>> VOLVER A TOMAJAZZ

 
 

 

   

AGUSTÍ MARTÍNEZ
TePeKaLeSOUND 2009-2010

  • Fecha: 27 de octubre de 2009.
  • Lugar: TPK Arts Plàstiques (L’Hospitalet de Llobregat).
  • Componentes:
    Agustí Martínez: saxo alto
    Olga Ábalos: saxo alto
    Lluís Vallès: saxo barítono
    Javier García: contrabajo
    Daniel Levy: batería

  • Comentario:

    Varias cosas hacían apetecible este concierto. El quinteto que presentó Agustí Martínez era nuevo por completo. Lo había formado ex profeso pocos días antes sin más preparación. Además, y ese era un punto a tener en cuenta, Martínez pensó, acertadamente, en combinar elementos de generaciones y procedencias distintas. Ahí estaban, por un lado, el mismo Martínez, Vallès y Levy, gente experimentada, con entre 15 y 30 años de experiencia a cuestas, batidos en guisas musicales de toda índole, muchas veces alimenticias, pero siempre al pie del cañón. Del otro lado, dos músicos jóvenes, que no inexpertos, Ábalos y García, llegados a la música con la década. También hay que señalar sus distintas procedencias. En general, en los primeros se apreciaba una raigambre jazzística sólidamente establecida, clásica, pero que, como ejemplifica la carrera de Martínez, ha ido rebasando ese clasicismo hasta llegar a un punto más abierto. Por su parte, los segundos han recalado en el jazz, o en ese jazz más prospectivo, también desde rebasar, en su caso, el ámbito del rock. Y todo ello viene al caso porque lo que quiso proponer Martínez era una sesión de free jazz, no improvisación libre, o free de lo que sea, sino free jazz.

    La sesión tuvo altibajos, pero en general me gustó bastante. Me pareció excitante. Abundaron los momentos fuertes, intensos. De los cinco o seis temas que hicieron, algunos se iniciaron con ritmos boperos que progresivamente iban descuadrándose, torciéndose, separándose del tronco inicial. Levy y García estuvieron entregados y contundentes en esas partes, bien ensamblados. García me sorprendió en ese registro de corte más jazzístico. Levy estuvo seguro y sin problemas, aunque en algún momento, y eso me pasa últimamente con muchos baterías de jazz, dio algunos golpes de más. Puede que sea porque el “canon” oficial jazzístico prescribe eso, con lo que se ha perdido, o se está perdiendo, la capacidad elíptica que puede tener la percusión (sobre todo cuando no se está en un sitio para menear el esqueleto). ¿Bateristas en esa línea que apunto? Unos cuantos; por ejemplo Max Roach, que por lo visto no tiene muchos seguidores en el tiempo presente. Pero, más allá de esto, que son cosas de apreciación, la sección rítmica funcionó bien. Por su parte, los tres saxos establecieron dúos, en los que dialogaban a veces con cierta ingenuidad; tríos, en los que Martínez bocetó algunas de sus ideas orquestales; y solos, breves y concisos cada uno de ellos. Vallès también me gustó lo suyo con el barítono sobre todo en los lances más enérgicos. Con un sonido post bopero y sucio, se marcó algunos riffs cortantes. Ábalos también estuvo bien, aunque en algunos momentos parecía estar retraída, tensa, y eso siempre frena. Sin embargo, cuando esas dudas desaparecían, entonces lanzaba ideas meritorias, fuera del manual. Martínez, por su parte, mostró de vez en cuando alguna de esas líneas suyas características, también fuera de la línea general, en un lugar de nadie entre el jazz y las nuevas músicas. En fin, una sesión fuerte de músicos de aquí moviéndose fuera del estandarizado panorama jazzístico actual. Aunque fuera por una noche.

    Y esa noche, después, en casa, pensé que en cualquier otra ciudad sería raro que después de 30 años de aulas y talleres de jazz no existiera un cierto poso de free. Pero Barcelona is different. Aquí se ha emparentado el jazz con lo que haga falta, pero nunca se ha alentado el free, el tocarlo aunque sea desde esa perspectiva jazzística y bopera desde la que lo hicieron, por ejemplo, Coleman, Shepp, Bradford y Carter, etc., etc., etc., y teniendo en cuenta que tampoco es necesario verlo como un género, sino como algo connatural al jazz, como una forma de hablar dentro de ese lenguaje (se adaptó al bop, pero también a la third stream, sin ir más lejos). Una forma que implica libertad, sí, pero sobre todo riesgo y tensión, dos elementos artísticamente tan indispensables como la primera.

    Texto © 2009 Jack Torrance