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DAVE HOLLAND QUINTET
31º Festival de Jazz de Vitoria-Gasteiz.

  • Fecha: 20 de julio de 2007.
  • Lugar: Polideportivo de Mendizorroza (Vitoria).
  • Componentes:
    Dave Holland: contrabajo.
    Chris Potter: saxo tenor y soprano.
    Robin Eubanks: trombón.
    Steve Nelson: vibráfono y marimba.
    Nate Smith: batería.

  • Comentario: Uno no es dado a los pronunciamientos absolutos, pero si hubiera que elegir el "mejor concierto del Festival de Jazz de Vitoria" (y con permiso de los suecos e. s. t.), ése sería el del Dave Holland Quintet. La maquinaria del contrabajista británico está más engrasada que nunca tras una década de trabajo en común, la soltura con que se desenvuelven sus miembros es insultante y el público vitoriano disfrutó de lo lindo.

    "Ebb and Flow" abrió el espectáculo con improvisaciones de altísimo nivel del trombonista Robin Eubanks y del propio Dave Holland. Los aplausos comenzaron incluso antes de que el melódico solo del contrabajista acabara. Los integrantes del quinteto abordaron sus intervenciones solistas con seguridad y tranquilidad, dispuestos a enhebrar discursos de altísima cohesión estructural con total confianza en sí mismos. Si este fue el concierto del festival, el solo de la edición fue el de Chris Potter al tenor en "How's Never". Largo, intenso, lírico, sin ningún tipo de altibajos, impidiendo relajar la atención del público, se hizo acreedor a un aplauso sincero y entregado. El saxofonista de Chicago evoluciona a pasos agigantados y llegó a robar protagonismo al mismo Holland.

    "The Winding Way", composición del bajista para su proyecto ScoLoHoFo (con John Scofield, Joe Lovano y Al Foster) se adaptó como un guante al quinteto. El inglés lanzó contrapuntos polirrítmicos a su propia línea de bajo, dando sensación de ausencia de tiempo por momentos para volver a coincidir de forma precisa con su batería. Holland es capaz de improvisar contralíneas que serían difíciles de leer en partitura. En "Secret Garden" Robin Eubanks llevó su instrumento, el trombón, a sus límites. El trabajo de los solistas impresiona, pero no podemos olvidarnos de Nate Smith, culpable de que el grupo camine con solidez, espectacular y entregado al sonido global; ni del vibrafonista Steve Nelson, cuyos peculiares colchones armónicos son la base de libertad sobre la que sus compañeros se mueven como pez en el agua. Es reseñable que, siendo cinco músicos tan técnicos, no sea la técnica su cualidad más destacable. "Vicissitudes" fue el único tema no compuesto por Dave Holland. Su responsable, Chris Potter, nos regaló otra improvisación inolvidable, y lo tardío de la hora no fue óbice para que los asistentes requirieran con furor un bis, que fue "Easy Did It", en métrica de 11/4.

    El Dave Holland Quintet sigue escalando peldaños, cruzando líneas, avanzando niveles inexorablemente en busca de nuevas cimas creativas. Sus cinco músicos han evolucionado individual y colectivamente, y ya no sólo sorprende la destreza con que se desenvuelven en métricas complejas, sino el buen gusto que demuestran en sus improvisaciones. Todo un referente, un espejo donde mirarse para cualquier músico actual, esta banda ha escrito algunas de las páginas más brillantes del jazz contemporáneo. Y lo que queda.

    © 2007