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..:: CLAUDE BARTHELEMY: ENTREVISTA POR CHRISTIA GAUFFRE

   
 

Claude Barthélemy: "Quiero que la ONJ tenga a la vez una imagen ambiciosa y desenfadada"
Es en noviembre 2002 cuando Claude Barthélémy ha inaugurado su segunda "Orchestre National de Jazz" (ONJ). Estuvimos con el guitarrista–compositor-arreglista para preguntarle acerca de cómo será esta nueva ONJ.

   

Christian Gauffre: Claude Barthélémy, va a tomar el mando de la ONJ por segunda vez. ¿Por qué este regreso?

Claude Barthélemy: Primero, tenía muchísimas ganas desde hace tiempo. Lo explicaba en mi propuesta de candidatura: mi primera ONJ hace 12 anos, me sirvió para aprender enormemente en el plano de la escritura y he seguido evolucionando. Cuando comparo mi escritura actual a la de hace solo 8 años hay una diferencia increíble. Tenía ganas de exponer esta evolución. Luego, con ocasión de mi colaboración con Ars Nova he observado los progresos fenomenales de los ingenieros del sonido y de los micrófonos, que permiten trabajar con grandes orquestas de una manera mucho más sutil. Por otra parte me gusta la generación de gente que he contratado para esta ONJ. Antes también se encontraban buenos trompetistas, trombonistas, etc., pero había una cierta obligación de contratar siempre a los mismos. Para hablar más crudamente, si quería un trompetista un poco "rompedor", temía a Jean-François Canape y punto. Los músicos jóvenes actuales tienen una cultura enorme, se han aprovechado totalmente del sistema de escuelas, esta todos extrememante preparados y lo que tienen en su cabeza es interesante.

Christian Gauffre:¿Forma usted parte de la cultura de esta generación?

Claude Barthélemy: Para algunos, sí. Mucho. Hay dos "hijos de..." en mi orquesta: el de Jacques Mahieux, Nicolas, y el de Christian Lété, Olivier. Conocen mi trabajo desde su infancia. De una cierta manera es una ventaja: ¡puedo hacer valer mi autoridad más que antes!

Christian Gauffre: ¿Cuál es su proyecto para la ONJ?

Claude Barthélemy: El título para este proyecto es "Planeta". Me he dado con el paso de los años que el jazz no es campesino. Es una música de las ciudades, de las grandes ciudades. De las megalópolis. El jazz es una especie de folklore urbano, una música extremadamente barroca en el sentido de que está atravesado por elementos venidos de todas partes. Sobre sus orígenes me planteé una ficción: el jazz es Africa y Europa que se encuentran en campo "neutral". La ONJ es un lugar de agrupación. Por eso toco el oud y gracias a los avances de los micrófonos he podido escribir un arreglo que permitirá oírlo mientras toque toda la orquesta. Lo mismo con el buzuki... Y siempre con un espíritu congregador, retomamos a Clarence Williams, he hecho un arreglo de "Nuages" y re-arreglado "Barth’s Groove", un tema que coescribí con Henri Texier. Hay colores, mis composiciones propias: es un proyecto muy congregador, muy unitario.

Christian Gauffre: ¿Cómo nació su interés por el oud?

Claude Barthélemy: Es muy antiguo. Tuve uno malo, que reventé, tuve otros... Siempre fui un gran admirador de Munir Bashir. Es gracias a él que se pudo organizar el concierto de mi primera ONJ en Babilonia –antes había tocado en Bagdad. Dicen que somos Indo-Europeos, pero musicalmente me parece que somos más bien mesopotámicos. La codificación de la música es extremadamente precisa en Irak.

Christian Gauffre: ¿Se ha interesado acerca de la gran tradición improvisadora alrededor de este instrumento?

Claude Barthélemy: Claro. Pero no toco el oud tal y como se toca en el Magreb. Toco con mis notas y con la profunda convicción de que es un instrumento destinado a la improvisación. Es decir, que sobre el modelo de la recitación del Coran, hay una surata (ndlr: capítulo del Coran), un comentario, otra surata y así continuamente. No tengo una verdadera composición sino más bien una circulación de las ideas. En una orquesta hay que ser un poco más organizado. Me inspiré en un concierto a solo de Paul Bley que vi hace mucho tiempo, del cual nunca pude averiguar si había tocado o no un solo tema ni cual era la amplitud real de una frase... Y esto el oud lo permite. Es extraordinario. Encima no hay acordes, es un instrumento completamente monódico y es antes de todo un instrumento de improvisación. En algunos bares del décimooctavo barrio de Paris hay gente que acompaña su canto con el oud y entonces sólo aseguran los bajos... Yo formo más bien parte de la tradición medio-oriental. Muni Bashir, de un cierto modo me envió un mensaje desde la muerte: en su necrológica de "Le Monde", en la lista de artistas que había invitado era el único francés mencionado... Es alguien que siempre me iluminó. ¡Además ser ministro de Cultura de Sadam Hussein y permanecer vivo es la prueba de un talento verdadero!

Christian Gauffre: En el seno de la ONJ, ¿dominará el Barthelemy arreglista al instrumentista?

Claude Barthélemy: Estarán los dos. La ONJ tiene que estar caracterizada por su líder. Tendremos entonces mucha guitarra. Pero hay otro guitarista, Alexis Thérain, un desconocido ¡pero un monstruo! Globalmente todo estará sumamente arreglado y será mucho más premeditado que en la primera ONJ. La generación de los músicos que he contratado conoce los "Instants Chavirés", los "Sept Lézards" y los otros clubes, está muy implicada en las "músicas improvisadas". Pero no puedo construir un programa cuya línea directora sea: "Vamos a tocar música improvisada con los jovencitos". He concebido dos programas para evitar el aburrimiento, y que haya o no improvisación, se tocarán. Por supuesto que improvisaremos, pero no lo puedo "decretar". Para seguir siendo un improvisador no puedo decidir dónde y cuándo habrá improvisación.

Christian Gauffre: Háblenos de lo que ha previsto para la ONJ…

Claude Barthélemy: Empezamos los ensayos el 11 de noviembre; tienen las partituras en casa desde el mes de septiembre, para unos dos conciertos. Actualmente estoy escribiendo música para un programa que tocaremos en enero, una colaboración entre la ONJ y Ars Nova. Mi apuesta es la de hacer una ONJ de alto nivel. No quiero que sea del tipo: "el jazz es simpático, para la fiesta...". Quiero implicarla en creaciones de primer orden, tomarlo en serio, aunque tenga humor. De tocar más bien en el auditorium Saint-Germain que en "La Cigale" (ndlr: sala de conciertos para artistas de variedad). Las cosas se cambian desde arriba. Quiero que la ONJ tenga una imagen a la vez ambiciosa y desenfadada. No se trata de tocar en todos los sitios de jazz del mundo sino de llevar el jazz a otra parte. Por eso nuestra colaboración con Ars Nova. Es intrigante: ¿música contemporanea, jazz?. ¿Baile y jazz también?, ya llegaremos a esto. Tal vez tap dance... Con Gislaine Avan, por ejemplo, que practica el "tap dancing free". O tal vez danza contemporánea con Charles Cré-Ange... Y esta abertura nos permitirá acercarnos también al techno (ndlr: "bacalao"). Por ahora no tengo ni sintetizador ni caja de ritmos, nada. Primero quiero montar una orquesta que tenga idealmente las cualidades de la de Count Basie, es decir, que me gustaría que pudiera tocar sin sonido. Quiero que volvamos al jazz, jazz, jazz.

Christian Gauffre: ¿Hay que ver esta primera fase de la ONJ como una especie de calentamiento que desembocará en otra cosa?

Claude Barthélemy: Sí, pero lo importante es fabricar primero una orquesta. Todos los miembros de la ONJ son muy buenos músicos. No todos ellos son solistas extraordinarios pero cuidan su timbre, etc. Saben por qué están –he trabajado con la mayoria. El vibrafonista –Vincent Limouzin- por ejemplo, trabaja especialmente con Boulez. ¡Es un MONSTRUO con su instrumento! Pero también toca las marimbas mejicanas y ha estudiado el correspondiente repertorio. Se toma las cosas en serio. Es muy importante. Tengo una pequeña incertidumbre en cuanto a la duración de mi mandato. He firmado por dos años, pienso que podré estar tres, pero si es el caso, creo que vamos a estallar completamente... Después, si entendí bien, no habrá más un director musical sino sólo operaciones con el nombre de la ONJ y confiadas a gente por un equipo y un director artísticos.

Christian Gauffre: ¿Puede que esté ligado a esta evolución?

Claude Barthélemy: No, pero tengo que preparar el paso. La ONJ se percibe como una especie de casa un poco cerrada y el ámbito de los clubes, el ámbito del jazz en general se siente un poco excluido. Sin embargo... El otro día toqué con Gérard Pansanel que tenía carta blanca en Montpellier: la mitad de la orquesta estaba constituida por antiguos miembros de la ONJ. Quiere decir que la orquesta ha llegado a un cierto nivel y que algunos musicos han aceptado la idea de participar en ella.

Christian Gauffre: ¿Podrá seguir participando en este tipo de encuentros en estos dos próximos años?

Claude Barthélemy: No voy a estar cerrado a esto, pero la prioridad es claramente la ONJ. Tenía una buena cantidad de proyectos que he traído a la ONJ. Tengo ambición para esta institución. Pero soy consciente de que hay que renovarla. Estoy muy contento de haber sido elegido por segunda vez, ¿pero qué quiere decir? Que la función de director de la ONJ no le corresponde a mucha gente. Está claramente la cuestión de las competencias pero no solamente. También está el tema del deseo. Mucha gente conocida dice "¡Podría hacerlo!", pero cuando ven el trabajo que esto representa... Cuando se dice "jazz" al gran público la gente responde "Miles", eventualmente "Sonny Rollins", "Coltrane" si son más conocedores, o cosas que tienen éxito en el momento en que hablan, pero nunca citan a un arreglista o a un compositor.

Christian Gauffre: Gil Evans tal vez ...

Claude Barthélemy: Tal vez, sí...

Christian Gauffre: Gracias a Miles Davis.

Claude Barthélemy: Sí. O Duke Ellington, pero es antiguo.

Christian Gauffre: Y aún así, la gente citará más bien a Ellington como pianista, jefe de orquesta o compositor que como arreglista. El arreglista casi no existe para el gran publico.

Claude Barthélemy: Es verdad. Muchas veces no se entiende lo que hago. Volviendo a esta ONJ me gustaría ser más "italiano", mucho más fluido que en la primera. Desde entonces he liderado varios proyectos y colaboraciones con orquestas sinfónicas y con formaciones contemporáneas. Ahora la voluntad de decirlo todo, hacerlo todo, tocarlo todo que contagia habitualmente los directores de las ONJ se me ha pasado un poco. De todos los directores de la ONJ ¡soy el único que nunca ha tenido una big-band! Pero tengo muchas ganas de esto. En mi primer mandato no paré de hacer vivir los musicos en la urgencia y tengo la intencion de volver a hacerlo. Se decidia del orden de los temas 30 segundos antes de subir a escena, y habia muchos en el repertorio. Hay que evitar la rutina, se necesita una postura de riesgo permanente. Se necesita que esta música sea lujuosa, aunque siempre original, transversal. De todas maneras, no puedo ser de otro modo que transversal.

Christian Gauffre: Esta tension, esta inestabilidad ¿le parecen de verdad indispensables?

Claude Barthélemy: Absolutamente. No hay que dejar a los músicos el tiempo de reflexionar. A veces tengo un extracto de partitura, nos decimos que nunca lograremos arreglarlo, hacemos «¡tres, cuatro!», y ¡bingo! La orquesta comprendió aunque los músicos no lo entendieron individualmente. A la inversa a veces cada músico comprende pero la orquesta no y no funciona. Hay siempre un equilibrio entre los dos. Hay que decir las cosas explícitamente pero no demasiado. Y no es forzosamente perverso hacer tocar a la gente contracorriente. Se pueden obtener resultados sorprendentes. En los diez años de la ONJ Laurent Cugny convocó a sus antecesores y todos escribimos música para su formación. Me gusta mucho Phil Abraham pero se define a si mismo como un bebopper... Entonces le otorgué el primer solo de mi tema ¡con armonías totalmente seriales! Es ante todo un muy buen músico. Si dejamos a los músicos definirse, se tiene el riesgo de encontrarse con una serie postales que no son interesantes en absoluto.

Christian Gauffre: ¿Dónde se desarrollarán los primeros conciertos de la ONJ?

Claude Barthélemy: El primero será en la sala que se ubica encima del Pannonica, en Nantes. Será un concierto de jazz-jazz, con tres repeticiones. Lo denominamos "ONJ Primicia" -puede que esté un poco "verde" pero no importa... El segundo concierto será en Marsella, en el GRIM de Jean-Marc Montera, sin sonorización. Será completamente experimental. Intentare crear pequeños grupos e implicar a gente del GRIM... ¡Una especie de jam vanguardista! Luego vendrán los conciertos en el auditorio Saint-Germain en Paris. Me han pedido que evite la existencia de una barrera entre los músicos de la ONJ y los demás, así que tengo la intención de ser muy abierto.

Christian Gauffre: ¿No hay una barrera de hecho por culpa del estatuto privilegiado, casi "funcionarial" de los miembros de la ONJ?

Claude Barthélemy: Los músicos de la ONJ son hoy en día remunerados por actuación –lo que no es forzosamente una mala cosa. Trabajo para que se les pueda pagar mensualmente. Ya he encontrado una manera de tenerlos ocupados durante los dos o tres primeros meses.

Christian Gauffre: ¿Puede una formación como ésta existir sin apoyo institucional?

Claude Barthélemy: No, pienso que no. Pero la Vienna Art (Orchestra, ndt) está apoyada tambien. Bates o Willem Breuker no lo sé... Pero hacer de este apoyo un argumento contra la ONJ sería hacerlo de muy mala fe y conocer muy mal el modo de funcionar en este ámbito. En este caso, ¡sin el apoyo del mecenazgo no hubieran sobrevivido Mozart, Bach o Beethoven! Existieron épocas milagrosas, clar,o pero fueron escasas. Ninguna sociedad puede pasar sin artistas pero ninguna se reconoce con el derecho a decir: "Sostenemos a nuestros artistas como tales". Aquí el artista es un "parado", en Holanda se denominado "no apto para el trabajo", etc...

Christian Gauffre: ¿Dónde se ubica su reflexión personal sobre el jazz?

Claude Barthélemy: Siempre está esta vieja pregunta-trampa : "Qué es el jazz". Pues yo chocheo respondiendo : "Si uno no tiene las cualidades de los Hot Five y de los Hot Seven de Armstrong en su música no vale la pena hablar de jazz, hay que pasar a otra cosa". Sabemos muy bien lo que no es jazz, se sabe por ejemplo que Michel Legrand no tiene vínculos con esta música. ¡Uno de estos días llegara un imbécil con música barroca diciendo que es jazz! El jazz está permanentemente amenazado, la gente quiere apropiárselo en privado criticándolo en público –basta con mirar a algunos rockeros...

Christian Gauffre: Tiene, dice usted, un enfoque transversal del jazz, pero parece que tiene también una cierta idea de su clasicismo...

Claude Barthélemy: Me parece comprensible el trabajo de un Marsalis pero me parece también que es siempre lo mismo. Marsalis me hace pensar en Jean-Pierre Chevènement (ndlr: candidato a las últimas presidenciales francesas): viene con ideas que no son ni de derecha ni de izquierda y termina por vincularse con gente de extrema-derecha. A Marsalis le ocurre mucho hacer una música de gilipollas. Cuando llegó con "su" música moderna era claramente superior. Tiene que tener a Louis Armstrong dentro de sí como Daunik Lazro tiene a Charlie Parker en su interior. No es una cuestión de estética. Pero estoy de hecho en la búsqueda de una forma clásica aunque sea completamente nueva. Lo que le falta al jazz lo había entendido Ellington: la percepción de las grandes "suites". ¿Qué es la forma a largo plazo? Cuando se tocan temas de jazz siempre estamos, al fin y al cabo, en una forma de sonata. Cuando Beethoven compuso la Quinta sinfonía, la primera en cinco movimientos, ¡fue una gran revolución! La gente no se hacía entonces preguntas sobre armonía y modernidad sino sobre la cuestión de la forma. ¿Qué se cuenta en un concierto? Paul Bley propone soluciones pasmantes, Cecil Taylor una respuesta negra con pensando en un tiempo como si fuera lineal... Me parece importante crear para la ONJ un repertorio donde se pueda entrar de varias maneras y donde se traten todas las músicas de la misma manera. Hay cosas que tiran muy fuerte hacia la música contemporánea, arreglos de música mía, furiosamente atonal como siempre, pero tiene que haber swing, interés. Lo que me interesa no es una música más que otra sino una música contra otra.

Christian Gauffre: Swing, entonces…

Claude Barthélemy: Sí. Me reconozco el derecho de ser un viejo carroza y cuando no hay swing me aburro. Ojo, cuando digo swing incluyo también, por ejemplo, el trio de Sophia Domancich, o el binomio Christophe Marguet – Claude Tchamitchian – ¡una rítmica que inventa y que tiene swing! El swing no es sólo una cuestión de tempo, es una cuestión de urgencia.

Christian Gauffre: Antes, me decia que Daunik Lazro llevaba a Charlie Parker dentro de él. ¿Usted tiene a alguien dentro?

Claude Barthélemy: Como instrumentista tengo en mí una cierta idea de la guitara en Europa. Escucho cada vez más a Jim Hall, me parece formidable, es mejor conforme envejece, me gustan Benson, Grant Green pero no soporto la guitarra americana que va de Abercrombie a Metheny. No es guitarra como la que se toca aquí. Estamos más cerca de la cuerda. Escuché de nuevo el otro día a Django y Grappelli: es increíble, hay sudor por todos lados, es... De todas maneras estan Django, Rollins y Boulez... ¡Yo intento pasar por el medio!

Christian Gauffre: Y como instrumentista, ¿dónde se ubica?

Claude Barthélemy: Me queda mucho trabajo. Me parece cada vez más difícil tocar la guitara. Claro, me doy cuenta de que represento algo, ya que oigo a algunos que copian mi estilo, pero bueno... Me crucé con Marc Ducret en Mulhouse y me parece muy bien que exista gente como él en Francia. O Jean-Marc Montera que es muy interesante... Hize un dúo con Philip Catherine... La guitara es definitivamente Francia-Bélgica-Inglaterra.

Christian Gauffre: ¿Le gusta Philip Catherine?

Claude Barthélemy: Sí, mucho. Me gustaría invitarlo a la ONJ. Es un hombre encantador, muy gracioso y un excelente músico. Echo de menos a su trío de jazz-rock de principios de los 80. Tomó una trayectoria extremadamente clásica, y no llego a comprender cómo un gran guitarrista puede hacer esto. No hay nada "milagroso" en su toque pero es un jazzman de verdad. Si lo invito a la ONJ me gustaría llevarlo a zonas que tal vez ni recuerde. Es un grande, que ha compuesto cosas apasionantes.

Hasta los 25 años estaba convencido que todos los músicos componían su música. Los primeros grupos que vi en directo eran formaciones de música contemporánea –2E2M por ejemplo estaba ubicado al lado de mi casa. ¡Mi primer concierto fue la música de Anton Webern tocada por Portal! Y estuvo Steve Reich... Es por eso que estoy marcado de por vida... Pero fuera de esto escuchábamos discos. Mi hermano venía con "The Magic of Tutu" de Archie Shepp, los Miles eléctricos, Frank Zappa, Coltrane... Estábamos muy al corriente pero sólo en disco. Y escuchábamos mucho rock. Pero nunca pensábamos en repetir lo que escuchábamos. Luego pensé que todos los músicos hacían los arreglos... ¡Ahí también me equivoqué! Es uno de los problemas de esta música. La historia del jazz ha correspondido demasiadas veces a los instrumentistas por encima de los compositores y consecuentemente se piensa demasiadas veces que cada buen instrumentista es un buen compositor. Es evidentemente falso.

Christian Gauffre: Entre los grandes de antes, ¿a quién sigue escuchando?

Claude Barthélemy: Hay guitarristas que me interesan por su relación con la cuerda. Algunos son muy impresionantes pero comprendo enseguida lo que hacen. Con otros es como magia. Benson es de esos. Hendrix en algunas cosas... Y recientemente alguien me ha llamado la atención y emocionado profundamente, es Derek Bailey. Poca gente lo conoce, pero ha influenciado a guitarristas de todo el mundo de la misma manera que John Cage ha influenciado desde los Talking Heads hasta David Bowie. Jeff Beck, el dios de casi todos los guitarristas, está influenciado por Bailey.

Christian Gauffre: ¿Tiene objetivos con la guitarra?

Claude Barthélemy: Me gustaría hacer respirar más la cuerda, llegar a más claridad en el toque, tener mis frases más desligadas. Pero es un largo trabajo. La guitarra es un instrumento muy difícil. Si dejo de tocar quince días no puedo pensar en dar un concierto sin haber trabajado antes mi instrumento. La práctica de la guitarra es un sitio de libertad para mí en el sentido de que no me hago nunca la pregunta acerca de saber si quiero hacerlo o no: lo hago porque sé que me siento mejor después. (declaraciones recogidas por Christian Gauffre © Jazz Magazine et C. Gauffre, 2003, y traducidas al castellano por Juan-Carlos Hernández)

Composicion de la ONJ :

Claude Barthélemy (composicion, direccion, guitara, oud, buzuki) Vincent Mascart, Philippe Lemoine (saxofonos) Geoffroy Tamisier (trompeta, bugle) Médéric Collignon (trompeta de bolsillo, bugle) Jean-Louis Pommier, Sébastien Llado (trombon) Pascal Benech (trombon bajo) Didier Ithursarry (acordeon) Alexis Thérain (guitara) Vincent Limouzin (percusion, vibrafono, marimbas, balafon, gamelan…) Nicolas Mahieux (contrabajo) Olivier Lété (bajo electrico) Jean-Luc Landswerdt (bateria)

 

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Declaraciones recogidas por Christian Gauffre © Jazz Magazine et C. Gauffre, 2003
Traducidas al castellano por Juan-Carlos Hernández