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(((POWERHOUSE SOUND)))

  • Fecha: 13 de mayo de 2007.
  • Hora: 20:30
  • Aforo: casi completo
  • Lugar: BeBop, San Sebastián (Guipuzcoa).
  • Componentes:
    Ken Vandermark: saxo tenor.
    Jeff Parker: guitarra eléctrica, efectos de sonido.
    Nate McBride: bajo, efectos de sonido.
    John Herndon: batería.

  • Comentario: Por fortuna para quienes seguimos su carrera, desde hace no demasiado tiempo resultan más o menos frecuentes las visitas de Ken Vandermark a nuestro país con sus múltiples proyectos. En mayo de 2007 y coincidiendo con la gira que le ha llevado por toda Europa, han sido tres las citas con los aficionados españoles. Acompañado por su viejo colega el bajista Nate McBride (Bridge 61, Spaceways Inc., Gambit), el guitarrista Jeff Parker y el batería John Herndon (integrantes ambos del grupo de post-rock Tortoise) el músico residente en Chicago ha presentado (((Powerhouse Sound))), un proyecto que partiendo del jazz realiza un acercamiento a territorios del rock de un modo más acentuado que en otros proyectos.

    Recorriendo parte del repertorio del doble compacto Breaks: Oslo / Chicago (Atavistic - Green Ufos, 2007) el cuarteto demostró que en sus manos las composiciones de Vandermark tienen vida propia. En el concierto de San Sebastián el grupo acentuó si cabe el lado rock de los temas en base al volumen del sonido y a un punto adicional de velocidad en la ejecución respecto de los temas recogidos en la citada grabación. Un volumen sonoro que aunque elevado y más propio de un concierto de rock, permitió disfrutar con total claridad del trabajo individual de cada uno de los músicos. Con total naturalidad y sin solución de continuidad, repartiendo su actuación en dos sets de 45 minutos cada uno, el cuarteto fue desgranando una música en la que recogen elementos de free, jazz, rock, dub, funk y post-rock. El saxofonista y el guitarrista estuvieron especialmente brillantes. Soberbio Vandermark al tenor; Parker demostró que es un todo terreno capaz de adentrarse tanto por terrenos jazzísticos como en entornos propios del rock experimental. Nate McBride y John Herndon apenas tuvieron espacio para su lucimiento en forma de solos, aunque suficiente trabajo tuvieron con mantener el entramado rítmico del grupo. A pesar de ello el batería mostró su tremenda pegada, con una energía propia de propuestas rockeras, mientras que McBride tuvo la oportunidad de experimentar con la pedalera que llevaba acoplada a su bajo eléctrico. De cualquier manera y por encima de sus habilidades individuales el grupo demostró una conjunción que hace que funcione como una máquina perfectamente engrasada. Así fueron desgranando pequeñas joyas como “New Dirt”, “Coxsonne”, “Shocklee” o especialmente “2-1-75”, responsables de hacer vibrar a casi todo el público allí reunido. Música directa y sin complejos y que con un poco de fortuna es posible que logre traspasar la barrera del público exclusivamente jazzístico.

    Texto y fotos © 2007