel Souza: bajo.
    Miguel Ferreira: teclados y electrónica.
  • Comentario: Tras el fallido intento y posterior suspensión de la primera jornada de este CompluJazz ’06 debida a la fuerte tormenta, caída momentos antes de la actuación de Llibert Fortuny Electric Quintet y del posterior Randy Brecker-Bill Evans Soulbop Band, el público volvió a asistir en gran número y, con algo de recelo cada vez que miraba el cielo, deseando que esta vez si acompañara lo meteorológico.

    Con puntualidad suiza salió al escenario la animosa y joven Big Band UCM, que nos amenizó la primera parte de la velada, con temas de los Beatles, Herbie Hancock y Santana. Más de 60 minutos que hicieron disfrutar a familiares, amigos y público en general, que despidió a la orquesta con aplausos.

    Pero a quien todos querían ver, era a María João, la gran diva del jazz portugués, precedida de una gran y merecida fama de artista sin par.

    En temas como “Preto e Branco”, el comienzo se convierte en una suave brisa, para tornar en un huracán de eterna expresión infantil, que desemboca en un prodigioso dúo de Mario y Frazão al que María no es ajena –ni mucho menos– con su danza en el fondo del escenario.

    Y es que María, no es una cantante al uso, su originalidad la lleva más allá de los cánones establecidos, y su expresividad rompe moldes de sensualidad hecha poesía.

    En ocasiones parece estar poseída por un espíritu que la convierte en “médium.”

    Su voz se transforma en tonalidades de diferente procedencia, alternándose rabietas infantiles, sonidos guturales masculinos, que parecen dialogar con un alguien imaginario.

    Vive lo que hace, hace lo que vive, es una luminaria que todo lo ciega, pero con su generosidad y amor, no llega a oscurecer en momento alguno a sus músicos, a los que quiere y aprecia, e incluso piropea en su presentación al público.

    Habla de proyecto conjunto al referirse a Laginha –él compone la música y yo las letras, ¡somos una sociedad democrática!–, ¡guapo! refiriéndose a Miguel Ferreira y a Yuri Daniel Souza. De magnifico músico tilda a Alexandre Frazão.

    Y es que esta mujer, de aspecto aniñado, no es la mejor, simplemente es única, no se parece a nadie salvo así misma; enamora a aficionados y no aficionados y, su voz hipnotiza tanto como las sirenas lo hicieran con Ulises en la Odisea.

    Pero no sería justo olvidar, la no menos bella estampa pianística de Laginha, que con su interpretación poético-reflexiva, da sustento y magia, para que Maria nos envuelva con su romanticismo lírico, albergado en un rincón de su corazón.

    Silencia a los que escuchan, y hace hablar a los truenos que amenazaban con acompañar su canto profundo y sereno.

    Como tampoco hay que dejar caer en saco roto, los bellos solos de Yuri Daniel Souza al bajo, o el sobresaliente e imaginativo de Alexandre Frazão, fino y sutil con las escobillas, e inusitada potencia y control con las baquetas; ni tampoco los ambientes y atmósferas creadas por Miguel Ferreira.

    Casi 120 minutos, no parecieron suficientes, y el público quería más.

    “Un amor”, composición de María y Mario, fue el “pedacito de cielo” que sirvió de regalo final, para que la magia se perdiera como una suave lluvia de notas, en la lejanía de la noche .

    © 2006