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..:: PERIODISMO Y JAZZ EN ESPAÑA (LUIS MARTÍN)

   
 


Luis Martín (Madrid - 1957). Lleva más de veinte años escribiendo en prensa y en torno a los quince haciendo programaciones musicales. En la actualidad es crítico de música popular en el periódico "ABC" y programa varios festivales temáticos de la marca "Emociona" (Ayto. de Madrid) entre ellos "Emociona Jazz".

   



Luis Martín


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P: Una pregunta de difícil respuesta a la que estamos sometidos las gentes del jazz ¿qué es el jazz para ti?

L.M.: El jazz para mí es una música universal que como ya se ha dicho en muchas ocasiones representa unos criterios de paridad, de igualdad de oportunidades para todo el mundo que es verdaderamente encomiable. Es la música más democrática que existe en la medida que exige una participación, una interacción entre audiencia y músico que no se produce normalmente. De una manera tan directa y tan cómplice no se produce en ninguna otra música popular. Por supuesto de la culta ni hablo porque en esa no hay interacción.

P: ¿Cuál es tu relación inicial con el jazz, tu primer encuentro con esta música?

L.M.: Creo que ni siquiera podría definirlo ahora mismo. Hace tantos años... yo nací hace 46 años y crecí básicamente con el "rock", que era lo que se escuchaba en la radio. Pero también crecí con programas de televisión que utilizaban el jazz como una especie de seudo-música culta, tal y como todavía se hace en estos momentos. Es en mi adolescencia cuando empiezo a tomar contacto con el jazz más ortodoxo, "be-bop" y todas las secuelas de este género que, por otra parte, sigue siendo el género dominante. Es más tarde ya, en mi juventud, cuando ya sí entro en contacto con el "jazz-rock" y ahí ya encuentro la conexión entre una música y otra y desde entonces no he dejado de encontrar esa conexión pero no con el "rock" si no con otras muchas músicas. Porque antes, cuando he definido el jazz de ese modo, estaba haciéndolo desde un punto de vista lo suficientemente abierto como para que pueda tener la misma perspectiva que pudo tener Don Cherry en su momento o Jan Garbarek.

No soy hombre de prejuicios. Para mí Medeski, Martin & Wood pueden estar perfectamente en un festival de "rock" o de "pop" o de "blues" y por supuesto en uno de "jazz". No voy a poner el grito en el cielo por eso.


P: Jazz y España, Jazz e Instituciones… ¿palabras de difícil convivencia?

L.M.: Sí, pero son las únicas que normalmente se pueden producir porque el jazz, como otras muchas músicas por otra parte, sigue sin ser lo suficientemente rentable. Un caso como "O.T." (Operación Triunfo)... yo no sé hasta qué punto sería rentable sin la intervención de Televisión Española. De hecho lo que más se critica a O.T. es que utilice el aparato propagandístico de la televisión pública, que no privada, para divulgar sus cosas. Creo que no hay nada que sea grande que sea rentable en estos momentos. Habría que elevar demasiado los precios. La única manera de hacerlo con el jazz, que es una música de mucha exigencia, es institucionalizarla.

Sí, no es fácil la convivencia. Yo hace poco decía que era un afortunado porque trabajaba para un organismo como el Ayto. de Madrid sin ánimo de lucro, por lo que no importan tanto las pérdidas. Las pérdidas se miran en otro sentido. Tiene que haber un buen dossier de prensa... pero sí se trata más de mirar el avance de la cultura. Bueno, eso no lo exige tanto el Ayto. de Madrid. Ellos ponen en mis manos y manos de técnicos como yo esas cosas como yo mismo me lo exijo. En consecuencia en muchas ocasiones no hay por qué programar evidencias... hay veces que se hace evidentemente, yo lo he hecho también. Pero el grueso de la programación mira hacia adelante, hacia ahora mismo. Es la única manera que existe de divulgar el jazz. La institucionalización.

P: ¿Qué ha de cambiar para que el jazz español alcance la madurez? (si es que no la hubiera alcanzado)

L.M.: Es que hablar de "jazz español" es complicado. Es como una vez que le preguntaban a Fernando Trueba , un director de cine con el que personalmente no coincido pero sí personalmente en algunas cosas, qué era el "cine español"... algo sobre el cine español. Él decía: me está usted hablando de "cine español" y en España no es que haya un "cine español", lo que existen son cineastas que hacen cine aquí porque son de aquí pero realmente no existe una industria como podría existir en Francia. En la música pasa lo mismo y por supuesto en el jazz.

Hay una serie de jazzistas que han encontrado una vía a través de esa mundialización que es la única parcela que le queda al jazz por explorar. Demostrar que es una música absolutamente viajera, que no solamente es estadounidense sino que puede abrazar cualquier cultura popular de cualquier parte del mundo. Eso se ha conseguido a través de unos ejemplos que por obvios casi no citaría, pero haré para que todo el mundo sepa de qué estoy hablando. Hablo de Paco de Lucía, de Jorge Pardo y de Chano Domínguez. Muchas veces no se sabe si son jazzistas con latido flamenco o flamencos con latido jazzista. El caso de Paco de Lucía sí ha sido el de un flamenco que ha querido evolucionar hacia otras músicas. El caso de Jorge era el de un jazzista con latido flamenco. El caso de Chano creo que es ambas cosas.

A pesar de la reiteración de esquemas y de fórmulas pueden ser los que sigan despertando más interés. Pero, por ejemplo, grupos como Dead Capo. La vía de Dead Capo me parece imprescindible, porque las otras pueden ser hasta machaconas. Conste que a mí me siguen gustando. Lo que desde luego no estoy dispuesto a admitir es que se hable de música de jazz en España cuando lo que único que se están reproduciendo son los lenguajes dominantes del "be-bop" como, por otra parte, lo están haciendo por ahí fuera al otro lado del Atlántico. La vía de Dead Capo me parece excelente. Así que desde este momento voy a apostar por ellos y me encantaría que dentro de dos años hablásemos y pudiéramos decir que es un grupo tan instalado como estos otros casos que he puesto.


P: Del panorama internacional del jazz, ¿qué nombres y movimientos te llaman especialmente la atención?

L.M.: Hay varias cosas. No te voy a hablar de estilos porque no me gusta definir las cosas, a pesar de que en mi oficio,  cuando me siento delante de un ordenador, consiste en definir estilos. Pero no lo voy a hacer.  Me interesa mucho lo que está haciendo Steve Coleman, en general. Me interesa unas pocas cosas, lamentablemente pocas, de lo que hemos visto en Vitoria, por ejemplo Jason Moran, The Bad Plus. Me interesan Medeski, Martin & Wood, me parecen divertidísimos. Me interesa cualquier corriente que investigue, que haga evolucionar las cosas.

No me interesa para nada las cosas que están asentadas y por supuesto me interesan muchísimo menos operaciones de mercadotecnia como las de Diana Krall o fenómenos similares.


P: ¿Cuál es tu valoración del actual panorama de festivales de jazz en España? ¿Jazz o acto social? ¿Se cuenta suficientemente con el jazz español y europeo? ¿Merecerían en todo caso estos últimos presencia sobre esos escenarios?

L.M.: Es que hay que particularizar. La música de jazz actualmente, por razones que... no voy a descubrir la fórmula de la Coca Cola si digo que la industria, cansada de tener pérdidas con la música "pop", está invirtiendo en otras músicas alternativas. Lo ha hecho con eso que comúnmente se llama "world music" (término que no me dice absolutamente nada). La gran desfachatez es decir que lo que se hace aquí... por ejemplo el flamenco no es música del mundo porque es de aquí. Sin embargo si estamos en Estados Unidos sí.  El "country" es música del mundo, en Estados Unidos no... en fin, es una auténtica majadería. Pero bueno, nos entendemos y hablamos de música popular de cualquier rincón del planeta. Se hizo con eso, de hecho creo que se sigue haciendo, sigue dando resultados. Y a costa de eso se nos cuelan un montón de gazapos e híbridos bien extraños. Pero también es cierto que ha salido gente muy importante.

Con el jazz está pasando lo mismo. Hay muchos festivales. Muy pocos son los suficientemente personalistas como para que no traigan propuestas que no estén en gira. Lo normal, para abaratar costes, es que se traiga a los mismos. Que en un momento determinado varios puntos de nuestra geografía están haciendo un festival, ya sea en verano, ya sea en otoño que es cuando suelen ser los festivales de jazz y los artistas son idénticos con lo cual, hablando de evolución, no se evoluciona mucho. Pero sí es cierto que por lo menos está sonando. En ese aspecto sí tengo que decir que aunque todavía el producto no esté lo suficientemente afinado tengo que ponerle una buena nota al número de festivales que hay.

Respecto de si se cuenta con músicos europeos o españoles...  hombre, hay un festival simpatiquísimo, encantador en cuanto a las personas que lo hacen y en cuanto a la dinámica que es Getxo. Muy acertado, solamente se dedica al "jazz europeo" con alguna salvedad últimamente y que no sé a qué demonios vienen grupos como Manhattan Transfer. Salvo eso lo cierto es que me parece que es el festival más adecuado para hablar de esto. Los demás... en el caso que a mí me ocupa sí se programan actuaciones de músicos europeos.

Pero te voy a contar una anécdota que te va a dejar muy claro esto. El año pasado, en la programación de "Emociona Jazz" se nos ocurrió algo tan elemental como integrar a los clubes, que son el vivero del jazz. Eran cuatro clubes en Madrid. Todos pensábamos que iban a poner un artista nacional. Curiosamente tres de aquellos cuatro pusieron actuaciones de artistas extranjeros porque, según ellos, los artistas españoles no vendían salvo los casos que he citado antes y, desde luego, Paco de Lucía ni lo citaban porque no va a ningún club pero sí es el caso de Chano y de Jorge. Quizá haya que plantearse por qué no venden lo suficiente, por qué no llaman la atención lo suficiente. Yo tengo la respuesta, todos tenemos una. Antes de algún modo lo he dicho. No tienen todavía suficiente entidad. Es tan sencillo como eso y no hay que rasgarse las vestiduras. También hay críticos que no tienen todavía la suficiente identidad. Yo no sé siquiera si la tengo, sé que hace años no la tenía... hay que ser sincero.

En cuanto a lo de acto social... hay mucho de eso todavía. La pregunta es malintencionada y yo voy a dar una respuesta todavía mucho más malintencionada. Afortunadamente a través de la diletancia llega el conocimiento, en algunos casos. Pero hay mucha diletancia, y si no obsérvese el éxito de una señora como Diana Krall que realmente bien poca cosa tiene que decir y sin embargo barre audiencias... así que hay bastante de acto social.

P: ¿Festivales o programación de club?

L.M.: Las dos cosas. En el club es donde uno se bate el cobre cerca del escenario viendo los aciertos y muchas veces no se debe hacer por parte de los músicos.  Y los músicos lo reciben... ahí la interacción, de la que hablaba al principio, es mucho más clara por la proximidad.

Y festivales porque son la manera perfecta de que de repente se nos muestre un abanico lo suficientemente grande, en la medida en que el programador tenga un suficiente conocimiento (que no siempre se produce), como para que se tienda ante el espectador un mosaico gigantesco y tenga una idea de lo que es el jazz. Porque el jazz es una música con más de un siglo de existencia y bueno, a estas alturas no vamos a enumerar la cantidad de estilos que ha atravesado.

El festival es muy interesante pero el club es lo cotidiano, lo de todos los días. Me quedo con las dos cosas.


P: ¿Cuál es la realidad del jazz en tu región?

L.M.: La realidad del jazz en Madrid es una realidad de pura inercia en estos momentos. Los clubes están regentados por gente muy fronteriza que a mí me consta podrían ganar más dinero poniendo cintas grabadas y poniendo cervezas y se quitarían muchos quebraderos de cabeza, pero siguen haciéndolo. Hay músicos que intentan evolucionar, algunos ni siquiera, aunque lo piensen.

En general en Madrid cualquier acto cultural, lamentablemente para mí que he nacido allí y que trabajo allí y además defiendo los intereses de Madrid desde una institución incluso que es de Madrid, no tiene el enganche suficiente. Es una ciudad a la que le falta darse cuenta de que es una de las capitales de Europa. Eso en general, imagínate la cuota que le toca al jazz, que es bastante. 


P: ¿Qué objetivos te planteas como periodista?

L.M.: No pienso en el público. Busco encontrar las luces y las sombras de las que habla Alfonso Armada en sus crónicas de Nueva York, lo que él busca en los teatros. Busco encontrar cosas diferentes, que me emocionen, que sean distintas, que me motiven, que me hagan pensar que la vida no es tan gris como normalmente es cuando nos levantamos. Busco encontrar algo que nos haga evolucionar y salir a todos de una inercia en la que estamos todos metidos. Y vuelvo a ejemplificar y además con muy mala intención. De esta inercia de "O.T." de homologación de estilos, de homologación de pensamientos... busco algo que nos haga salir de eso. Creo que el jazz es una vía y es a la que yo me dedico.

P: 5 discos imprescindibles de tu discoteca

L.M.: "La conferencia de los pájaros" de Dave Holland. John Surman "La ciudad privada"... fíjate que te estoy hablando de dos personajes británicos aunque Dave Holland viva desde hace muchos años en Estados Unidos (europeos, en consecuencia). Charlie Parker "At St. Nick´s", a pesar de que la grabación no es buena. Keith Jarrett "Still live". Hay un disco precioso de Jan Garbarek que, ¡mire usted por donde!, tiene poco que ver con el jazz aunque Garbarek no quiere saber nada de jazz. Está hecho con una cantante tradicional de Noruega  que se llama Agnes Buen Garna y se titula "Rosenfale"

P: 5 directos de tu vida (a los que acudiste… no se refiere a grabaciones)

L.M.: Dave Holland  con su big band en Octubre de 2002 en "Emociona Jazz", en el Colegio de Médicos. Bill Frisell en Vitoria hace cuatro o cinco años.  Corey Harris. Steve Coleman en el "San Juan" hace 8 años. Abdullah Ibrahim en Donosti.

P: Tienes la doble perspectiva de crítico de prensa y programador. Imagino que al programar tratas de trasladar tu visión crítica al contenido. ¿Cuál es tu criterio?

L.M.:  Te cuento una anécdota. Hace años un crítico me dijo que si tenía que halagar algo lo halagaba y si tenía que dar caña la daba. Es mi forma de ser. Y de algún modo también encajo esas cosas. A mí me gusta el boxeo y encajo los golpes. Sé lo que sucede cuando uno se sube a un ring se llame Cassius Klay, Rocky Marciano o Jack Dempsey. Lo que te decía... me dijo: "ya que te crees tan listo por qué no haces esto tú". Y entonces dije, "sí, lo voy a hacer". Básicamente intento materializar las formulaciones teóricas que realizo sobre el papel o sobre las ondas (he pasado por Onda Cero, M80, he hecho "blues", Europa FM). Hay gente que incluso piensa que siendo crítico no se puede ser programador. Craso error, porque es una de las obligaciones. Aquel hombre que me dijo aquello tenía razón. Si te crees tan listo intenta hacerlo tú. Y eso es lo que hay que hacer. Ya que te crees listo realmente pues intentar mejorar las cosas. Si no las mejoras, si eres un zopenco, un zoquete, un cenutrio pues algún día te lo dirán o ya te darás tú cuenta. Hasta ahora, y no quiero ser complaciente, creo que no ha ido mal. Hay dossieres de gente de prensa bastante versada que lo acredita.