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..:: PERIODISMO Y JAZZ EN ESPAÑA (CHEMA CHACÓN)

   
 


CHEMA CHACÓN. Relacionado con el medio de la radiodifusión a través de proyectos musicales especializados desde 1989, en distintas emisoras locales de la Comunidad de Madrid. Colaborador en revistas y fanzines de España y Portugal: Voice, Margen, Músicas Improvisadas, Monitor, Noise Club, Hurly Burly, Parabólica, Doce Notas/Preliminares...

Socio co-fundador del colectivo "Musicalibre. Música Improvisada de España" (en la actualidad "Asociación Española de Improvisación Musicalibre").  En esta asociación es miembro coordinador del Festival Internacional de Música Improvisada Hurta Cordel, y otras actividades relacionadas con música improvisada desde 1996 a 2001. Igualmente participa en la coordinación del festival "¡Escucha!" de Creación en Tiempo Real (2001), ambos festivales en Madrid, y otras ciudades de España.

Actualmente, escribe, dirige y edita el fanzine ORO MOLIDO (www.oromolido.com)  (subvencionado por el Excmo. Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid) dedicado a la improvisación libre, arte sonoro y nueva música (nº 1 en febrero 2001). Desde 1996 realiza y presenta el programa de radio MÚSICA DIFÍCIL (en Onda Latina 87,6 FM- Madrid, y en Radio Rivas 95,4 FM -Rivas Vaciamadrid www.radiorivas.tk -puede escucharse en tiempo real a través de internet, los lunes de 18 a 20 horas – horario España peninsular).

Ha organizado los Encuentros de Música Improvisada en Rivas -con los proyectos de danza y música improvisada "Dos Dúos y un Trío" (Wade Matthews-Barbara Meyer-Elena Alonso), y Phil Durrant -violín y electrónica- (año 1998)- en colaboración con el Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid; y la extensión del Festival Internacional de Música Improvisada Hurta Cordel a Rivas Vaciamadrid, con el trío Tarsis y Vanessa Mackness, y Jazzanga Clan (año 1999).

   


Chema Chacón (Foto: Aníbal Merlo)


P: Una pregunta de difícil respuesta a la que estamos sometidos las gentes del jazz ¿qué es el jazz para ti?

CH.: La primera palabra que se me ocurre es música, en el sentido más amplio, donde conviven la orquesta de baile, el músico solista, la puntual manifestación festivalera, el olvido social.... No me considero un experto en jazz: me enganché sobre todo al free jazz, en algún momento, por la capacidad artística, tan expresiva y de libertad... .El jazz que actualmente me interesa tiene que ver más con la creatividad, la improvisación, etc. de músicos que tienden a diversificar sus proyectos: Evan Parker, Dave Douglas, Agustí Fernández, Barry Guy, Peter Brötzmann, Mats Gustafsson, Axel Dörner, Otomo Yoshihide, William Parker, Joëlle Léandre, René Lussier, Jean Derome, etc.. Desde hace años lo que más escucho es improvisación libre.

P: ¿Cuál es tu relación inicial con el jazz, tu primer encuentro con esta música?

CH.: Accedí, primeramente, a la escucha del jazz europeo después de estar enganchado varios años al rock alemán, el deutsch-rock de los setenta. Con nombres como Albert Mangelsdorff, Joachim Kühn, Wolfgang Dauner, Eberhard Weber, etc. descubrí primeramente el jazz-rock de la época y, después, algo menos, a los clásicos americanos.

P: Jazz y España, Jazz e Instituciones… ¿palabras de difícil convivencia?

CH.: Efectivamente. Creo que el jazz no tiene apoyo suficiente por parte de las instituciones públicas, en ningún país. Las ayudas con dinero público para festivales y/o músicos son, comparativamente, ínfimas; aunque, seguro que, lo mismo diría cualquier persona vinculada a otro colectivo diferente de artistas. Porque, invertir en cultura, no ha sido, precisamente, lo que más preocupe a un gobierno. Así las cosas, todo queda entre los propios profesionales, agentes y aficionados; entidades privadas (asociaciones, emisoras de radio, universidades, clubs, ...), financiación de firmas comerciales, etc.

P: ¿Qué ha de cambiar para que el jazz español alcance la madurez? (si es que no la hubiera alcanzado)

CH.: A mí me importa poco que el artista (de jazz, en este caso) sea o no español, sinceramente... Me he acostumbrado a escuchar la propuesta que me ofrece el/la músico sin preocuparme por dónde nació. El jazz que se hace, generalmente, es una imitación de la vieja escuela americana, falto de personalidad y con patrones tan trillados como el catecismo en la etapa en que había que recitarlo. Me fastidian mucho las modas, gustos y músicos “recomendados”, tanto desde instituciones como casas de discos: la vorágine del flamenco-jazz, en su día en España; las movidas de las fusiones según épocas y fruto de negocios mediáticos, no hacen justicia a la verdadera esencia del jazz: música de espíritu y rebelión.

P: España y Músicos de Jazz… ¿cuál es el nivel actual de nuestros músicos?

CH.: No estoy puesto en el tema. Pero si músicos como Ximo Tebar, Jorge Pardo, Perico Sambeat, Chano Domínguez, etc. han recorrido el mundo con sus proyectos es porque han sido magníficamente aceptados allí donde han acudido. El nivel es cojonudo, ahora bien, las exigencias a los músicos por parte del público, en general, son muy pocas. Si el propio músico no se preocupa artísticamente puede estar haciendo lo mismo toda la vida, sin evolución alguna.

P: ¿Qué nombres de nuestro jazz consideras destacan en este momento?

CH.: Baldo Martínez está ofreciendo, desde hace años, una música personal que poco a poco va reconociéndose, también, fuera de nuestro país. Su interés en el jazz europeo y las fuentes musicales de contenido tradicional que incorpora, tanto a nivel instrumental como humano, en las grabaciones (Antonio Bravo, Pedro López, Germán Díaz, Maria João, Carlos Beceiro, David Herrington, Chefa Alonso, Greg Moore, Carlo Actis Dato, Valentin Clastier, etc. ) enriquecen su trabajo enormemente...

A Agustí Fernández le considero uno de los mejores músicos del país, más reconocido fuera que en España. Él ha logrado que la ciudad de Barcelona forme parte del circuito artístico de la improvisación libre; que su música se compagine, como pianista, al resto de los miembros de la New Orchestra de Barry Guy, amén de partenaire de otros importantes improvisadores internacionales; que los propios músicos americanos le tentaran para que se quedase a vivir en Estados Unidos...

El Breuss-Arrizabalaga Quintet creo que puede dar la campanada estos próximos meses si ambos, Markus Breuss y Pelayo Arrizabalaga, le quitan tiempo al sinfín de proyectos musicales que ambos, de forma independiente, siempre tienen funcionando. Completan este quinteto de extraordinario free-jazz: Tsukiko Amakawa, Miguel Rodrigáñez y Javier Carmona (este último en Aka-Free, con un trabajo a punto de editarse en el sello gallego Xingra) .

P: Del panorama internacional del jazz, ¿qué nombres y movimientos te llaman especialmente la atención?

CH.: No he dejado de estar interesado en el jazz europeo aunque sea para comprobar, desde cierta distancia,  la evolución, la incorporación,  o el descalabro artístico de algunos músicos. Haciendo, ahora sí, una relación por países, mantengo un seguimiento a la “vieja guardia inglesa”: Evan Parker, Dave Holland, Keith Tippett, Barry Guy, Paul Rutherford, y de los actuales a Paul Dunmall, Mark Sanders, John Edwards ... Sigo con interés la improvisación libre que se hace en ese país destacando, sobre todo, a Rhodri Davies, Mark Wastell, Phil Durrant, Pat Thomas, John Bisset, Gail Brand,...  y otros extraordinarios músicos veteranos: Keith Rowe, Eddie Prévost, John Tilbury, Fred Frith, Derek Bailey, Tim Hodgkinson, Lol Coxhill, John Butcher, Paul Lytton, Phil Minton, Roger Tuner, Philipp Waschmann … que se mueven muchísimo.

A los “viejos” músicos alemanes asociados a Free Music Production: Peter Brötzmann, Alex von Schlippenbach, Paul Lovens, Rüdiger Carl, Hans Reichel, Günter Christmann... a quienes enseguida llegué a considerar esenciales se han añadido de la escena actual en este campo de improvisadores: Olaf Rupp, Burkhard Beins, Annette Krebs, Michael Renkel, Alexander Frangenheim, Caspar Brötzmann, Andrea Neumann...

Los músicos americanos del free jazz siguen haciendo prácticamente lo mismo, manteniendo tradiciones musicales, complementadas con poesía y homenajes,... aunque hay excepciones  maravillosas como George Lewis, Cecil Taylor, Marilyn Crispell, Anthony Braxton, Matthew Shipp,.... y, coherencias, como la de Steve Lacy. Prefiero la escena musical que se movió, en un círculo también es verdad, en torno a John Zorn en los ochenta (Ikue Mori, Elliott Sharp, Erik Friedlander, Zeena Parkins, Tim Berne, Uri Caine, Arto Lindsay, Anthony Coleman, Dj Olive...), del que poco a poco se han ido, afortunadamente, despegando en sus propios proyectos.

Presto atención a lo que ocurre, actualmente, dentro de la improvisación libre, en el área de la Bahía de San Francisco, California con Gino Robair, Ernesto Díaz-Infante, Marcos Fernández, etc. y l@s canadienses Joane Hétu, Pierre Tanguay, Martin Tétreault, Diane Labrosse, Peggy Lee, Dylan van der Schyff...


Del resto de Europa, en Francia, tengo interés por Louis Sclavis, Bruno Chevillon, Daunik Lazro, Thierry Madiot, Sophie Agnel, Michel Doneda, Beñat Achiary, nuestro Ramón López, también Giorgio Occhipinti, Anders Jormin, Misha Mengelberg,... por Voice Crack, Günter Müller, Lê Quan Ninh, Jane Rigler, Nikos Veliotis, Ingar Zach, Wade Matthews, Charlotte Hug, The Ex, Cremaster, Carlos Bechegas, Xavier Charles, I Treni Inerti...interminable.


P: ¿Cuál es tu valoración del actual panorama de festivales de jazz en España? ¿Jazz o acto social? ¿Se cuenta suficientemente con el jazz español y europeo? ¿Merecerían en todo caso estos últimos presencia sobre esos escenarios?

CH.: Ufff, los festivales de jazz españoles.... Generalmente, no presto demasiada atención a sus programaciones. Sinceramente, estoy en otra onda. Los músicos de improvisación libre no tienen hueco en los festivales de jazz programados en nuestro país. Todavía Derek Bailey recuerda, con detalle,  “palmadas, silbidos, gritos, abucheos, pitos, risas – fuimos tratados con el vocabulario completo del rechazo histérico” (libreto del CD “One Time”, Incus CD22, 1995) su paso con una de las formaciones del Spontaneous Music Ensemble de aquellos años (John Stevens, Trevor Watts, Roger Smith, Kent Carter y Derek Bailey) por el festival de San Sebastián en 1973.

P: ¿Festivales o programación de club?

CH.: Las dos cosas, por supuesto: como necesidad vital para músicos y aficionados.  Las programaciones cada vez las veo más descafeinadas, de escasísimo riesgo y, seguro, con menos presupuesto. Puede que todo vaya relacionado.

P: ¿Cuál es la realidad del jazz en tu región?

CH.: La Comunidad de Madrid tiene diferentes festivales de jazz. El propio de la capital, Festival de Jazz de Madrid es (creo que actualmente tiene otro nombre) / fue poco apetecible para mi gusto, sobre todo en los últimos años, con una programación, en mi opinión, muy rancia.

El ciclo de ¡¡Emociona!!-Jazz trae cosas interesantes, intentando contentar a todos los públicos (es de los de quedar bien con todo dios, apuesta por lo conocido y con buen gusto, tiene un poder de convocatoria extraordinario (la prueba evidente puede ser, por destacar uno, el concierto de Sainhko Namtchylak hace unos dos años en el ¡¡Emociona!!-Mujer, donde casi me quedo sin entrada en un aforo completo de unas 400 personas. ¿Conocían tod@s a Sainhko?).

El propio director artístico ha organizado otros ciclos en barrios madrileños abarcando no solo música, sino conferencias, exposiciones de portadas de discos y fotografías, etc.

Las salas dedicadas a una programación habitual de jazz en la capital son el Café Central, la Sala Clamores y la Popular. Son tradicionales, actualmente nada de lo que fueron, programan también otras corrientes musicales para músicas y proyectos de 100-150 personas de aforo máximo. Para muchos músicos de jazz son los únicos sitios propios para tocar.

Sin duda la mejor solera y calidad se centra en el Colegio Mayor San Juan Evangelista con una experiencia de más de treinta años. En el “Johnny” han tocado representantes de las tendencias más diferentes del jazz: desde dixie al free, desde los grupos experimentales a las big-bands. Sus ciclos son siempre interesantes para el público ávido de jazz. Les falla a veces la publicidad de los conciertos (o yo no me entero, que también puede ser).

 

Las ediciones del festival que se organizan en la Universidad Politécnica-Universidad Complutense bajo el nombre de Jazz en la UPM son, en mi opinión,  junto con las de Galapajazz, en la localidad de Galapagar, muy variables – y esta última, creo que conseguirá mayor implantación en años venideros si aprovechan el vacío, a nivel de festival de calidad, que tiene esta música en la capital.

Hace poco han abierto Calle 54, en el Paseo de La Habana de Madrid, un restaurante propiedad del director de la película del mismo nombre, con música de latin-jazz en vivo. Puro negocio.

Lo mejor que hemos tenido en Madrid es, sin duda, y sin ninguna valoración política por mi parte, la programación que se llevó a cabo en el Festival de Jazz de Madrid de 1987, siendo alcalde Enrique Tierno Galván.


P: ¿Qué objetivos te planteas con tu programa de radio?

CH.: Mi programa está centrado básicamente en la música de artistas relacionados con la improvisación libre y las tendencias actuales que engloban, en estos últimos años, músicas como el free jazz, la música clásica contemporánea, la electrónica, la experimentación, etc. El objetivo es simple, casi imposible, y “pelín” pretencioso: intentar dar a conocer música y sonidos nuevos.

P: 5 discos imprescindibles de tu discoteca

CH.: No me atrevo a decirlo porque, con los años, han ido cambiando, según épocas, ... y no sería justo.

P: 5 directos de tu vida (a los que acudiste… no se refiere a grabaciones)

CH.: Por diversos motivos y características:

-Oscar Peterson / Niels H. Ørsted Pedersen / Martin Drew (Festival de Jazz de Madrid, Palacio de los Deportes, Madrid,1982). 

-Peter Kowald Solo (I Festival Hurta Cordel—Instituto Goethe. Madrid- junio 1996).

-Cecil Taylor solo (Colegio Mayor San Juan Evangelista, Madrid-junio 2000).

-John Butcher solo (VI Festival de Música Improvisada Hurta Cordel / ¡Escucha!, 2001- Auditorio Nacional. Madrid-Octubre 2001).

-Agustí Fernández solo (Festival ExperimentaClub02, La Casa Encendida, Madrid-Octubre 2002)

P: Algo que quieras añadir

CH.: Gracias por tu invitación a participar y mis mejores deseos y respeto para el mundo jazzístico.