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..: RENAISSANCE JAZZ QUINTET: GEOMETRIES VARIABLES

   
 

Por Sebastián Íñigo

La formación Renaissance Jazz Quintet, liderada por el trompetista Ramon Quadrada y formada por Santi de la Rubia, Jordi Berni, Joan Motera y Xavi Hinojosa, terminó de grabar Geometries Variables (Quadrant Records) en abril del pasado año. Aún así, el álbum puede adquirir –desde mi opinión– el calificativo de novedad discográfica, puesto que por su calidad merece ser dado a conocer en cualquier momento. En ese sentido, Geometries Variables es un álbum que podríamos calificar de intemporal, porque trasciende al tiempo; no necesita del vértigo del consumo rápido y olvidadizo. Un álbum que además tiene la cualidad de que en él se vuelve la mirada, fundamentalmente, hacia el legado de John Coltrane, mediante un sonido hard bop desbordante en imaginación y calidad interpretativa.

El álbum contiene nueve composiciones originales de Ramon Quadrada, inspiradas en experiencias vitales que le condujeron a plantearse un “renacimiento” en lo personal y en lo musical. De hecho, la portada del álbum así lo insinúa, al haber elegido para ella el célebre dibujo El Hombre de Vitruvio, de Leonardo da Vinci. Un “renacimiento” que desprende su confianza en el Hombre –con mayúscula, como modelo del Universo– y al que invita a apreciar su música desde otras perspectivas, desde otras proporciones, desde otras geometrías variables.


   


© Carles Roche

SEBASTIÁN ÍÑIGO.- Ramon, no sé por qué, pero creía que eras de Barcelona. Sin embargo compruebo que no estaba en lo cierto. ¿De dónde eres? 

RAMON QUADRADA.- Yo nací en Reus. Además no sólo nací allí sino que me considero un reusence militante, aunque exiliado forzosamente a la gran ciudad. La verdad es que no soporto de buen agrado vivir en ciudades grandes; me gusta más la vida en el campo. Lo que pasa es que, por cuestiones de trabajo, no me quedó más remedio que irme a vivir a la gran ciudad, en este caso a Barcelona.

SEBASTIÁN ÍÑIGO.- ¿Por qué elegiste el nombre de Renaissance para tu formación?

RAMON QUADRADA.- Bueno, el nombre del grupo es consecuencia de dos hechos: por una parte, durante muchos años me tuve que dedicar a tocar en otras formaciones y contextos que en nada tenía que ver con el jazz –por razones alimenticias, llamémoslas así–, cuando mi deseo hubiese sido tocar únicamente jazz; por otra, y como consecuencia de la primera –por la cantidad de bolos que hacía–, un día sufrí un accidente de coche del que salí mal parado (un conductor ebrio chocó contra mi coche), obligándome a permanecer hospitalizado durante bastante tiempo; de hecho llegué a estar en la UCI durante ocho días. Como resultado de esa triste experiencia aproveché la ocasión para reconstruirme y volver a comenzar. Me dije: ahora es el momento. Como además tuve que estar seis meses parado sin tocar y alejado de los bolos y todo eso, pues aproveché ese tiempo para estudiar muchas cosas, para documentarme, para oír mucha música, para hacer una especie de reciclaje interno. Y como fruto de ambas vivencias apareció el nombre de Renaissance, y me lo tomé como eso, como una segunda oportunidad, como un nuevo renacer.

SEBASTIÁN ÍÑIGO.- Además, ese renacer lo simbolizas utilizando para la portada del álbum la imagen de El Hombre de Vitruvio, de Leonardo da Vinci.

RAMON QUADRADA.- Yo es que además de músico me considero una persona muy cercana al humanismo. Creo en el hombre, y considero que todo lo que podemos hacer depende de nosotros mismos. Y en ese sentido, Leonardo da Vinci es para mí todo un ídolo.

Toda la época del Renacimiento me atrae y me interesa muchísimo. En esa época fue donde empezaron unos pocos privilegiados artistas y algunos protocientíficos –digámoslo así–  a creer en el hombre y a aprender a depender no de Dios, sino de sí mismos. Y esa idea a mi me interesa mucho; y asocio ese renacimiento humanístico, que a mí me gusta como idea de fondo, con la idea de mi propio renacimiento tras el accidente, con la idea de tener  segundas oportunidades en la vida, oportunidades para comenzar a hacer cosas nuevas.

SEBASTIÁN ÍÑIGO.- Si hablamos de tiempo y esfuerzo, desde que las concebiste ¿cuánto tiempo te ha llevado darle forma a esas “geometrías variables”?

RAMON QUADRADA.- ¡Uff! Mucho, pero es que yo me tomo la vida con mucha calma actualmente. Ya no tengo que batir ningún record, así que cambio dinero por tiempo: mientras tenga para vivir, prefiero tener tiempo a tener dinero.

Para gestar la idea y componer la primera serie de temas, me tiré como un año. En cuanto a esfuerzo, ninguno, me gusta tanto hacer lo que hago que no lo siento como un esfuerzo, sino como un placer. Mi tiempo es para estudiar, componer, tocar y vivir la vida.


Renaissance Jazz Quintet - Geometries Variables

SEBASTIÁN ÍÑIGO.- Has comentado que durante el tiempo que estuviste en el hospital y el posterior período de convalecencia oíste mucha música. ¿A qué músico o grupo descubriste o redescubriste?

RAMON QUADRADA.- Durante el tiempo que estuve en la cama del hospital, quien me consolaba a todas horas era John Coltrane. Redescubrí a John Coltrane, de quien anteriormente había escuchado toda o prácticamente toda su discografía. Me lo puse en el iPod, me lo llevé al hospital, y allí escuché durante horas toda su música. Fue entonces cuando comprendí realmente a Coltrane. Y además me dio la idea para el tema básico de este álbum: Geometries Variables. Quizá influyó el hecho de que muchas cosas en la música son matemática pura. Pitágoras, por ejemplo, fue el primero que estableció las bases del sistema tonal que hemos utilizado hasta el siglo XX.

Yo siempre había visto la música desde una perspectiva muy poética, y a partir de ahí pensé que igual investigar la parte geométrica de la música –sin olvidar la poesía, claro–, también podría ser muy interesante. Y empecé a componer una serie de temas basados en relaciones diferentes entre las notas, intervalos no muy utilizados, etcétera, y compuse una serie que denominé “Geometries”, donde llegó a haber unos seis o siete temas, de los cuales elegí tres para este disco, donde cada uno tiene una referencia diferente, pero que, en general, todos están basados en una misma idea de fondo.  

SEBASTIÁN ÍÑIGO.- Por otra parte, y ya que has mencionado a John Coltrane, la verdad es que su influencia se nota a lo largo del disco; un álbum en el que el hard bop está presente. Desde tu opinión, ¿cómo valoras la aportación de John Coltrane al jazz en general y al hard bop en particular?

RAMON QUADRADA.- Para mí, John Coltrane es la puerta del jazz moderno. Charlie Parker también lo fue, pero en aquella época aún estaba muy ligado a la era del swing en cuanto a su manera de tocar. En cambio, Coltrane fue un tipo que abrió unas puertas diferentes que llevaron a lugares diferentes, totalmente nuevos. Entre otras cosas fue muy criticado por eso en su época, porque tocaba sin el swing clásico que aún conservaba Charlie Parker. A su vez, Coltrane también se metió en el mundo de la música modal, en el mundo estricto de la melodía independizándola de la armonía; fue de los primeros en hacer solos de 20 minutos, y un largo etcétera. Es decir, una serie de conceptos que hasta entonces eran impensables; solamente se había hecho en la música clásica, pero no en el jazz, no en el mundo de la improvisación.

Por todo lo anterior, nos damos cuenta de que de él (y de Miles) dependió en buena parte la evolución del hard bop o post bop y de sus músicos, con gente como Wayne Shorter, McCoy Tyner, Joe Henderson, Woody Shaw, etcétera; es decir, de los protomodernos. O en la actualidad, de gente como Joe Lovano o Tom Harrell, que a mi me encanta. En definitiva, una serie de gente que practican lo que yo llamo hard bop contemporáneo.

SEBASTIÁN ÍÑIGO.- Si miramos los créditos de tu anterior trabajo discográfico, Paradisos Imparells (Satchmo. 2003), nos damos cuenta de que ninguno de los músicos que te acompañaban entonces lo hacen ahora en este nuevo trabajo. ¿Quiere decir esto que en la actualidad, y tras ese “renacimiento”, te interesa experimentar con músicos más jóvenes que tú? ¿Qué te aportan?

RAMON QUADRADA.- Sabes qué pasa, que la gente se va haciendo mayor: tienen niños, tienen que trabajar muchas horas y  tienen poco tiempo para otras actividades. A mí una de las cosas que más me gusta es ensayar, y a la mayoría de los músicos de mi generación no les gusta mucho eso, entre otras cosas porque realmente tienen poco tiempo para ello. Y entonces, claro, yo lo que realmente quería era tener a una gente con la cual pudiera trabajar en el ensayo, puesto que me encanta trabajar muy concienzudamente en el ensayo. Esto te ayuda, incluso, a que cuando luego subes al escenario te olvides de todo y simplemente toques. Viene a ser más o menos lo mismo que lo que hacen los buenos clubes de fútbol: como se entrena es como se juega. En el caso de la música, como se ensaya es como se puede llegar a tocar. Para eso necesitaba gente joven que tuviera tiempo, pero que también tuviera mucho entusiasmo; que tuviera ganas de tocar a cualquier hora, a cualquier día, por cualquier precio, en cualquier lugar, etcétera. Y eso no se tiene a los cuarenta o cincuenta años, sino que se tiene a los veinte y pico.

Afortunadamente, la cosa ha cambiado mucho en pocos años. Ahora hay una generación de grandísimos músicos jóvenes aquí en Barcelona –y, en general, en toda España– con muchas ganas de hacer todo lo que he comentado. Además me gusta mucho la idea de pensar un poco como Horace Silver o Art Blakey, que al paso de los años se iban renovando a sí mismos a base de tocar con gente más joven que ellos. Yo eso es lo que hago actualmente: les aporto experiencia, capacidad de organizar y composición, y ellos me aportan su música y su entusiasmo. Es una simbiosis perfecta.


Renaissance Jazz Quintet
© Carles Roche

SEBASTIÁN ÍÑIGO.- ¿Quiénes son los músicos que están contigo en Renaissance Jazz Quintet? Cuéntanos algo acerca de ellos.

RAMON QUADRADA.- Los músicos que me acompañan en el grupo son Santi de la Rubia (saxo tenor), Jordi Berni (piano), Joan Motera (contrabajo) y Xavi Hinojosa (batería).

Santiago de la Rubia es un monstruo de la música. Él es de Benidorm, y desde muy pequeñito ha vivido la tradición valenciana de las bandas musicales, en las cuales, y desde los siete años, muchos niños tocan ya un instrumento. Eso se nota mucho, porque para ellos es una forma muy natural de relacionarse con el instrumento; algo que se convierte en tan cotidiano como el hablar. Además, y con respecto al jazz, Santi de la Rubia es un amante tremendo de este tipo de música. Es un saxofonista que admira mucho a Coltrane, a Shorter, a Henderson, a Lovano... Le gusta este tipo de música, la disfruta y la vive, aparte de que es un chico magnífico, con mucho entusiasmo y con una gran nobleza personal. Es un músico con mucha entrega y muy generoso. Es una persona excepcional, que además no para de estudiar, con lo cual estoy seguro que llegará muy lejos.

Jordi Berni es un pianista espectacular. Siendo aún muy joven ganó el premio Tete Montoliu de la SGAE al pianista revelación por su gran talento. Jordi fue alumno mío con 20 años, y entonces, cuando aún no sabía mucho ya tocaba muy bien, y eso es lo mejor que le puede pasar a un músico, porque eso quiere decir que está dotado de un talento natural con el que unos nacen y otros no tanto. Además de eso, y como sólo con el talento no se va a ninguna parte, Jordi Berni ha tenido la inteligencia de ponerse a estudiar mucho, cosa que en este disco se refleja perfectamente porque toca de muerte.

El contrabajista Joan Motera puede que sea el menos conocido de todos. El es de Llançà, un pueblo de la provincia de Girona, a 15 kilómetros de la frontera con Francia, en el extremo norte de la Costa Brava. Durante muchos años vivió aislado en su pueblo trabajando en un empresa sin apenas tocar nada. Un día, de repente, cuando ya tenía unos años, empezó a tocar, y en un año y medio estaba dominando el contrabajo. En cinco o seis años que lleva tocando es capaz de hacer cosas maravillosas. Esto indica que era un hombre con un talento especial, pero que no lo había descubierto hasta entonces. Tiene un sonido y un empaque tocando que se parece mucho al estilo de los contrabajistas clásicos como, por ejemplo, Paul Chambers. Bajistas que parecen que no están, pero que todo el grupo gira en torno a ellos. Llevan el tiempo, el sonido y la intensidad de una manera perfecta. “Camina” de maravilla.

Por último, el baterista Xavi Hinojosa es un claro ejemplo de la precocidad. Cuando Xavi tenía tres años su padre le tuvo que comprar una batería de juguete, con lo cual está todo dicho. Además, Xavi es de Terrassa, que como todo el mundo sabe es la ciudad “centro logístico del jazz” dentro de Cataluña. Barcelona es la gran ciudad donde todo pasa, pero Terrassa es el alma del jazz de Cataluña. Por lo tanto, Xavi Hinojosa ha tenido la suerte y la oportunidad de conocer a todos los grandes músicos de aquí, y los de fuera que han venido por aquí. Es un músico con mucho talento, que también estudia mucho y poseedor de un swing como pocos tienen.


Ramón Quadrada Big Band - Paradisos Imparells

SEBASTIÁN ÍÑIGO.- Al hilo de mencionar tu anterior trabajo discográfico, Paradisos Imparells, me sugiere preguntarte dos cosas: ¿Qué representa esos “paraísos impares”? y ¿Volverás a hacer algún trabajo discográfico con tu Big Band?

RAMON QUADRADA.- Paradisos Imparells partió de una idea que me gusta mucho que es que en esta vida todo el mundo es susceptible de llegar a tener un paraíso propio, aunque por suerte o por desgracia, a algunos les toquen los paraísos impares. Con ello me refiero a la gente que habita en la parte “menos normal” de este mundo, el arte, la noche, los sueños, es decir, los paraísos incómodos, minoritarios. Creo que los que habitamos en ellos, nos encontramos, nos reconocemos en cierta forma como almas gemelas, creativas y nos reconfortamos, nos damos fuerza para seguir. Escribí una serie de poemas relacionados con esta idea y de ellos salió más tarde la música.

En cuanto a lo del disco, me encantaría hacer otro y resucitar la Ramon Quadrada Big Band, pero para eso se tendrían que dar las condiciones propicias, en lo económico sobre todo: mover una big band resulta carísimo!!

SEBASTIÁN ÍÑIGO.- Tanto en “Paradisos Imparells” como en “Geometries Variables” has contado con el productor Josep Ramon Jové. Supongo que os une una gran amistad de años, ¿no?

RAMON QUADRADA.- Josep Ramon Jové tenía hace años un tienda de discos en Lleida junto con un socio. Parte de los beneficios que obtenían en ella los invertían en la discográfica Satchmo Jazz Records, y así podían grabar discos. El negocio de la tienda de discos fue a menos -decayó por lo que todos sabemos acerca de la piratería- y tuvieron que cerrarla. Y junto a ella también tuvieron que cerrar la discográfica. Luego Josep Ramon Jové se independizó y, en vez de desanimarse, fundó otra compañía, Quadrant Records.

Aunque los presupuestos en este país para grabar discos todos sabemos los que son, afortunadamente yo puedo grabar discos porque soy un poco “mosca cojonera”, y consigo subvenciones de Ayuntamientos, de Diputaciones, etcétera. Estoy siempre persiguiendo, porque si no la cosa es muy difícil.

Lo que hace Josep Ramon Jové es de un mérito enorme. Hoy en día mantenerse en esto es de héroes, sobre todo si tenemos en cuenta la que está cayendo en el tema de los discos, las dificultades que existen y la poca tradición en jazz que hay… Ya digo, de héroes. La verdad es que los de Quadrant son gente que aman profundamente el jazz y a la cual yo le estoy muy agradecido por lo que hacen.  

SEBASTIÁN ÍÑIGO.- A tenor de este comentario, ¿qué crees tú que pasará con el formato CD? Por causa del pirateo, las bajadas, etcétera, ¿crees que desaparecerá el CD como formato físico?

RAMON QUADRADA.- Mira, si llegara a desaparecer el CD, yo creo que será por una cuestión tecnológica, no por el concepto de tener un soporte físico donde tengas la música para guardarla. Porque, claro, más allá de la música de consumo –digamos que es la que se baja fácilmente por Internet– está el aficionado al jazz. Y aunque no sean muchos los que lo son, el buen aficionado quiere tener su música en un medio físico; quiere tener en su casa una estantería con su colección, tocar el disco, quitarle el polvo, ver las portadas, disfrutarlo, etcétera. Son sensaciones complementarias a la música, pero que tienen un gran valor para el aficionado y el coleccionista.

En ese sentido, yo pienso que lo que haremos será vender menos cantidad de CD. Seguramente, lo que habrá que hacer será desarrollar más todo ese sistema de ventas por Internet. En realidad, cuando tú vas ahora a comprar discos, ya te ofrecen la posibilidad de comprarlos directamente en MP3, sin tener que enviártelo a casa. Lo pagas y lo descargas. No obstante, yo creo que eso irá bien con la música comercial, pero no tanto con las músicas un poco minoritarias, como puede ser el jazz y la música clásica, donde yo creo que no se perderá el formato físico. La ilusión del músico por hacer un disco y concebirlo como una obra completa, con una serie de temas relacionados entre sí y con un diseño acorde, yo creo que no se perderá

SEBASTIÁN ÍÑIGO.- Con respecto a Geometries Variables, ¿sólo se puede adquirir a través de Internet o también se puede encontrar en las tiendas del ramo?

RAMON QUADRADA.- Afortunadamente, y desde hace algún tiempo, los discos de Quadrant Records –y, por lo tanto, también el mío– no sólo se pueden encontrar en Internet sino también en todos los centros de Fnac y de El Corte Inglés. Aunque, desde luego, el que quiera adquirirlo por Internet puede hacerlo directamente a través de la  página de Quadrant Records http://www.quadrantcorner.com/ o en www.elcorteingles.es o en www.recetas.net entre otras.

SEBASTIÁN ÍÑIGO.- ¿Tienes ya concertadas actuaciones para este verano?

RAMON QUADRADA.- Este año se nota especialmente la famosa crisis, aunque parezca un tópico. Muchos festivales de pequeño y mediano formato han tenido que reducir drásticamente la programación por falta de presupuesto. Ahora mismo tenemos confirmados el 30 de mayo en la Jazz Cava de Terrassa, y el 11 de julio en el Festival de Ezcaray, y apalabrados un Jamboree en Barcelona para finales de junio o julio y algo para julio en el Festival de verano de mi ciudad, Reus.

SEBASTIÁN ÍÑIGO.- Ramon Quadrada, muchas gracias por habernos dedicado este tiempo y por tu música.

RAMON QUADRADA.- Gracias a ti. Soy de los que pienso que todo el mundo que se dedica a esto del jazz, bien desde las emisoras de radio o revistas o bien desde las páginas web que hablan de jazz, realizan una labor que considero heroica. Por eso le doy siempre las gracias a todo el mundo. Los músicos sin vosotros no haríamos nada, y supongo que viceversa. Realmente estamos todos en el mismo barco y si no remamos todos, esto se hunde.  

   
   
Texto: © 2009 Sebastián Íñigo, Tomajazz
Fotografías: © Carles Roche, 2009