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BRAD MEHLDAU & JOSHUA REDMAN DUO
40 Festival Internacional de Jazz de Barcelona 2008

  • Fecha: 09 de noviembre de 2008.
  • Lugar: L´Auditori (Barcelona).
  • Componentes:
    Brad Mehldau: piano.
    Joshua Redman: saxo tenor y saxo soprano.
  • Comentario:
    Todo un lujo para el Festival de Jazz de Barcelona la actuación que en formato de dúo llevaron a cabo el pianista Brad Mehldau y el saxofonista Joshua Redman. Estos dos músicos que se conocen a la perfección (Mehldau perteneció durante un espacio muy corto de tiempo –pero fructífero– al cuarteto de Joshua Redman) ofrecieron el que se puede considerar como uno de los mejores conciertos del presente Festival. Ya han pasado muchos años desde aquellos inicios y, hoy en día, tanto Mehldau como Redman están considerados dos de las personalidades más reputadas del panorama jazzístico actual.
     
    El concierto se conformó en su mayoría de temas propios tanto del pianista como del saxofonista, así como de la interpretación de tres standards: uno de Sonny Rollins (“Sonnymoon For Two”), otro de Charlie Parker (“Donna Lee”) y el que sirvió de despedida de la velada, “Sophisticated Lady” de Duke Ellington. Tras casi dos horas se pudo comprobar cómo la idiosincrasia y personalidad de cada músico se ponía de manifiesto en cada una de las interpretaciones. Mehldau mostró unas composiciones y un estilo muy intelectual, sofisticado, con ciertas dosis de romanticismo en sus improvisaciones a piano solo y con una utilización de ambas manos sencillamente portentosa; señalar muy especialmente el manejo de la mano izquierda que sirvió para introducir y desarrollar algunas de las composiciones. Por el contrario, Joshua Redman aportó un discurso más volcánico y espectacular, y en ciertos momentos interpretaciones muy vehementes.
     
    Pero lo importante de la velada no fue comprobar las posibilidades individuales que cada músico podía demostrar por sí solo, sino la capacidad de conversación mutua en los momentos en que se produjo el “cuerpo a cuerpo” entre ambos intérpretes. En ese terreno, Mehldau ganó la partida de forma clara a Redman. Ofreció muchas ideas a su compañero para que las pudiera desarrollar, y demostró en todo momento una faceta musical rica, creativa y exigente para que fuese desplegada por Redman. El único punto negativo de la velada (si es que se puede señalar como tal) fue el excesivo uso de partituras, lo que dio cierta sensación de poca frescura en algunos momentos, así como de falta de rodaje. A pesar de lo señalado, el concierto respondió a la expectación que en torno al mismo se había creado, proporcionando una estupenda noche de jazz.

    © 2008  Juan Carlos Abelenda