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BENNY GOLSON CON EL LYNNE ARRIALE TRIO
XXIV Festival de Jazz de Madrid

  • Fecha: 22 de noviembre de 2007.
  • Lugar: Centro Cultural de la Villa (Madrid).
  • Componentes:
    Benny Golson: saxo tenor.
    Lynne Arriale: piano.
    Thomas Heidepriem: contrabajo.
    Keith Copeland: batería.
  • Comentario:
    Llegando al final de una extensa programación en el Festival Internacional de Madrid, un pedacito de historia se acercó a visitarnos: nada menos que Benny Golson, que compartió vivencias y escenarios con otros grandes como Art Blakey, Dizzy Gillespie o Tadd Dameron. Vino acompañado por el trío de la también estadounidense Lynne Arriale, que presentaba notables variaciones en su formación, pues los músicos que la han estado acompañando durante los últimos tiempos fueron reemplazados por el alemán Thomas Heidepriem y por el neoyorquino residente en Frankfurt Keith Copeland. Este cambio de trío se debió a la actuación en Alemania que tiene en su agenda también con Benny Golson.
     
    La velada dio comienzo con la salida a escena del trío y para muchos fue una sorpresa ver a la elegante dama en la formación. "Dolphin Dance" de Herbie Hancock fue la encargada de abrir  y, desde el primer momento, la gente pudo ver a una pianista sólida y eficaz en su manera de frasear. Continuaron con "Just In Time" y Heideprierm corrigió su sonido desde el cabezal dando mayor cuerpo al trío pero que se veía sobrepasado por la batería de Copeland, una Gretsch preciosa de los sesenta en la que se distinguía que alguna que otra reparación por el paso del tiempo tuvo que hacer. Después de los dos temas iniciales llegó el turno para algo de índole más íntima antes de que llegara la figura de la noche. "I Loves You Porgy" de Gershwin dio un toque sutil al trío y vimos a un Copeland mucho más eficaz en estos terrenos, mientras que Haidepriem en sus solos no llegaba a la calidad que mostraba en los acompañamientos.
     
    Pero llegó el momento estelar. El momento en el que Lynne Arriale presentó a Benny Golson, con 78 años a sus espaldas pero en un aparente buen estado de salud y muy comunicativo con el público. No obstante, en los inicios de la actuación en cuarteto, el problema fue el sonido. Por un lado Golson no optó por un micrófono de pinza para su saxo y esto hizo que tardara en acoplarse al micrófono para que el sonido saliera nítidamente. Por el otro, el volumen del piano bajó considerablemente y la batería salía demasiado a relucir. Pero esto no empañó la suavidad y el tacto a la hora de tocar el saxo de Golson. Se le vio en buena forma a pesar del paso del tiempo pero quizá algo lejano de aquella mítica época en su paso por la formación de Art Blakey. A continuación de los dos primeros temas, el segundo de ellos un rapidísimo blues de composición no muy lejana en el tiempo, llegó el momento para el recuerdo de un compañero que, tristemente, falleció en un accidente de tráfico cuando iba camino de ser uno de los más grandes: "I Remember Clifford", un homenaje en forma de balada al gran Clifford Brown y en el que Golson y su saxo se expresaron de manera brillante y el público así lo reconoció. En su diálogo con el público presentó "Whisper Not", también composición suya, con el recuerdo puesto en la época que compartió con Dizzy Gillespie en el club Storyville de Boston. Este tema a medio tiempo siguió confirmando lo que inicialmente se había observado. A una Lynne Arriale con una exquisitez tocando digna de las mejores, y una base que a veces cojeaba pero que estuvieron a un buen nivel.
     
    Un segundo bloque llegó cuando interpretaron temas que no eran composiciones de Golson. Comenzaron con "Sweet Georgia Brown" y el saxo ya estaba más que caliente. Un solo bonito y con mucho swing dio paso a un piano que recordaba a la manera que Oscar Peterson ejecutaba este tema en el mejor de sus días y Copeland hacía una de sus mejores apariciones como solista. Pero el momento cumbre de la noche llegaría cuando el cuarteto homenajeó a Coltrane con el tema que éste le dedicara a Paul Chambers: "Mr. P.C.". La ejecución a un ritmo endiablado mostró la mejor cara de todos los músicos durante la noche. El solo de Golson a lo Coltrane, en el que a veces no conseguía lo que buscaba pero que sí que hizo recordar a Coltrane, dio paso a un solo endiablado de piano en el que la artista americana volvió a lucirse y sin duda logró la ovación más destacada de la noche. Cuando le llegó el turno a Heideprierm, lo supo exprimir al máximo y en este caso sí que se mostró con una gran soltura y con una intervención que también hizo que fuera su mejor momento de la noche, como también lo fue el solo de Copeland que en esta ocasión sí que midió correctamente la intensidad y sacó a relucir lo mejor que llevaba dentro continuando el diálogo en forma de cuatros con resto del cuarteto. Al concluir, una fuerte ovación fue lo que brindó el público a los músicos aunque se quedaban con ganas de más, pues la verdad que algo breve sí fue la estancia de Golson en el escenario (en torno a la hora). El bis comenzó con otro breve solo de Copeland que no fue sino un puente para marcar un ritmo de marcha militar, para que empezaran a sonar las notas de "Blues March", una de las composiciones míticas de Golson. Los solos por parte de los miembros fueron de nuevo bastante interesantes y gustaron al público.
     
    Así pues, podemos decir que Golson pasó por la capital con ganas de hacer pasar un buen rato a la gente, aunque el paso del tiempo se notó, ofreciéndonos composiciones propias más dos clásicos del jazz. También debemos destacar a Lynne Arriale, que sorprendió a más de uno y fue de lo más destacable de la noche. Esperemos que ésta no haya sido la última visita de Benny Golson a tierras españolas así como esperamos una visita de Lynne Arriale con su propio trío.

    © 2007  Ezequiel Regidor