www.tomajazz.com | perfiles

 
 
   

..:: GERARDO CANELLAS || JAZZ VOYEUR FESTIVAL 2004

   
 


Gerardo Cañellas Engel (Palma de Mallorca, 30 de Abril de 1958) combina su vida profesional en el mundo empresarial con sus dos grandes aficiones: jazz y fotografía. Tras la publicación de su libro de fotografías "Jazz Voyeur" y de un doble cd de recopilación de temas de jazz (banda sonora de su exposición fotográfica) se lanza ahora a la aventura de la programación de conciertos de jazz con el primer "Jazz Voyeur Festival".

Por
Carlos Pérez Cruz


   

P: Gerardo Canellas “fotógrafo” se las habrá tenido que ver con algunos organizadores a la hora de poder hacer fotografías de conciertos. ¿Qué tal se va a portar con el gremio Gerardo “el programador”?

G.C.: Es cierto que la ahora ha cambiado mi posición. Hasta ahora, y de ahí el nombre JAZZ VOYEUR, realizaba mi trabajo de una forma clandestina y a hurtadillas, ver sin ser visto. Ahora viviré mucho más los entresijos y el “backstage” sobre el que iré realizando mis nuevas fotos. Para los fotógrafos de sala les pediré el mismo respeto que yo siempre he procurado tener con los músicos y público.

P: Lo que era una gran afición al jazz se ha convertido en verdadera implicación. Primero el libro, ahora el festival. ¿Programación en base a criterio propio o a disponibilidad del mercado?

G.C.:
De alguna forma mi idea fue clara desde el principio, mi objetivo era rendir homenaje a los músicos de jazz que tanto me han hecho disfrutar con sus conciertos y sus grabaciones. Mi pequeña aportación a la cultura del jazz y a su divulgación empezó con el libro (lunwerg editores), luego la exhibición de la obra original, la creación de un dominio en Internet (www.jazzvoyeur.com), la edición de 2 cd’s recopilatorios de baladas clásicas (freshsoundrecords) que vienen a ser la banda sonora de las exposiciones y... llego mi encuentro con Roberto Menéndez, un gran productor de conciertos de jazz, argentino, que por los avatares de la vida ocurridos recientemente en su tierra decidió mudarse a Mallorca donde los astros se alinearon e hicieron posible lo que hoy ya es una realidad: el primer JAZZ VOYEUR FESTIVAL.

P: Aunque algunos grupos cuentan con españoles entre sus componentes, ninguno de los programados son grupos españoles. ¿Falta de interés turístico?

G.C.:
El proyecto del anual JAZZ VOYEUR FESTIVAL es muy ambicioso. Pretende ser grande y para ello necesitaremos que se involucren las instituciones que en esta primera edición, por premura de tiempo y oportunismo, no tenemos. Queremos fomentar el buen jazz español que actualmente creo que vive un buen momento. Nos encanta el apoyo que dan festivales como INJUVE o GETXO a esta causa. Pondremos todo nuestro entusiasmo en vender esta idea y desarrollarla. A los consagrados también les tendremos presentes, de hecho nuestra idea había sido inaugurar con Lee Konitz y Chano Domínguez que finalmente no pudo estar presente. Por supuesto que aprovecharemos nuestra condición de lugar turístico pero no será nuestro único objetivo. Como me atreví a decir en la rueda de prensa de presentación del festival: “éste debe ser un festival para aquellos a quienes les gusta el jazz y para aquellos a los que todavía no saben que les gusta el jazz”. Nuestra misión es captar adeptos y sabemos que no es tarea fácil.

P: Imagino que serás consciente de la dificultad de captar la atención del personal en unos días de afluencia masiva a Palma y con tanto atractivo de ocio.

G.C.:
El mayor y más costoso problema es la divulgación. Es difícil transmitir la idea a los medios que el futuro de proyectos culturales como éste dependen el gran medida del apoyo mediático que ellos le den. Las rencillas entre ellos son disturbadoras y nosotros deberemos lidiar con ellas como mejor sepamos. Intentamos buscar cualquier excusa para que la palabra JAZZ VOYEUR FESTIVAL aparezca en la prensa escrita y utilizamos para ello todos los contactos de los que disponemos. Muchas veces el espacio cultural de los periódicos está supeditado el número de esquelas vendidas, es triste pero es una realidad constatada.

P: De lo programado la mayor diferencia, respecto al inmenso número de festivales de jazz en este verano español, está en la velada con Charlie Haden y su “New Liberation Music Orchestra” con Carla Bley. ¿Cómo ha sido posible contar con esta formación?

G.C.:
Efectivamente ¡está será su única actuación en España! Éste ha sido un “last minute festival”. Nosotros estábamos empezando a preparar el festival del 2.005 pero empezaron a surgir oportunidades como ésta que no podíamos desaprovechar y decidimos embarcarnos para conseguir un festival grande desde ya. Con esta realidad bajo el brazo nos será más fácil buscar la esponsorización necesaria para llevar el jazz más lejos de un recinto cerrado y de pago. Es verdad, somos unos copiones, pero también nos encantan los picnics al aire libre y gratuitos que organizan en Terrassa, Vitoria o Menorca. Forma parte del proyecto así como las “masterclasses”, conferencias,...

P: El festival abrió con un aperitivo de lujo a cargo de Lee Konitz el pasado 19 de junio. ¿Qué fotografía musical y de público ofreció esa actuación?

G.C.:
El escenario de la sala Gala del Gran Casino de Mallorca, donde se realizan los conciertos, tiene unas dimensiones importantes que dan mucho juego para realizar una puesta en escena impactante. Y así fue. En el escenario y junto a los músicos había 6 grandes (150x100 cm) fotografías mías y otras tantas repartidas por el impresionante hall de entrada del casino. Elegí mis preferidas, Archie Shepp, Miles Davis, Harry Sweet Edison, Sonny Rollins, Chet Baker, Oliver Jackson,… El público fue numeroso, casi 600 personas en un recinto decorado al estilo de los grandes clubes de jazz del mundo. Mesitas de 4 ó 6 personas, con manteles rojos y blancos, velitas sobre las mesas, humo en el ambiente, servicio de copas y sandwichitos, chicas elegantemente vestidas y hermosas... Debéis venir el próximo para comprobarlo. El concierto fue muy al estilo Konitz: cool, muy cool. Su Round Midnight todavía me pone el vello de punta al revivirlo. Jorge Rossy estuvo soberbio. El público, entendido y no entendido salió muy contento de la actuación. Al día siguiente, comiendo con Lee, nos comentaba el buen ambiente y la buena audiencia con que se encontró. Por supuesto, quién no, también tuvo palabras acerca de la belleza de las damas presentes y es que es verdad, así fue y así te lo cuento.

P: Tu libro y tu exposición fotográfica “Jazz Voyeur” continúan recorriendo mundo. ¿La afición terminará en oficio?

G.C.:
Pues sí aunque parezca increíble en este momento están expuestas PLATINOTIPIAS en la Casa de Cultura “Ignacio Aldecoa” de Vitoria, GELATINAS DE PLATA en la FNAC de Oporto (Portugal) y PLATINOS Y GELATINAS en el Centro Cultural “La Pocilla” de Galapagar (Madrid). Ni afición, ni oficio : PASION

P: ¿Recibe el fotógrafo respuesta por parte del espectador respecto a su trabajo?

G.C.
: En mi caso esa respuesta es la que me ha motivado para seguir adelante y continuar mostrando mi trabajo por doquier. Mi trabajo, modestia aparte, ha sido muy elogiado tanto en los medios fotográficos como en los puramente jazzísticos y esa es la fuerza que un artista necesita para seguir creyendo en su proyecto y depositar todas sus fuerzas en su divulgación.

P: Desde la publicación del libro hasta hoy, ¿alguna nueva fotografía corre el “peligro” de ocupar la portada del siguiente libro?

G.C.:
Esa es una elección difícil que estoy convencido que resolví con gran acierto en el primero, pero que como en todas las segundas partes deberé esmerarme mucho más para salir nuevamente airoso. Consultaré, igual como hice en esa ocasión, con mis amigos. El título fue idea de mi mujer. Y ese ha sido precisamente uno de mis mayores éxitos conseguidos con el proyecto JAZZ VOYEUR: conseguir nuevos amigos jazzeros con los que compartir pasiones.

© Carlos Pérez Cruz, Tomajazz.com 2004