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NÉSTOR MUNT & ENRIC CERVERA
Ciclo “Músiques Disperses” (Hors-série)

  • Fecha: 25 de junio de 2009.
  • Lugar: Bar Elèctric (Barcelona).
  • Componentes:
    Néstor Munt: trompeta
    Enric Cervera: contrabajo, percusión, efectos
  • Comentario:

    Hará unos dos años, Néstor Munt y Enric Cervera grababan, y poco después auto editaban, el CD No-Do, una pieza preciosa, delicada, y llena de música discreta. El disco, tal y como estaba planteado, parecía más un regalo para los amigos y aficionados que conocen y siguen la trayectoria de ambos desde hace 30 años, desde los tiempos de Blay Tritono (Munt) y Tropopausa (Cervera), aunque es cierto que para mí es más que simplemente eso. Ya entonces, después, durante estos largos años, como ahora con este No-Do, su música, como la de sus amigos y colaboradores, ha tenido un rasgo característico principal que es el de haber privilegiado la elaboración de una poética personal y entrañable por encima de otras consideraciones musicales a las que se suele dar más preponderancia. Esto no es bueno ni malo, es así.

    Pues bien, casi dos años después, como decíamos, estos dos músicos inclasificables han presentado en directo No-Do, más alguna que otra composición nueva, primero en Figueres, dentro de unas jornadas artísticas, y después y por fin, en Barcelona. Los que asistimos a este último –no muchos, se trata de una autoedición que ha tenido escasa difusión– pudimos disfrutar de temas como “Cadec”, “Mica, micae, mica”, “Suspens”, “La darbuca d’en Dalí”, “Ding Dong”, “Paul Éluard”, “Informe semanal” o “Dimanche matin”. Composiciones deliciosas, breves, y desprovistas de cualquier pretenciosidad. Cervera y Munt ofrecieron no sólo un concierto despojado y sintético, como el sonido y el sentido del disco, sino más aún. Cervera volvió a mostrar su particular imaginario musical, sustentado en una visión de la música que consiste esencialmente en extraer sonidos precisos del contrabajo y la percusión y adecuarlos, la mayor parte de las veces, mediante un multiefectos para ser relanzados finalmente con el potencial evocador de un viejo cromo de aventuras o de paseos espaciales. Por su parte, Munt tiene un toque muy personal, algo que ya mostraba en su tema “Clot 20” del disco de Blay Tritono, grabado hace más de 30 años. Su sonido es terso y reflexivo, pero su discurso es conciso y lógico, dando como resultado un toque ambivalente, entre la timidez de algunos momentos y el aplomo de otros. El programa de medios tiempos más o menos distintos del proyecto No-Do parece irle al dedillo.

    La otra noche pudimos apreciar una vez más esa particular forma de hacer las cosas que tienen algunos músicos veteranos de por aquí, aquellos que se han mantenido más en la sombra. Ese moverse a caballo entre muchas cosas, musicales y sonoras. En este dúo es fácil advertir que junto a ese impulso experimentador, que entiende la experimentación como un juego, hay amor por la música popular entendida en el sentido más amplio, desde el jazz, el rock, y otras músicas de raíz anglosajona, hasta los temas principales de viejas películas de Hollywood, o géneros más cercanos. La música de Néstor Munt y Enric Cervera me hace pensar, me hizo pensar la otra noche, en los alucinados arrebatos de regreso a la infancia de la película de Iván Zulueta Arrebato. Música que llega con discreción para transportarte –si uno quiere– a otra parte.

    Texto: © 2009  Jack Torrance