>> VOLVER A TOMAJAZZ

 
 

 

   

VIJAY IYER / JUAN CAMACHO QUINTETO
“La universalidad del jazz fuente de renovación y futuro”
19º Ciclo Jazz es Primavera-II Festival Eurojazz 2011. Ellas crean

  • Fecha: 25 de marzo de 2011.
  • Lugar: C.M.U. San Juan Evangelista (Madrid).
  • Componentes:

    Vijay Iyer "piano solo"

    Vijay Iyer: piano

    Juan Camacho Quinteto

    Juan Camacho: guitarra eléctrica
    Alex Cid: saxo tenor
    Teo Gómez: piano y teclados
    Arturo Mora: bajo eléctrico y contrabajo
    Carlos Franco: batería

  • Comentario:
     

    La última vez que Vijay Iyer pisó el escenario del Johnny fue acompañando al grupo de Wadada Leo Smith hace dos años. En aquella ocasión lo pudimos ver haciendo sus aportaciones con el Fender Rhodes, pero la sólida personalidad del líder (y del conjunto) en cierta forma contribuyó a que pasara más desapercibida la calidad de este nuevo valor del piano.

    La carrera de este músico de origen indio está en continua expansión desde que se diera a conocer en los 90 con trabajos ciertamente innovadores. Actualmente mantiene un trío con Marcus Gilmore a la batería y Stephan Crump al contrabajo, con los que grabó en el 2009 Historicity, uno de los discos más aclamados en los últimos tiempos, tanto por la crítica como por el público en general. Su dilatado historial está plagado de grandes creaciones entre las que sobresalen colaboraciones con los saxofonistas Rudresh Mahanthappa y Steve Lehman (altamente recomendables estos trabajos). Como a todo gran músico, le faltaba pasar por la prueba de fuego de enfrentarse en solitario a su instrumento, algo que ha hecho grabando su primer disco a piano solo. Ya se sabe que en este caso la exigencia creativa es mayor y es ahí donde se puede apreciar la verdadera dimensión de un músico.

    Vijay Iyer superó con creces la prueba interpretando magistralmente la mayoría de los temas de su último trabajo. Llama la atención en el pianista la forma que tiene de percutir las teclas. Los sonidos empiezan a aparecer como extraídos de una caja de sorpresas y enseguida empiezan a formar combinaciones que se asemejan a un mantra, a música repetitiva e incluso a cierto minimalismo. A veces hay que hacer verdaderos esfuerzos para poder identificar algunas piezas, como así sucedió con la primera parte de la versión que realizó de “Epistrophy” de Thelonious Monk.

    Iyer construye y reinterpreta abriendo vías por las que penetra con elegancia y buen hacer. Cuando consigue su máxima expresividad se sumerge en diversos paisajes sonoros, en los que ya se impone la improvisación. Puede evolucionar de momentos complejos, casi caóticos, a otros más simples, tejiendo los temas como si fuesen telas de araña que poco a poco van atrapando el oído hasta que consigue crear la tensión adecuada. A lo largo del recital no le faltó espontaneidad. Hubo guiños constantes a clásicos pianistas como Sun Ra, Monk, Cecil Taylor o Muhal Richard Adams. Las sensaciones que se viven con Vijay Iyer pueden parecer un tanto vertiginosas en algún momento, pero son sensaciones verdaderas que saben transmitir la verdadera esencia de la música. Una introducción lenta y los temas, poco a poco a poco, van ganando cuerpo. A la manera de una composición poética, el autor nos brinda unos primeros apuntes y después un desarrollo que no sabemos a dónde nos va a trasladar: como un árbol que va poblándose de hojas, imposibles de abarcar.

    Con “Darn That Dream”, uno de los standards más reconocibles de la noche, prevalecen los tonos graves y el dominio de la mano izquierda hace auténticas maravillas. En esta versión el pianista acorta y alarga el tema cuando quiere. Tras la calma de un clásico, enseguida suenan las notas de menos a más de “Giant Steps” de John Coltrane, que acomete con valentía y originalidad.

    “One For Blount”, compuesta por Iyer, es envolvente y llena de colorido, un homenaje a Sun Ra de “Friendly Galaxy”. La interpretación de “Black & Tan Fantasy de Ellington” fue uno de los momentos estelares de la noche. Y en sus particulares homenajes, la pieza “Human Nature”, que popularizó Michel Jackson, se convirtió en una nueva reinvención.

    Vijay Iyer domina todos los estilos en el jazz y ha hecho una lectura perfecta de los clásicos que más le han influenciado. En sus conciertos demuestra que ha aprendido muy bien la lección. Pero a pesar de mostrar un cierto academicismo, no hay signos miméticos de otros músicos. A veces puede adentrarse por sendas abstractas y hacer un jazz más intelectual, pero también cuenta con una faceta llena de sonidos más directos, menos rebuscados y más próximos a los cánones clásicos. Su actuación hizo diana en el público, hasta el punto que tuvo que interpretar dos temas más para finalizar la actuación y el respetable le premió sus gestos con creces.

    Siempre es de agradecer que en la programación del San Juan tengan cabida los músicos nacionales. Y una buena oportunidad para apreciarlo fue la presentación del quinteto del guitarrista Juan Camacho. Con cuatro discos a sus espaldas y un amplio bagaje de actuaciones, el grupo demostró que cuenta con un gran rodaje y experiencia a raudales. Es un quinteto muy equilibrado, en el que sus integrantes cuentan con grandes márgenes para poder explayarse. El quinteto se encuentra inmerso en plena preparación del que será su quinto trabajo, tras el buen resultado de La estrategia del tiempo, disco en que Juan Camacho demostró que es un gran compositor y sobre todo creador de nuevas líneas de investigación musical, en donde prima la exigencia por ofrecer una música de calidad.

    Las piezas están bien trabajadas y el sonido suena espontáneo, con intervalos en los que se alterna el protagonismo de los músicos, bien dirigidos por Camacho. Así, en la pieza que inauguró el concierto, un solo del guitarrista da paso al grupo y éste enseguida cede el testigo al pianista Teo Gómez, para que se alternen en un dúo de bella factura el guitarrista y el saxofonista. El tema suena con fuerza (“La furia del artesano”) y tiene un buen desarrollo. En la segunda composición de nuevo hay buenas alternancias y combinaciones, con una convincente exposición de la sección rítmica. Es entonces cuando Juan Camacho adquiere un mayor protagonismo en una pieza que mantiene la riqueza sonora y el colorido.

    En su “viaje artesanal” hubo piezas de carácter muy alegre con buenas intervenciones del saxofonista Alex Cid y otras de corte más intimistas, en las que Teo Gómez demostró sus buenas maneras al piano. A modo de calypso empezó un nuevo tema en el que Juan Camacho demostró ser un guitarrista original y de registros variados. A su lado tuvo lugar un solo del saxofonista acompañado por el batería que llamó poderosamente la atención.

    Uno de los mejores temas de la noche, con un gran solo del contrabajista Arturo Mora, fue “La memoria de las hojas de la calle ochenta”. Es una composición de Camacho con amplio margen para que los músicos se luzcan con la sección rítmica y el saxo brillando a gran altura. La última pieza “¿Qué hacer?”, supuso un nuevo lucimiento de la guitarra de Juan Camacho con la rítmica a todo meter, en una pieza muy bien lograda que puso el broche final a esta presentación en el San Juan Evangelista de un quinteto muy a tener en cuenta en el panorama del jazz nacional.


    Texto © 2011 Carlos Lara
    Fotos © 2011 Sergio Cabanillas