MARKUS BREUSS

Slow & Hard / 7 p m eastern wartime / Concert for Kowald

Tsukiko Amakawa – Markus Breuss

"Slow & Hard"

  • Markus Breuss: tp, flh, korg ms-20, eventide H-3000

  • Tsukiko Amakawa: p

(doronko records)

Markus Breuss – Tsukiko Amakawa

"7 p m eastern wartime"

  • Markus Breuss: tp, flh, tec, didg, korg, radio, perc, juguetes, aeroplano superconstellation...

  • Tsukiko Amakawa: p, tec, perc

(doronko records)

Breuss – Arrizabalaga Quintet

"Concert for Kowald"

  • Markus Breuss: tp, flh, didg, perc

  • Pelayo Arrizabalaga: sa clb

  • Tsukiko Amakawa: p

  • Miguel Rodrigáñez: cb

  • Javier Carmona: bt perc

(hazard records)

El trompetista –y demás- suizo –de nacimiento- Markus Breuss es al jazz español -por el que apareció en los activos años ochenta cuando en Madrid la "movida del jazz" era cosa de nombres como Neobop, Madera, Aya, Naima… u OCQ y los corrosivos e inclasificables Clónicos- lo que los duendes que habitan en sus buhardillas a las casas del Pirineo, el responsable de las trastadas y los sustos.

Hace ya un par de años – y tras algunas escapadas a la India- que abandonó la escena jazzística –de la que andaba muy alejado- y libreimprovisadora madrileña para fijar residencia en la serranía malagueña (quizás para sentir más cerca el espíritu de Cherry). Allí junto a la pianista Tsukiko Amakawa ha puesto en marcha su propio proyecto de difusión discográfica con su mini sello Doronko Records dedicado a documentar si bien no todos si parte de sus intereses musicales. Un proyecto de autoedición limitada que suena fresco y que actúa como un catálogo de posibles.

Por duración todo el material de esta entrega podría haber sido publicado en un solo cd-r reconvertido en cd pero imaginar todo junto y revuelto si bien no parece tarea imposible si habrá que convenir que no sería lo más apropiado.

La primera referencia (la primera en la frente) casa el agua y el aceite. Un a modo de single con dos "canciones". Una propia, y propia de un ascensor de diseño por otra parte. La otra, ajena, un estándar, Polka Dots. Parece (¿querer?) decir que igual toca con una caja de ritmo y mucho eco que con una rítmica de esas de cuatro por cuatro de toda la vida. Solo son diez minutos. No se acaba esquizofrénico gracias a la duración.

La segunda propuesta, fue concebida en los dias previos al ataque americano a Irak. Es el terreno en el que creo que Markus disfruta como el duende alocado y travieso que es. El collage. Una cinta pregrabada y los dos interpretes actuando en tiempo real. En alguna ocasión anterior ciertas dosis de barroquismo y complicación han hecho que la cosa no le terminara de funcionar. En esta se centra bastante y deja que la cosa fluya tranquila. Su (ya) histórico avioncito supercostellation, las cintas de discursos … referencias que evocan sus tiempos "Clonicos". Un juego a tres bandas entre una máquina y dos humanos.

Con "Concert for Kowald" recupera su faceta mas jazzy (que abandonó casi al tiempo que desaparecía OCQ – siglas que correspondian a Ornette Coleman Quartet, en un homenaje menos imaginativo que el de los franceses MOB por la Música de Ornette es Bella- si bien ya había caído en alguna tentativa de regreso). Y lo hace con el también recuperado/regresado –pero de Suiza donde ha fijado residencia y trabajado en su escena improvisadora durante varios años- Pelayo Arrizabalaga. Para quienes el jazz nacional (por español) prácticamente existe desde que un famoso sello barcelones de tendencia refrescante se ha puesto a publicar discos como un poseso es más que seguro que el nombre de Pelayo –santanderino- no les diga nada. Sin embargo Pelayo ya andaba en los setenta con los míticos Orgon –su participacion en la edicion del Concurso de Grupos Amateurs de Festival de San Sebastian de 1981 queda documentada en el disco recopilatorio con una versión del mingusiano "Fables of Faubus". Luego llegaría el flamenco jazz con Jose Antonio Galicia y los inclasificables Clónicos, lo locura lúcida.

El concierto-recuerdo-homenaje a Kowald sigue en la estética del collage si bien de inequívoca tendencia jazz. En cuarenta minutos escasos se suceden solos y ensembles, improvisaciones, versiones variadas (de Charlie Parker al Gost ayleriano pasando por "papá" Ornette) y originales ("espata africana" de Breuss no puede negar querencias AEOC). Momentos de intensidad como la improvisación "a moco tendido" de Pelayo se alternan con el romanticismo de "Koroko Hanarete" de la pianista… Lo suficiente para lamentar que este tipo de proyectos tengan como máximo ideal de continuidad el concierto ocasional.

¡Qué gusto da recibir noticias de Markuss Breuss!

Jesús Moreno


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