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OREGON
Jazz en la Costa, XIX Edición. 2006

  • Fecha: 16 de julio de 2006.
  • Lugar: Parque el Majuelo. Almuñécar (Granada).
  • Componentes:
    Paul McCandless: oboe, saxo soprano y clarinete bajo
    Ralph Towner: guitarras, piano y teclados
    Glenn Moore: contrabajo
    Mark Walker: batería y percusión.

  • Comentario: El concierto de Oregon el pasado 16 de julio en el Festival de Jazz en la Costa se caracterizó por dos rasgos: perfección formal y felicidad musical. Y entiéndase por felicidad musical el hecho de que los músicos salieron al escenario con ganas de ofrecer un espectáculo en el que la alegría y las buenas vibraciones primaron como concepto fundamental en el desarrollo creativo.

    Mark Walker toca la batería intercalando las baquetas, las escobillas y sus manos para conseguir distintos matices de su instrumento, que cuadran perfectamente con la suavidad de la melodía general. Los solos de guitarra de Towner se intercalan con una percusión con aires unas veces latinos, otras veces con planteamientos orientales, para crear atmósferas muy al estilo de las que a lo largo de 30 años nos vienen ofreciendo Oregon: música que invita a correr por prados verdes o a recolectar setas alucinógenas y sentirse feliz con el entorno natural.

    El concierto estuvo centrado principalmente en el repertorio del nuevo álbum de la banda, Prime, que continúa con una línea basada en las guitarras de Towner y en la dulzura del sonido de McCandless, apoyado, cómo no, en la gran figura del contrabajo que es Glenn Moore. Mark Walker en su instrumento hizo que no se echase de menos en absoluto a los anteriores percusionistas de la banda, pues cumplió perfectamente su papel.

    Desarrollos abstractos dentro de una melodía simple y alegre, que, unido a la casualidad de la celebración en Almuñécar del día del Carmen, ofreció un espectáculo de fuegos artificiales y cohetes que el grupo no dudó en utilizar dentro de sus parámetros musicales para regocijo de la audiencia, que alternaba la visualización del escenario y del cielo como si ambos formaran parte de la misma escenografía. Sin duda, un momento mágico que los músicos disfrutaron tanto o más que el público asistente, a tenor de lo que dejaban ver en sus inmensas sonrisas sobre el escenario.

    Después de este pasaje pasaron a interpretar un tema de Glenn Moore en el que McCandless se cambió del soprano al clarinete bajo, una pieza musical con un aire desenfadado mientras volvían a aparecer los cohetes en los cielos granadinos. Ralph Towner a estas alturas ya alternaba las guitarras con los teclados, arrancándoles sonidos que cuadraban con las líneas melódicas contenidas, expresadas por el conjunto, que dieron paso a un “Free Improvisation” que se tradujo como una explosión libre, llena de sonidos abstractos encabezados por un Towner en estado de gracia realizando una exhibición de música del mundo, con ritmos que invitan ora al movimiento corporal, ora a la meditación trascendental, música que se modula en función del lugar donde se escucha, y en el parque el Majuelo sonó realmente de maravilla.

    Sin duda un concierto hecho a la medida del lugar y del festival, que el público asistente celebró con el grupo haciéndole salir dos veces más al escenario.

    Texto © 2006 Diego Ortega Alonso
    Fotos © 2006 Toñi González Gallardo