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..:: DAVE DOUGLAS. Entrevista por Efrén del Valle. BARCELONA, OCTUBRE, 2002

   
 

Con motivo de su paso por España en octubre de 2002 presentando The Infinite con su New Quintet, una entrevista en exclusiva para Tomajazz por Efrén del Valle. Sin desperdicio, el gran trompetista con ustedes...

 

   

En primer lugar, me gustaría hablar del contenido político de tu música. En "Constellations" hay al menos dos claras referencias sociopolíticas: "Maquiladora" y "Taking Sides". Cuando presentaste "Witness" en Barcelona, mencionaste tu apoyo a las manifestaciones contra la intervención norteamericana en Afganistán. ¿Entiendes la música como un medio para expresar tu compromiso político?

DD- No, entiendo mi música como un medio para expresarme a mí mismo y ese compromiso político es algo en lo que creo de una forma muy personal. Para mí, la música está por encima de las palabras, se trata de sentimientos y... No quiero decir sentimientos en el sentido de emociones, sino quizá refiriéndome a toda una generación, una época y lo que sentimos, lo que está ocurriendo. Y, por supuesto, lo que sucede en el mundo es extremadamente importante para mí y creo que debería serlo para todos nosotros. Pero no lo interpreto de un modo realista. Así que, por otra parte, creo que hay una relación muy intuitiva y quizá más poderosa con el hecho de imaginar soluciones y afirmaciones sobre situaciones del mundo.

Así que es algo muy personal, no lo haces con ningún objetivo. Simplemente te expresas a ti mismo...

DD- No te entiendo. Estás diciendo cosas que yo no he dicho.

No es así.

DD- Sí, lo es. ¡Escúchate!

Me refiero a que no intentas convencer a nadie de nada. Es sólo tu expresión de...

DD- Bueno, yo creo que la música debe convencer. Sí, estoy en desacuerdo con lo que me pides que diga. Creo que la música debería convencer a la gente y debería ser extremadamente personal y, si no lo es, resulta muy aburrida y poco intersante. Es como ese libro, As Serious As Your Life. Cuando estoy creando música en el escenario o en el estudio, es como una lucha por la supervivencia y quiero escuchar para entender lo importante que es. Y por eso intento vincular mi música a cosas que no son consideradas necesariamente musicales pero que también son extremadamente importantes.

Una de las características principales de tu música es la increíble mezcla de géneros. Desde jazz a folklore balcánico, clásica o electrónica. ¿Qué puedes decirnos de tu nuevo proyecto? ¿Guarda alguna relación con "Witness"?

DD- Acabo de terminar el disco y es básicamente un álbum de estudio. Trabajé muy estrechamente con Jamie Saft. Llegué con nuevas composiciones y lo grabamos mayoritariamente Joey Baron, Brad Jones y yo. Luego lo desarmamos todo y lo reconstruimos. Marc Ribot toca en buena parte del álbum. También están Ikue Mori, Jamie Saft, por supuesto, Craig Taborn, un par de saxofonistas y un tipo increíble que toca la tabla y la batería. Se llama Karsh Kale y también participa en la mayor parte del disco. Y debo decir que es emocionante para mí, porque cada vez que hacemos un concierto es algo distinto y escribo nuevos temas. Me parece que en el pasado, con cada grupo nuevo, yo escribía toda la música, desarrollábamos el concepto y lo presentaba. Y con éste, durante los dos últimos años en los que me he sentido más en el ojo público, cada vez que hago un concierto es como si todo el mundo estuviese observando.

Así que con este grupo ha sido divertido, porque cada vez que tocamos, evoluciona, cambia. Surgió del grupo Witness, que comenzó en el disco como una banda de nueve músicos más invitados y rápidamente se convirtió en una gira de siete músicos. Luego, al empezar a escribir música y tener ideas nuevas, tomó una dirección distinta, así que me pareció que ya no tenía nada que ver con el proyecto original. Éste es un proyecto totalmente nuevo. Así que espero encontrar un nombre realmente brillante para el grupo, pero hasta que no lo haga, lo llamaré Septeto porque son siete músicos. Ya conoces el grupo de la gira del año pasado con Jamie Saft, Craig Taborn, Mike Sarin, Brad Jones, Ikue Mori y Chris Speed. Era una gran banda y me encantaba, pero seguí componiendo y estoy escuchando otras cosas. Entonces, como sabrás o quizá alguien haya comentado acerca de algunas actuaciones en el Tonic...

Sí, lo leí en el Zorn-list.

DD- Ah, seguramente no les gustó nada...

Al contrario.

DD- Di un concierto con DJ Olive y fue muy interesante. Trato de ser muy objetivo con lo que hago y yo soy el primer testigo. Algunas cosas no funcionan y otras sí. A veces casi pienso: "Preferiría que esto fuese así" en lugar de que todo vaya bien. Por supuesto, quieres que todo funcione, tampoco voy a exagerar, pero decir que estoy experimentando con este grupo es la pura verdad. Debes de saber que Ikue Mori está tocando muy bien. Creo que sigue mejorando cada vez más. Es emocionante tocar con ella. Casi parece que tenga una orquesta completa en un lado del escenario. Y hemos trabajado juntos durante mucho tiempo. Creo que entiende muy bien lo que estoy buscando. Nadie puede comprenderlo todo, pero creo que comienzo a captar realmente su lenguaje. Y ese tipo de empatía es lo más importante en un grupo en directo, que los músicos puedan entender más o menos lo que el líder está buscando, y que el líder entienda con qué cosas se sienten cómodos los músicos, cuáles les llevarán a otro nivel.

Has trabajado con músicos tan dispares como John Zorn, Misha Mengelberg, Myra Melford, Hank Bennink, Uri Caine o el What We Live Trio. ¿Qué colaboraciones te han parecido más productivas?

DD- No lo sé. No cambiaría nada de lo que he hecho. Algunas me han gustado más que otras, pero creo que estoy intentando aprender algo cada día. Así que cuando toco con Misha Mengelberg, Han Bennink o Brad Jones, aprendo en cada concierto. Como ya sabes, hemos dado algunos conciertos con el Tiny Bell Trio por primera vez en casi dos años y está cambiando y creciendo. Es maravilloso.

Toqué con Horace Silver hace quince años. Para mí fue una experiencia increíble. Le estoy muy agradecido de que no me despidiera al momento. Yo no estaba calificado en muchos aspectos. Tenía veintitrés años. Así que no cambiaría nada. Y, por supuesto, tocar con Masada. He aprendido mucho y me lo he pasado muy bien. Creo que hicimos muy buena música. Me parece que una de las cosas que más me inspiraron fue la persistencia de John como compositor. Escribió doscientas piezas y se mantuvo fiel a ellas.

El primer directo de Masada se ha publicado recientemente a través de Tzadik.

DD- ¿Está bien?

Sí.

DD- Lo recibí por correo y debo admitir que tengo miedo de escucharlo.

Ya que estamos hablando de John Zorn, ¿qué opinas sobre la Cultura Radical Judía que está promoviendo? ¿Qué implica el término?

DD- Me parece fantástico. Creo que cualquier cultura debe ser una experiencia radical.

…?

DD- Creo que una cultura radical vuelve a las raíces extremas para avanzar de un modo totalmente eficiente y racionalizado. Por supuesto, no hay ningún contenido político. En ese caso, se trataría de Política Radical Judía, Cultura Política Radical Judía o como quieras llamarlo. Mi comprensión limitada – porque, ante todo, yo no soy judío-, como alguien que ha tocado en muchos proyectos asociados con la música judía y que la ha estudiado mucho porque le encanta, es que cualquier movimiento radical no implica necesariamente que sea vanguardista. Para mí significa despojarse de todas nuestras suposiciones, volver a los principios originales para avanzar sin el equipaje con el que hemos cargado durante los últimos cinco mil años.

Así que quizá radical en el sentido de pureza, para después...

DD- Si me permites, espero que utilices todas mis palabras y no las tuyas. Sigues intentando... Pureza es una palabra terrible. Creo que es peligroso incluso utilizarla. Ya sabes, tiendo a preferir las cosas impuras (risas). Creo que muchas veces, cuando la gente se refiere a la cultura, hablan de estereotipos y suposiciones sobre los demás y no sobre lo que es el hecho esencial de la cultura humana, que viene del corazón, del deseo individual de descubrir lo que está ocurriendo dentro – mente, cuerpo, alma- y expresarlo. Pero cuando te liberas de la suposición es para crear lo que quizá sea radical. A veces puede ser muy simple y otras tener algunos elementos superficiales que parecen otra cosa. Y es muy triste. La gente no se toma su tiempo para intentar comprender lo que alguien intenta decir, sino que saltan con lo que ELLOS quieren decir. Y sé que suena muy egocentrista: "Yo debería poder hablar y los demas tienen que callarse". No pienso así, por supuesto, pero creo que como artista, se me pide que me exprese a través de mi arte. Entonces espero que los demás tengan la consideración de pensar en lo que significa. Así que evitemos la palabra "puro".

En "The Infinite", versionas a Björk y le dedicas una de las canciones a Tom Yorke de Radiohead. Me preguntaba qué tipo de música estás escuchando actualmente.

DD- Bueno, escucho de todo. Me encanta Amon Tobim. ¿Le conoces?

.

DD- Es un artista brasileño de música electrónica. Es fantástico. Tengo el nuevo disco de Beck. Me encanta Beck y con este… ¿qué puedo decir sin ideas preconcebidas?... Cualquier música que se base en la guitarra me resulta problemática. Ya sabes lo que pasa con el guitarrista (imita unos acordes de guitarra). Sigo escuchando mucho a Bill Evans. Debo confesar que el nuevo álbum de Jennifer López me parece fantástico. Joni Mitchell, Jamie Saft. Sigo escuchando a Miles casi cada día. Milton Nascimento. Estuve en Brasil el año pasado y compré muchos discos suyos. Siguen gustándome Radiohead... Stravinsky, Stevie Wonder, Marvin Gaye. Me encanta el nuevo de Wayne Shorter. En realidad, compro discos contemporáneos de músicos de jazz como Brad Mehldau, Steve Coleman, Don Byron, Uri Caine, Frisell. Creo que la música que surge de la improvisación norteamericana está más viva que nunca.

Iba a preguntarte por tu opinión acerca de la escena vanguardista actual.

DD- En realidad yo no utilizo la palabra vanguardia, porque la idea me parece una vieja narrativa. ¿Me entiendes?

Creo que no.

DD- La historia de la música es como si llegáramos a un punto y entonces llega este tipo y luego éste, y quizá esa mujer una vez cada cien años. Ya no me parece que la historia se desarrolle de esa manera. Creo que lo hace en todas direcciones a la vez, así que el término "vanguardia" se convierte en una tradición del pasado. Y mucha gente dice: "Esto es música vanguardista". ¿Pero por qué lo es? Esto ya se hacía en los sesenta. Pero también pienso, ¿para qué discutir por una palabra? Es como la discusión sobre qué es jazz y qué no lo es. Es sólo semántica. Así que creo que la gente expresándose mediante la música con formas del siglo veintiuno está más viva cada día. La música ha tomado muchísimas direcciones durante los últimos veinte años. ¿Qué es vanguardia y qué no lo es? ¿Qué es irónico? ¿Qué es una concepción postmoderna y qué no lo es? ¿Y qué es sincero? Todas son muy buenas preguntas, pero también creo que la música ha ido mucho más allá. No tengo problemas con quienes utilicen la palabra vanguardia. Simplemente los tengo al decidir si encajo en esa categoría o no. E insisto, es porque me parece que hay una narrativa en la cual alguien está por delante de su tiempo, creando una música que nadie ha oído jamás. Y quizá las cosas funcionaron de esa manera en algún momento, pero ya no.

Tus discos han sido editados normalmente por sellos independientes como Avant, Songlines, W&W y Arabesque. Teniendo en cuenta que has firmado con una multinacional como BMG, ¿sientes algún tipo de presión artística?

DD- Simplemente me estoy guiando por mis oídos y mi corazón. Como sabes, al haber seguido mi música durante varios años, cada disco que edito es distinto al último. Creo que a BMG le encantaría que, repentinamente, comenzara a hacer discos extremadamente comerciales, pero saben quien soy y no esperan que lo haga. Me parece que, a medida que pasan los años, entiendo cada vez mejor el proceso de grabar discos. Me refiero a la idea de crear un artefacto que alguien comprará o se bajará de Internet, y lo escuchará en casa, con auriculares, en el tren o en cualquier lugar de una forma muy personal. Cómo comunicar lo que quieres decir es una habilidad muy especial y creo que estoy mejorando. Me considero muy afortunado. Acabo de terminar mi sexto disco para BMG y el presidente ya ha cambiado dos veces desde que estoy allí. Así que me siento afortunado por seguir en la compañía. Tengo una relación muy cordial con el presidente actual. Creo que entiende lo que intento hacer. Sabe mucho de música. Trabajaba en Sony Classical cuando estaban grabando Lutoslawski con Essa-Pekka Salonen y la Filarmónica de Los Angeles. En su época escuchaba a Miles. Así que es uno de esos ejecutivos poco habituales. Es el director del grupo RCA Victor y yo puedo ponerle mi último trabajo y se implica de forma personal, viene a las sesiones y se interesa de verdad. Quizá ése sea uno de los motivos por los que sigo allí y por los que puedo decirles: "Lo próximo que quiero hacer es un disco de electrónica" y no me echan a la calle. Me escuchan y dicen: "De acuerdo, confiamos en ti. Adelante." Y luego cruzan los dedos. (risas)

Me sorprende que se interese tanto.

DD- Le encanta la música, pero creo que llegados a cierto punto, la música creativa sólo puede sobrevivir en ese ambiente. Así que no creo que esté siempre con ellos. Llega un momento en que la realidad del dinero y el capitalismo... Ya sabes, las cosas deben hacerse cada vez más grandes y no es mi forma de trabajar. Pero me sentí muy orgulloso de un disco como "Witness", fue muy duro para ellos. Porque entiendo que son miles de personas trabajando en algo que a la mayoría no les importa en absoluto. Y querrían abandonar porque no lo entienden. ¿Puedes culparles? Quizá, no lo sé. Pero que el presidente se levante y diga: "No. Es Dave y vamos a hacerlo. Así que todo el mundo a trabajar y a apoyar este disco"- y por supuesto, vendió mucho menos que cualquier otro- fue algo muy importante para mí.

   
       
   

 Efrén del Valle. Octubre 2002. (c)Efrén del Valle, 2002.