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JOACHIM KÜHN POISON TRIO
II Festival Internacional de Jazz de Fuenlabrada 2007

  • Fecha: 10 de junio de 2007. 20:30 horas
  • Lugar: Teatro Tomás y Valiente de Fuenlabrada
  • Componentes:
    Joachim Kühn: piano
    Jean-Paul Céléa: contrabajo
    Wolfgang Reisinger: batería
  • Comentario: Hay músicos que tienen un don o facultad para hacer sencillo lo complicado y este es el caso de Joachim Kühn, que desarrolló el concierto por caminos sinuosos y complejos, dando, no obstante, sensación de sencillez.

    El trío de Joachim Kühn siente, piensa e interpreta como europeo y muestra una precisión matemática que se frena o acelera según el momento; se apoya en una gran técnica, tanto individual como colectiva, que lleva a sus integrantes a obtener un sonido fluido, cohesionado y contundente, lo que vuelve fáciles y naturales los numerosos cambios de ritmo.

    Son tres músicos que tocan al unísono, tres focos de sonido que conforman un todo, lo que les obliga a escucharse entre sí y, a su vez, lleva al público a mostrar una atención máxima, exigiendo un esfuerzo de entendimiento y pasiva participación ante lo que se les ofrece.

    Tres músicos uniformados de tonos gris a los que supo entender perfectamente el encargado de la luminotecnia, enfocando a cado uno o a todos con gran acierto.

    Joachim Kühn tiene la costumbre de incluir en sus actuaciones un tema interpretado a saxo alto, para dar descanso al piano y ofrecer mayor variedad y colorido a sus actuaciones. Empezó a capella con un sonido discursivo, seco y a veces sucio, para luego dar entrada al resto del trío que mostró toda una gama de improvisaciones que terminaron por acallar el saxo para entablar una animada conversación entre el contrabajo de Jean-Paul Céléa y Wolfgang Reisinger y su colorista batería, que incluía todo tipo de baquetas, blandas o duras, y escobillas.

    Y aunque la improvisación es un elemento importante en los conciertos de Joachim Kühn, no es menos cierto que todo parece estar calculado hasta el más mínimo detalle.

    Así en temas como “Salinas” -dedicado a una playa de Ibiza, donde reside actualmente- se muestra como un pianista clásico, no sólo por la interpretación apasionada y generosa, sino por la imagen de un músico que se encara con el teclado hasta el punto de acercar su abundante pelo cano sobre el mismo, dando la impresión de estar poseído por algún espíritu ancestral.

    El concierto finalizó con la misma seriedad con la que comenzó: Joachim Kühn, Jean-Paul Céléa y Wolfgang Reisinger abrazándose y saludando al agradecido público que les despidió con afecto y respeto.

    © 2007