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CASSANDRA WILSON + LEKAN BABALOLA
38º Festival Internacional de Jazz de Barcelona

  • Fecha: 8 de noviembre de 2006.
  • Lugar: Palau de la Música, Barcelona.
  • Componentes:
    Cassandra Wilson: voz.
    Rhoda Richmon y Federico Peña: teclados.
    Norris Jones: guitarra.
    Grégorie Maret: armónica.
    Reginald Veal: contrabajo.
    Gene Lake: batería.
  • Comentario: Con gran expectación se esperaba la visita de quien se puede considerar la mejor voz negra femenina del jazz actual, máxime cuando en su anterior visita al Festival de Jazz de Barcelona había dejado tan buen recuerdo entre los aficionados.Pero el concierto que Cassandra Wilson ofreció en el presente Festival quedará más para el olvido que para el recuerdo.

    El concierto ofrecido por la cantante de Mississippi estuvo más cerca de la apatía y de la indolencia que de la brillantez, y no por la falta de calidad de la cantante, sino del planteamiento con que se llevó a cabo.

    Wilson dio la impresión de llevar el concierto a “media velocidad” y tan sólo en contados temas se pudo apreciar las excepcionales facultades de la cantante, como en la revisión que llevó a cabo del celebérrimo tema de Cindy Lauper “Time After Time”, o los temas con claro gusto a blues, que dieron la justa medida de lo que puede llegar a interpretar y que, sin duda alguna, es posible encontrar en sus diversas grabaciones.Otros temas que desarrolló fueron intrascendentes y aburridos, con ciertas influencias de un pop facilón y nada interesante, que fueron resueltos más por los músicos que acompañaban a Cassandra Wilson que por la propia cantante.En ciertos momentos de la actuación se echó en falta el atrevimiento y carácter por parte de Cassandra Wilson que a buen seguro hubiese ofrecido un registro bien diferente del que brindó.

    Reseñar la extraordinaria banda de músicos que acompañó a la cantante, entre ellos el batería Gene Lake (hijo del saxofonista alto Oliver Lake), el contrabajista Reginald Veal o al armonicista Grégorie Maret.Todos ellos aportaron consistencia a la música desplegada, aunque no se pudo disfrutar del todo y en su justa medida, debido a una pésima sonorización de la banda (problema endémico y reiterado en este escenario) que comportó un sonido pastoso y muy oscuro, que hizo que a lo largo del concierto se confundiesen y se perdiesen algunos de los matices que requerían ciertos pasajes musicales.

    En definitiva, una actuación de Cassandra Wilson que dejó un sabor agridulce y de la cual esperamos resarcirnos en una próxima visita.

    © 2006, Juan Carlos Abelenda