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..: JOE LOVANO: ENTREVISTA POR CHRISTIAN GAUFFRE

   
 

Joe Lovano “El espíritu competitivo aleja demasiado a la gente de la pureza y la belleza de la música”

Palabras recogidas por Christian Gauffre en 1995. Publicada en Jazz Magazine y reproducida con el permiso de la publicación francesa. Traducción por Juan Carlos Hernández y Diego Sánchez Cascado. Fotografías por Jimmy Katz.


© Jimmy Katz, Blue Note Records 2003

   

Christian Gauffre: Ornette Coleman

Joe Lovano: Las primeras influencias vinieron, claro, de los discos. Mi padre tocaba el saxofón y tenía una gran colección de discos que iba de Coleman Hawkins a Lester Young, Sonny Rollins, Coltrane, Charlie Parker, Ornette Coleman... Estaba muy al corriente de lo que pasaba en el mundo del jazz. Había nacido en 1925, creció durante el gran período del bebop, escuchó a Miles y Bird tocando juntos cuando actuaron en Cleveland, tocó una vez con Coltrane en una jam session y recordaba con emoción esos grandes momentos. Crecí teniendo un concepto muy claro de las diversas épocas del jazz y de cómo encajaban. En mi actual forma de tocar intento fundir todas estas cosas. Mi Ornette es la mezcla de lo que hace Ornette y de lo que hacían sus grupos en conjunto, con Don Cherry, Ed Blackwell, Billy Higgins, Charlie Haden, Scott LaFaro…Su manera de interactuar, tocar temas e improvisar con su imaginación, de crear actitudes, adornar el ritmo, la armonía... Su manera de desarrollar simultánea y libremente ideas armónicas, melódicas, rítmicas... Para mí, el futuro de la improvisación es esta manera de fundir ideas, de utilizar el ritmo, la melodía y la armonía para crear música en lugar de simplemente repetir las formas... Hay que ir hacia adelante. La música de Miles Davis, de John Coltrane, de Art Blakey con sus Jazz Messengers, la de Ornette Coleman en los años 60... Son esos grupos, y no sólo sus líderes, quienes me han influido, la manera en que se realizaban los intercambios entre estos músicos. Coltrane no tocaba de la misma manera con Miles que con su propio cuarteto... La actitud cambia según la gente con la que uno toca. El entorno influye realmente. He intentado aprender de todo esto. Tanto, que lo que hago hoy, con grupos distintos, tiene cada vez un perfume diferente, una actitud diferente, en función del personal implicado.

Christian Gauffre: Gunther Schuller

Joe Lovano: Lo conocí a principios de los años 70, a través de su hijo, el bajista Ed Schuller, con quien yo tocaba. Ed y yo nos habíamos conocido en Boston. Yo estudiaba entonces en la Berklee School y Ed en el New England Conservatory, cuyo presidente era Gunther. En esa época conocía mal la música de Gunther. Sabía que había tocado la trompa en “Birth of the Cool”, que estaba en “Sketches of Spain”, que había escrito música para Ornette Coleman y Eric Dolphy, pero nunca lo había escuchado en estos trabajos. Un día fui a casa de Ed, por tanto la casa de Gunther, y me quedé pasmado delante de su inmensa colección de discos y manuscritos... Para poder moverse había que sortear los montones de libros y toda la documentación que utilizaba para sus trabajos. En su biblioteca, Ed decidió hacerme escuchar la música de su padre. Me pareció extraordinaria. A partir de esa época, Gunther vino mucho a escucharnos tocar... Siempre siguió lo que hacía. En los años 70 y 80 me llamó varias veces para determinados proyectos, en especial para una obra para orquesta titulada “Journey into Jazz”, creada originalmente para Eric Dolphy, Benny Golson, Don Ellis y una big band con un texto leído por Leonard Bernstein. Gunther me contrató para que hiciera la parte de Benny Golson. Era la primera vez que estaba en una orquesta dirigida por Gunther. Era impresionante. Después produjo algunos discos en los que participé y, poco a poco, a comienzos de los años 80 se estableció entre nosotros una verdadera relación de trabajo. Me contrató para dar clases en un taller que organizaba cada mes de agosto en Idaho. Fue en el 90-91 y regresé los años siguientes. Era un taller de música de cámara-jazz que duraba tres semanas. Esa proximidad me permitió conocer aún más su música y un día, en 1992 creo, escuché algo suyo que me asombró. Una música muy “contemporánea”, muy moderna, en pequeña formación. Enseguida me imaginé improvisando sobre esta obra, escuchaba el tenor en mi cabeza... Entonces tuve la idea de pedirle que hiciera orquestaciones para mí. Luego esto se convirtió en un disco sobre Ellington, Monk, Mingus, Ornette Coleman, con algunos estándares y originales. Gunther tuvo relaciones con todos estos músicos, conocía sus obras a fondo y además los conocía personalmente, sus sentimientos, sus conceptos... Aceptó enseguida. Escribió unas orquestaciones espléndidas para esta proyecto. No es como si hubiera contratado a un arreglista corriente que hubiese hecho lo que le diese la gana... Por ejemplo, cuando Gunther escribió un arreglo sobre un tema de Mingus, lo hizo pensando en Mingus, siempre respetando al compositor. También hizo un trabajo magnífico sobre Ornette Coleman... Aprendí mucho de él en esa ocasión. Sobre la orquestación y la manera de juntar las cosas de una manera sencilla, clara ...

Christian Gauffre: La producción

Joe Lovano: Produzco todos mis discos. He tenido muchas ideas y he podido realizarlas todas. A menudo, los músicos no logran montar sus proyectos, organizarlos por varias razones. Para componer la música, ocuparse de montar la totalidad de la operación, etc., hay que tener mucha confianza en uno mismo y pensarlo mucho. Me encanta producir. Mis propios discos sobre todo, pero he tenido la suerte de producir a otros artistas y me gusta. Fundamentalmente, pienso que un productor debe conocer a los músicos con quienes trabaja, tener confianza en sus aptitudes para tocar y crear música. Tiene que ayudar a realizar el proyecto. Hace unas décadas los productores lo hacían todo. Elegían los temas que los músicos iban a tocar y hasta a los músicos que iban a tocarlos. Aún siguen habiendo muchos discos en el jazz actual en los que el productor decide quién se sienta al piano o a la batería. El líder del CD se contenta con poner su nombre en la portada. La compañía destaca el nombre del artista pero el disco no es suyo. He participado en sesiones de este tipo. Por ejemplo con Lonnie Smith, el organista con quien realicé algunas de mis primeras grabaciones para Groove Merchant Records. Era el productor quien lo había decidido todo. Cuando entramos en el estudio, ¡Lonnie ni sabía lo que íbamos a tocar! Primero tuvo que aprenderse la música... Pero cuando se editó el disco, su nombre apareció escrito bien gordo en la portada. Cuando empezamos a hacer unos conciertos de promoción, Lonnie ni siquiera conocía el repertorio del disco. De hecho tocábamos blues, ¡nada que viniese en el disco! Creo que este tipo de cosas ocurren a menudo en el jazz. A veces una mentalidad “pop music” contamina esta música... Pero hay cada vez mas músicos que se responsabilizan. Antes muy pocos músicos producían sus discos. Por ejemplo Thelonious Monk no se ocupó nunca directamente de sus discos, siempre dejaba a Teo Macero hacerlo y tenían una relación de trabajo que funcionaba bien, sabían lo que iban a hacer. Teo escuchaba, se aseguraba de que el sonido fuera bueno y de que los músicos tocasen. Ocurría lo mismo con Miles Davis, John Coltrane... Para mi es un auténtico desafío hacerlo todo. Hay que tener realmente confianza en la gente con quien uno trabaja.

Christian Gauffre: Tony Bennett, Frank Sinatra… La aportación de los italo-americanos al jazz.

Joe Lovano: Bennett, es un músico sorprendente. Tuve la suerte de tocar varias veces con él pero siempre en grandes formaciones, cuando trabajaba con Woody Herman al final de los años 70, o bien con la Mel Lewis Jazz Orchestra... Tiene un sonido increíble. Cuando canta una nota, uno la siente, entra dentro de ti. Pasa lo mismo con Frank Sinatra, con Dizzy Gillespie, Miles... Estar en la misma sala que ellos era como recibir un golpe en el pecho. Es una cosa que me influyó mucho en la época en que buscaba mi sonido. Y el hecho de que, al tocar, cada nota sea importante en la melodía. Estos cantantes fueron muy importantes en mi evolución. Tuve la suerte de tocar con algunos grandes cantantes. Estoy muy orgulloso de haber tocado con Sarah Vaughan –siempre en big band, nunca en pequeñas formaciones, pero el solo hecho de estar ahí, de tocar los arreglos y de participar en el sonido... Fantástico. También toqué con Billy Eckstine, Joe Williams, Mel Torme... Es apasionante. Estos cantantes son músicos de jazz. Swinguean contigo, la manera de tocar de la orquesta les hace cantar de una cierta manera ¡y uno siente esta interacción!

Cuando se leen cosas sobre Lester Young o Miles Davis siempre se habla de Frank Sinatra. Era la misma generación. Sus interpretaciones fueron definitivas. Sencillamente porque tocaban con el corazón. Los músicos así se influían mutuamente, y Frank Sinatra... Claro, en mi familia, no parábamos de escucharlo.

Christian Gauffre: ¿Porque era italiano?

Joe Lovano: No sólo. Sobre todo debido a la pureza de su sonido. Yo pertenecía a una familia de músicos, mi padre era un fanático del bebop, pero mi madre y el resto de la familia eran fanáticos de Sinatra. Lo escuchaba a diario.
La herencia italiana en el dominio de la melodía, del lirismo y de la música en general siempre ha influido mucho al jazz. La forma de cantar de Caruso era tan expresiva que me dio la confianza necesaria para ser también expresivo. El jazz habla realmente de todo un universo musical. Los ritmos y las influencias de esta música vienen del mundo entero –África, música clásica europea, músicas folclóricas, blues... Las luchas de los pueblos. El jazz es una música que habla de la gente. El jazz trata de comunicación entre la gente. De combinaciones interculturales. Si uno analiza de cerca el jazz de los orígenes, la música negra americana de los principios, encuentra influencias múltiples: la música criolla de Nueva Orleans, diversas formas de melodías, las músicas de charanga, etc... No hay una música cuyo origen pueda ser aislado con precisión porque todo el mundo se influye entre sí. Vivimos hoy en un mundo tan globalizado... Viajo por todo el mundo y tomo ideas rítmicas de cada país. Y esto influye en lo que compongo. Claro, nuestra técnica personal, nuestra propia imaginación, nuestra historia personal –con quién toco, en qué tipo de grupo...– también cuentan. Es tu vida la que sale de tu instrumento. Charlie Parker lo dijo. Pienso en esta cita muy conocida: “Hay que vivir las cosas antes de que puedan salir de tu instrumento.”

Christian Gauffre: Tom Harrell

Joe Lovano: Tom es único. Es sorprendente, divertido. Tiene un don. Es un genio. Tiene una manera muy poética de tocar y de componer. Lo conozco desde finales de los años 70. Cuando llegué a Nueva York tocamos juntos. Estábamos en la orquesta de Mel Lewis juntos a principio de los años 80 y grabamos juntos por primera vez en uno de mis primeros discos para Soul Note “Village Rhythm”. Después, creo que toqué en seis o siete discos, con sus propias composiciones, para Contemporary y Chesky. Es un compositor sorprendente, un improvisador de verdad, uno de los más grandes de nuestra época, en todos los instrumentos. Para mí, entre los trompetistas contemporáneos, Tom está en la cima. En “Live at the Vanguard”, por ejemplo, se puede escuchar la total espontaneidad que había entre nosotros, creando esos temas, esas formas, esos arreglos conforme avanzaban. Ningún encadenamiento estaba preparado, ningún orden de solos, etc. Nos lanzamos y dejamos que cada tema encontrase su propia forma. Para tocar así con alguien hay que escuchar realmente y reaccionar. Tom tiene una conciencia total de todo lo que le rodea cuando toca. Comunicarse con él puede resultar a veces difícil pero... Tom tiene una personalidad muy compleja, pero cuando toca, cuando está metido en la música, es la más bella, la más pura de las músicas. Me recuerda a los más grandes trompetistas: Kenny Dorham, Fats Navarro, Miles, Lee Morgan, Booker Little, Clifford Brown... Tom conoce el repertorio y la historia del jazz. Tocó con Dizzy Gillespie y Dizzy adoraba lo que Tom hacía. Tom no compite. Toca con un enfoque puro y lírico, por eso es tan bueno. Muchos músicos, trompetistas especialmente, entran en este tipo de competición; “puedo tocar más alto que tú, más rápido que tú...“ Eso no es música, es aburrimiento en estado puro. El espíritu competitivo aleja demasiado a la gente de la pureza y de la belleza de la música.


© Jimmy Katz, Blue Note Records 2003

Christian Gauffre: Tocar con Europeos, Henri Texier, Aldo Romano…

Joe Lovano: Trabajar con ellos fue fantástico. Me aportaron su conciencia del jazz. Crecieron escuchando y tocando con Bud Powell y con todos los grandes que pasaron por Francia y por París. Pero también han conservado sus raíces folk. Cuando digo folk no pienso en la música folk sino simplemente en cosas muy arraigadas, con ritmos más sencillos. Esas cosas me influyeron. Además, en la época en que pude tocar con Henri, estaba ya implicado en este tipo de enfoque con gente como Paul Motian. Escucha lo que Keith Jarrett ha tocado durante su carrera: siempre hay, en el interior de la complejidad armónica, un elemento folk, misterioso. Con Ornette y Coltrane ocurre lo mismo. Lo que hoy llamamos “música del mundo” viene de Coltrane, de Miles, de Ornette. Músicos que tenían una conciencia aguda de lo que estaba pasando. No se limitaban a un sólo tipo de jazz. Tocaron y escucharon bebop, que fue su base melódica, armónica y rítmica, pero ocurrieron muchas más cosas a través su música. Cuando toco con gente como Henri hay un respeto profundo sobre todas estas cosas...

Christian Gauffre: Yosuke Yamashita

Joe Lovano: Tuve la oportunidad de tocar con Yosuke Yamashita: es un músico increíble. Tocamos juntos cosas que tenían un perfume oriental, melodías, energías y ritmos diferentes… Trabajo sobre un proyecto con Yosuke y baterías de kodo. Piano, saxofón y conjunto de kodos. Estos sonidos, estas energías, estos ritmos, la combinación de mi historia con la de Yosuke... Todo esto va a crear una nueva música. Todas estas cosas son verdaderamente apasionantes.
Yosuke Yamashita ha conocido una evolución bastante radical: de los discos de su período Enja hasta su homenaje a Gershwin en la época actual, tenemos a veces la impresión de no escuchar al mismo pianista... Yosuke es un pianista sorprendente, ¡puede tocar en registros tan diferentes! Es un consumado pianista clásico, también muy influido por Cecil Taylor, Andrew Hill y Bud Powell... Pero también puede tocar “Rhapsody in Blue” de Gershwin... En cuanto a la música que compone hoy me parece que está muy influido por la de Andrew Hill y Thelonious Monk, pero también por los conceptos de Cecil Taylor. Fusiona todo esto, lo que da una música a la vez libre y llena de formas y estructuras.

Christian Gauffre: La batería, el clarinete, las flautas y lo demás...

Joe Lovano: Siempre he tocado la batería. Cuando tenía siete u ocho años, el batería del grupo de mi padre compró un nuevo set y le regaló el antiguo a mi padre. Un día, mi padre llegó a casa con una batería completa, el modelo clásico de los años 40. Comencé a tocar con ella tranquilamente, divirtiéndome, sin ninguna presión. Fue en la misma época en que empecé a tocar el saxofón, mi padre me daba lecciones, así que la batería era como un descanso. Trabajé escuchando discos. Y empecé a tocar... Fui consciente de ello cuando trabajé la melodía de “Confirmation” de Charlie Parker al saxo. Trabajaba con el saxo y me luego me sentaba a la batería y naturalmente tocaba esa melodía sobre los tambores. Luego escuché otros discos y me di cuenta de que Philly Joe Jones, Max Roach, Art Blakey y Kenny Clarke tocaban también las mismas melodías que Bird y Diz. Las cosas empezaron a tomar forma para mí. El hecho de darme cuenta de que estos baterías tocaban la misma melodía que el saxo me hizo comprender que el saxo tocaba algunas cosas que también tocaba la batería… Comprendí los intercambios posibles, las maneras en que diferentes instrumentos reaccionaban entre sí. Fue un gran momento para mí.

Siempre he tocado la batería. Participé en muchas jam sessions y conciertos como batería. Poco a poco desarrollé mi técnica y encontré mi sonido. Tanto, que cuando compongo, cuando trabajo sobre un tema con el saxo y el piano para la melodía y la armonía, siempre me siento a la batería para el aspecto rítmico. Es muy importante en mi manera de componer. En el disco “Rush Hour” toco la batería en un tema que había trabajado al tenor y luego a la batería, pero fue la primera vez que toqué las dos partes en estudio, regrabándome. Toqué el solo de tenor y luego me puse los auriculares e improvisé a la batería. La batería siempre ha ocupado un sitio muy importante en mi vida. Tuve la suerte de tocar dos o tres veces la batería en la orquesta de Woody Herman. Otra vez, un lunes por la noche, Mel Lewis tuvo que irse al empezar el set y fui el batería de la orquesta en el Village Vanguard... ¡Conocía los arreglos! Tuve la suerte de tocar con Elvin Jones y hacer muchas de las pruebas de sonido en su lugar... Si buscas bien, te darás cuenta de que muchos saxofonistas tocan la batería. Michael Brecker toca muy bien, también Dave Liebman, Steve Grossman, Jerry Bergonzi... Para estos músicos es muy importante probar con otros instrumentos. Yo, por ejemplo, toco de todo, clarinetes, flautas, todos los saxofones... Hasta la trompeta. No sé realmente tocar pero por lo menos sé lo que es, lo he experimentado. En cambio, la batería y las percusiones siempre han estado en el centro de mi vida. Tengo percusiones del mundo entero, todo un surtido de gongs, que he utilizado en varios discos. Por ejemplo, en mi primer disco como líder, “Tones, Shapes and Colors” para Soul Note, en 1985, un disco grabado en directo, el titulo homónimo es un dúo entre saxo y gongs. Tenía un conjunto de seis gongs a mi alrededor, con una maza en la mano derecha y tocaba el saxofón acompañándome con los gongs. De hecho, se pueden hacer muchas cosas con una sola mano con un saxo. Rashaan Roland Kirk nos lo demostró. Tuve la suerte de escuchar a Kirk tocar cuando tenía unos 15 años. Fue uno de los primeros músicos que pude ver en directo, junto con James Moody, Sonny Stitt y Gene Ammons. Mi padre tocaba en el club donde tocaban todos. Entonces me hizo entrar. Cuando escuché a Kirk lo miré y me dejó atónito. ¡Cambió mi manera de tocar! Volví a casa y empecé a intentar reproducir todo lo que acababa de oír y ver. Y sé que fue eso lo que desembocó, muchos años más tarde, en la creación de una técnica para tocar el saxo y las percusiones conjuntamente.

Christian Gauffre: Sonny Stitt, Roland Kirk, James Moody

Joe Lovano: Lo que más me influyó de Stitt, Rahsaan y Moody, fue que Moody tocaba la flauta y el saxo alto, que Stitt tocaba el alto y el tenor y que Rahsaan tocaba la flauta y un montón de instrumentos... Fue en esa época cuando empecé a tocar la flauta, cuando estudié otros instrumentos. Estos tipos tenían un sonido personal con todos los instrumentos y fueron ellos quienes me dieron el valor de estudiar la flauta y todos los instrumentos de madera. Poco a poco, gracias a lo que hice a esa edad, pude adaptarme en función del trabajo que me ofrecían. Trabajé con Herman porque también sabía tocar la flauta, por ejemplo. En la orquesta de Mel Lewis tenía que tocar el clarinete... No soy un gran “doblador” como Bob Mintzer, por ejemplo, pero podía enfrentarme a ello. Y cada vez compongo más para estos sonidos diferentes. Creo que este enfoque amplió muchísimo mi vocabulario al tenor. Gracias al hecho de haber tocado el clarinete, el clarinete bajo y la flauta, ahora intento explorar otros registros y sonidos con el tenor.

Christian Gauffre: Frank Sinatra

Joe Lovano: Su música, su sonido, su personalidad me acompañan desde mi niñez. Ocupó un lugar importante en el mundo de la música en general en un momento en el que el jazz se desarrollaba, en los años 30-40. Sus interpretaciones servían de referencia para todos los grandes músicos. Por eso creo que músicos como Miles o Lester Young hablaban mucho de él. Tenía una gran personalidad, un tono que le era propio, un sentido sorprendente del swing y tenía buen gusto. En un período de desarrollo del jazz estos elementos tuvieron un gran protagonismo. Contribuyeron a la aparición de todos los grandes estilos que conocemos hoy.

Christian Gauffre: Mel Lewis

Joe Lovano: Entré en su orquesta en 1980 y me quedé hasta 1991. Tocar todos los lunes por la noche en el Village Vanguard durante todo ese período fue fantástico. Cada semana lo estábamos esperando: juntarnos para tocar la música de Thad Jones, Bob Brookmeyer con Mel... ¡Todas las piezas estaban escritas para él! Y la orquesta era la mayor big band del momento. Cuando entré en la orquesta hicimos una gira europea. Luego Mel me pidió que me quedase. Era una época sorprendente ya que yo tocaba con Paul Motian, desde 1981, y con Mel Lewis. Pasé los años 80 con ellos. En 1987 hice una gira con Elvin Jones durante seis meses. ¡Ese año toqué con Elvin, Paul y Mel! Increíble. Es también la época en que empecé a grabar como líder y a juntar muchos conceptos e ideas. Mel está presente en mi primer disco, “Tones, Shapes and Colors”. Entre 1983 y 1986, Mel participó en muchas giras con mi grupo -tenía muchos conciertos en cuarteto. ¡Mel tenía tantas ganas de tocar! Tengo realmente la sensación de haber aprendido mucho con gente como Mel y Paul. Con Mel tocábamos en big band, pero con la intimidad de un combo. En realidad, Thad Jones escribía para tríos: orquesta – bajo - batería. Un trío. La orquesta tenía el papel del piano. Y conservábamos esa intimidad de una pequeña formación. Aprendí mucho. Hubiera podido trabajar en muchas otras big bands que son como big bands, dónde uno siente a los veinte músicos.

Durante este mismo período, entré en la Liberation Music Orchestra y en la orquesta de Carla Bley. En 1983, me pase un año con ella. Tocamos en París, en el Olympia, y por toda Francia. Tocar con estas dos formaciones, al mismo tiempo que colaboraba con Mel Lewis, me abrió aún más perspectivas alrededor de estos diversos tipos de música. Se puede oír en mis grabaciones –“Universal Language”, “Rush Hour” y también en lo que hago hoy– que estas diversas influencias se reúnen en mi vida. Una combinación única. Raros son los músicos que han podido tocar en contextos tan diferentes: bebop, big bands, free (con Paul)... Es una historia muy rica de la que puedo sacar cosas.

Christian Gauffre: Su mujer, Judi Silvano

Joe Lovano: Siempre trabajo con mucha gente, pero hacemos mucha música juntos. Está en mi quinteto con violonchelo, voz, bajo y batería, por ejemplo. En 1996, hicimos unos conciertos con Gunther Schuller. Judi es una músico sorprendente, tiene raíces profundas en la música clásica contemporánea, hizo baile moderno durante años, bailó con Alvin Nicolai y Mel Lewis cuando llegó a Nueva York a mediados de los años 70... Tiene una herencia muy rica de música folclórica búlgara, música vocal del Este de Europa, pero creció en Filadelfia con un hermano que tocaba el trombón y que escuchaba mucho a J.J. Johnson y Miles Davis. Cuando la conocí, escuchaba a Thelonious Monk, Coltrane... Estaba muy metida en el jazz. Ella Fitzgerald es una de sus cantantes preferidas, intentaba aprender todos sus solos... Cuando empezamos a tocar juntos, coincidieron diversos elementos: sus influencias de música contemporánea y sus vínculos con el baile me influyeron mucho, y empezamos a tocar juntos por toda Nueva York, con baile. Con conjuntos sin sección rítmica – voz, trompeta, saxo soprano, clarinete... Paul McCandless tocaba el oboe y el corno ingles... La mujer de Paul también es bailarina. Ambas bailaban juntas e hicimos muchos conciertos “contemporáneos” por todo Nueva York. Era muy diferente del mundo del jazz en el que había estado metido hasta entonces. Y me abrió realmente muchas nuevas perspectivas. Y lo que hacemos juntos ahora se desarrolló poco a poco desde que nos conocimos en 1980.

 
   
   
© Christian Gauffre, Jazz Magazine 2004

Gracias a Jazz Magazine y Christian Gauffre por los permisos concedidos para la traducción y publicación (una vez más) y por el reconocimiento que con ello otorgan a Tomajazz (es todo un privilegio); a Juan Carlos Hernández por su gran empeño (es un placer); a Diego Sánchez por estar siempre para cualquier traducción. Casi siempre suele ser a nivel privado, pero esta vez será públicamente. ¡MUCHAS GRACIAS!
Pachi Tapiz