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..: RICARDO GALLO. Entrevista por Pachi Tapiz

Ricardo Gallo es un pianista colombiano que el pasado año 2010 publicaba en el sello portugués Clean Feed la grabación Tierra de nadie, y también aparecía en Live In Lisbon del cuarteto del trompetista Peter Evans. Pachi Tapiz charló con él sobre su nuevo proyecto Tierra de nadie, además de sus otras formaciones y del jazz en Colombia.


© Eliseo Cardona

PACHI TAPIZ: Lo primero de todo, quería que nos explicases de dónde viene el nombre de tu grupo “Tierra de nadie”.

RICARDO GALLO: Principalmente viene de la intención de no identificar necesariamente esta música con una nacionalidad específica. Otra intención que hay allí es la de permitir que los músicos se expresen libremente con el bagaje que cada uno trae. Esto me incluye a mí como compositor y pianista en el grupo. Mi bagaje está presente ahí con mi interés por músicas folclóricas de mi país y de otros lugares, y también está el interés de todos por la improvisación colectiva. Pero no pretendo conseguir un sonido específico, sino más bien que el resultado sea la suma de lo que cada uno de nosotros aporta. Por último, la cita de Cortázar que incluí en el disco habla de la música como una tierra de nadie donde " [...] los complejos y los mitos se resuelven en melodía [...] sólo cuenta una voz murmurando [...] la recurrencia de lo que somos, de lo que vamos a ser". Me pareció apropiado hacer esta relación, en mi interpretación, de la música como un espacio de intercambio, y en el que se expresa de dónde venimos, dónde hemos estado, y hacia dónde vamos o queremos ir.

PACHI TAPIZ: ¿Cómo surge esta formación en la que están Ray Anderson, Mark Helias, Satoshi Takeishi, Pheeroan AkLaff y Dan Blake?

RICARDO GALLO: Ray Anderson ha sido un importante mentor para mí y con él he aprendido mucho acerca de improvisación, acerca de una tradición sobre la cuál edificamos lo que hacemos, y también sobre la importancia de una búsqueda de una individualidad como algo fundamental. Él conoció mi música en ensembles en la universidad en la que fue mi profesor, y eventualmente en grupos suyos mientras yo interiorizaba su sonido en el trombón. A través de Ray conocí a Mark Helias y a Pheeroan akLaff, a quienes escuché varias veces en vivo en Nueva York. Helias mezcló mi primer disco en 2005, y de ese modo él también comenzó a conocer mi proceso. Pheeroan había trabajado ya con otro músico colombiano (Juan Sebastián Monsalve). Tocamos juntos en un grupo de Ray alguna vez, y él mismo tiene un interés en conocer músicas de otras latitudes. A Dan Blake lo escuché con una amiga en común, la cantante argentina Sofia Rei Koutsovitis, y colaboramos en otros proyectos previos a Tierra de Nadie. Siempre tuvimos mucha empatía. Satoshi Takeishi tiene una larga historia de colaboración con músicos colombianos. Vivió en Colombia durante cinco años y fue un pionero en la incorporación de ritmos tradicionales de allí en el jazz contemporáneo. También es una gran inspiración para muchos bateristas, percusionistas y músicos en general en mi país, y además tiene un amplio bagaje en otros tipos de música. Tuve la oportunidad de presentar un grupo mío en el Encuentro de Músicos Colombianos en Nueva York que organiza el pianista Pablo Mayor. En anteriores ediciones de este festival había participado con otros grupos que lideraba. Para esa ocasión, que tuvo lugar en diciembre de 2007, comencé a escribir un repertorio con las intenciones que te he mencionado antes, y me pareció apropiado llamarlos a ellos. Después de esto escribí más para este grupo que funcionó muy bien en su primera actuación, tuvimos más presentaciones y fuimos armando el resto de la música del álbum.

PACHI TAPIZ: En tu música hay una fuerte influencia folclórica, pero sin embargo tu música en Tierra de nadie suena a jazz contemporáneo. ¿Cómo trabajas con tus compañeros para lograr ese resultado?

RICARDO GALLO: En este grupo llevo el material para trabajar, composiciones que en algunos casos pueden tener ciertos elementos de música folclórica. Pero esto está más en la escritura que en la manera de tocar o en los instrumentos, como sería el caso de otro grupo mío que es el cuarteto de Bogotá. La escritura en este caso además está un poco más destilada ya que no se refiere directamente a algún tipo de música específico. Si bien en el grupo trabajamos en destacar la idiosincrasia de cada pieza, me preocupo en dejar mucha libertad a cada intérprete y en pensar en diferentes maneras de interactuar. Por último debo decir que trabajar con ellos es un placer porque el compromiso con la música y la experiencia en la creación en grupo de todos ellos hace que los resultados de este proceso lleguen de una manera muy orgánica.

PACHI TAPIZ: Gerry Hemingway es compañero de Ray Anderson y Mark Helias en el trío BassDrumBone (entre otras formaciones), y suele tocar con multitud de músicos. ¿Has tenido ocasión de tocar en alguna ocasión con él?

RICARDO GALLO: Sí. Tuve la ocasión de tocar con él una sola vez. Fue en Nueva York en un cuarteto dirigido por Ray Anderson, con el que tocamos composiciones suyas. Completaba el cuarteto el contrabajista Brad Jones. Fue un placer tocar con Gerry Hemingway. Por lo menos por mi parte sentí que había una conexión. He escuchado su quinteto en directo y también varias veces BassDrumBone, que en directo son fascinantes.

PACHI TAPIZ: Por otra parte y volviendo a tus respuestas, y a la vista de la buena respuesta que ha tenido el estreno discográfico del grupo, ¿cuáles son los siguientes pasos que tienes previsto dar con Tierra de nadie? ¿Tienes previsión de tocar en Europa?

RICARDO GALLO: Hace poco he tocado con el grupo en Nueva York. El 28 de Abril [de 2011] en Drom y el 1 de mayo en Cornelia Street Cafe. Voy a ir alimentando poco a poco el repertorio. En el lanzamiento del CD el pasado Noviembre estrenamos una pieza, y para los meses que vienen planeo tener algo de nueva música. Estoy comenzando a tocar puertas para traerlos a Colombia, ya que en septiembre hay una red de festivales por todo el país. En Europa me encantaría presentar este proyecto, pero no hay nada concreto.


© Secretaría de Cultur de Bogotá

PACHI TAPIZ: En tu cuarteto colombiano sí se aprecian más claramente las influencias folclóricas. El pasado año publicabas Resistencias, que es vuestra tercera grabación. Háblanos sobre este grupo. Cómo surge y cuáles son sus próximos proyectos.

RICARDO GALLO: El grupo surge en 2005 con la intención de presentar algún repertorio mío que había escrito pensando en influencias folclóricas de diversas regiones del país, con el que intentaba buscar un sonido fresco bien con el uso del piano de maneras percusivas, bien del modo contrario siendo muy melódico. También con el uso de la percusión proporcionando otro color adicional al trio de piano. Después de grabar el primer disco Los Cerros Testigos, y de realizar algunos conciertos justo antes de la grabación y después de su aparición, sentí que se había generado una identidad de grupo. Además este debut fue muy bien recibido en general, y tenemos una gran empatía. Quise entonces continuar alimentando la idea del grupo. De ahí que el siguiente álbum, Urdimbres y Marañas, tiene más variedad rítmica y tímbrica con piezas que están pensadas específicamente para el grupo, especialmente debido al hecho de que hay batería y percusión. El tercer álbum, Resistencias, sigue insistiendo en la identidad del grupo, en la expansión de nuestro sonido y en la búsqueda de una creación colectiva (tanto en la improvisación como en la composición).

Para nuestros próximos proyectos seguimos insistiendo en tratar de lograr llevar esta música a más lugares en vivo, dentro y fuera de Colombia. Musicalmente estamos explorando mucho con la improvisación colectiva usando nuestro repertorio como punto de partida o de llegada. Poco a poco también estamos expandiendo ese repertorio, pero no tenemos planes próximos de otra grabación.

PACHI TAPIZ: En Resistencias se indica en el artwork: “Sugerimos una resistencia a las categorías, una resistencia a las limitaciones de la escena frente a nuevas propuestas, una resistencia a la invasión mediática, una resistencia a la idea que el desarrollo individual se opone al desarrollo colectivo”. También hay unos títulos de temas como “Inseguridad democrática” (que yo veo como de una cierta pasividad y un tema con un tono muy melancólico o triste) o incluso “Viejo presagio”. ¿Qué motivos son los que os impulsan a llevar a cabo o a propugnar esas Resistencias?

RICARDO GALLO: Estos pronunciamientos son quizás resultado de un contexto. En Colombia hemos tenido y seguimos teniendo que insistir mucho para hacer que se escuche y se valore nuestra música. Cuando uso la primera persona en plural me refiero no solo a mi grupo, sino también a otros proyectos de mis compañeros, y por extensión a otros músicos asociados. Hay todavía un gran complejo de inferioridad en Colombia. Quizás esto ha cambiado un poco, pero no lo suficiente. Claramente y desde un punto de vista político nos falta mucho por avanzar en términos de cultura, lo que resulta paradójico. ya que hay muchas expresiones en plena ebullición que son tanto autóctonas como recientes en diálogo con lo que sucede en otros países. “Inseguridad Democrática” es un comentario sobre la principal política del gobierno anterior, burda copia de ideas del anterior gobierno en Estados Unidos, y que descuidó muchos aspectos. El título también busca que sea interpretado de múltiples formas, como tú lo has interpretado. “Viejo presagio” es algo más personal, como una decepción anticipada.

PACHI TAPIZ: Volviendo a la influencia folclórica, me gustaría que nos explicases los orígenes de las músicas que aparecen en vuestros temas (cumbia, porro, bambuco...), tanto en los de tu cuarteto como en tu dúo con Alejandro Flórez.

RICARDO GALLO: Hemos usado muchos ritmos y géneros de diversas regiones. Iiba a comenzar a enumerarlos pero comienzan a ser muchos… Lo importante es que me interesa la diversidad que hay en Colombia debido por un lado a la multiplicidad étnica, tanto pre-colombina como después de la conquista: europeos y africanos se suman a los nativos, siendo los europeos principalmente Ibéricos y que ya de por sí venían mezclados. La influencia africana trae todo un universo sonoro, y el mestizaje de todas estas influencias crea algo particular del lugar. Me interesan las diferentes maneras de concebir la música, más allá de los elementos que aportan. Por eso el abordaje de cada elemento folclórico a la hora de hacer una pieza propia es diferente. Siento que hay infinidad de recursos para experimentar. Como me interesa el ritmo, me parecería aburrido quedarme sólo con uno o con unos pocos ritmos.

PACHI TAPIZ: Según leo en las líneas de Meléyolamente... ¿para qué sirve la música de ese disco? ¿Tenéis intención de continuar publicando alguna grabación más? Por una parte me encanta la influencia folclórica, también el sonido del tiple, pero me parece muy llamativo que hay temas con una gran libertad (“Ni Ebla el Páramo”, por ejemplo).

RICARDO GALLO: Esa pregunta inicial creo que también es resultado de un contexto, y tiene que ver con lo que te parece llamativo, que haya tanta improvisación libre en medio de este ambiente más folclórico. En otros lugares tal vez no se cuestionaría tanto; la “utilidad” de la música no sería objeto de duda. Sí se nos ha ocurrido eventualmente grabar más. Tenemos algo de repertorio nuevo, y el sonido del dúo cambió después de varias presentaciones que dimos después de publicar el disco, pero no hay planes concretos en un futuro próximo.

PACHI TAPIZ: Aparte de algún otro enigma como el tema “La Distritofobia” que aparece en los dos primeros discos de tu cuarteto, puesto que la distribuidora de vuestros discos es precisamente “La Distritofónica”, me resulta muy enigmático el tema titulado “Contradicciones de una serpiente inversa”. Aunque no es tuyo, ¿nos puedes explicar de dónde viene ese título tan particular?

RICARDO GALLO: La Distritofobia es un amistoso juego de palabras, pero también un comentario de ese amor-odio que tenemos por nuestra ciudad Bogotá (Distrito Capital, por eso tanto con el prefijo “distrito”). Acerca de “Contradicciones...”, la verdad es que no he logrado obtener una explicación del compositor, nuestro bajista Juan Manuel Toro. Nos mantiene en el enigma.

PACHI TAPIZ: ¿Qué otros proyectos tienes en marcha o tienes previsto iniciar?

RICARDO GALLO: Con el trio TAUOM junto a Satoshi Takeishi y Dan Blake tenemos intenciones de grabar pronto. En principio es un trío cooperativo. Por otro lado he comenzado a realizar algunos recitales solo, pero quiero hacer otros más antes de publicar algo. También he dado conciertos en dúo con el baterista Jorge Sepúlveda en Bogotá. Ocasionalmente nos reunimos con otros músicos en nuevas formaciones, quizás algunas de ellas puedan cristalizar en algún proyecto.

PACHI TAPIZ: ¿Cómo afrontas tus conciertos a piano solo? Partes de algún repertorio inicial, quizás hay ideas iniciales pero es un desarrollo más o menos libre, o si son directamente improvisaciones libres...

RICARDO GALLO: Es algo que estoy comenzando a desarrollar. He usado repertorio mío que uso en otros grupos pero adaptado a piano solo. También hago improvisaciones libres, así como improvisaciones como introducciones, finales, interludios entre las piezas. Eso es lo que he hecho hasta ahora, por ahora.

PACHI TAPIZ: Fuera de los proyectos y grabaciones, ¿cuándo y quién o qué fue lo que te hizo decidirte a ser un músico, un pianista y dedicarte al jazz?

RICARDO GALLO: Me di cuenta que me gustaba mucho la música a una edad temprana, pero fue poco antes de entrar a la Universidad cuando comencé a considerarla seriamente como carrera. Cursé un semestre de ingeniería electrónica, pero desde el primer día me di cuenta que debía estudiar música de lleno. Ya había estudiado teclados y guitarra, así que el piano vino como algo inevitable. Primero porque me siempre me ha gustado aunque no había estudiado piano propiamente dicho, y segundo porque sabía que quería estudiar composición y me imaginaba que el piano sería una herramienta necesaria. El jazz también vino antes de entrar a la Universidad. Lo escuhaba en la radio e intercambiaba discos con amigos. Cuando comencé a estudiar en Bogotá y estuve en algún grupo de jazz universitario me encantó la experiencia de la interacción directa con otros músicos y de la creación espontánea. De ahí comenzó por mi parte una verdadera profundización en estos aspectos.

PACHI TAPIZ: También me gustaría que nos hicieses un pequeño retrato del jazz en Colombia. Aquí en España no es muy conocido, aunque hay algún músico como el contrabajista Juan Pablo Balcázar o el guitarrista Juan Camacho que me gustan mucho.

RICARDO GALLO: Bueno, esto es difícil de contestar brevemente. Tal vez sea adecuado hablar desde lo más actual y de algunas incursiones previas porque una historia cronológica es toda una investigación, aunque ha sido y es una escena pequeña. Hoy en día curiosamente hay un momento prolífico en este aspecto. En 2010 se editaron 24 discos de jazz, algo que es significativo ya que hace diez años los discos que se publicaban se contaban con los dedos de una mano. Hay músicos jóvenes preparados tanto en el exterior (Estados Unidos, Europa, Buenos Aires), como en Colombia. Ha habido un interés por las músicas locales que son verdaderamente muy variadas y ricas, y los proyectos con este interés son en unos casos más evidentes o más profundos que en otros. Hay un grupo de músicos interesados en una exploración creativa mas allá de lo que se plantea en las escuelas de jazz, lo cuál es muy interesante. Algunos nombres actuales son: Juan Manuel Toro, Jorge Sepúlveda, (que mas allá de ser mis compañeros de grupo tienen sus propios proyectos y sus propios repertorios y estilos compositivos), Pacho Dávila, Juan Andrés Ospina, Nicolás Ospina, Kike Mendoza, Juan Sebastián Monsalve; en Nueva York están Pablo Mayor, Lucía Pulido, Sebastián Cruz, Alejandro Flórez, Edmar Castañeda, Samuel Torres. Algunos llevan un poco más tiempo como Hector Martignon en Nueva York y Antonio Arnedo en Colombia. Particularmente este último fue muy influyente en los 90 cuando justo se comenzaba a crear una discografía más notable. En los 80 el compositor Zumaqué realizó un proyecto pionero en la incursión de música local y jazz en el que participaron Antonio Arnedo y Satoshi Takeishi. Por supuesto se me escapan muchos nombres actuales y en el pasado hubo muchos otros contribuyentes, pero a pesar de que he seguido la pista de lo que pasa en el jazz en nuestro país no me dedico a la investigación del tema, y tampoco este es el espacio para ello. Para documentación reciente hay un portal en internet que poco a poco se está consolidando y en el que se puede encontrar más información: www.jazzcolombia.com. También invito a visitar la página del colectivo de música creativa La Distritofonica www.ladistritofonica.com, y la página del local matik-matik en el que se pueden escuchar grabaciones de conciertos de jazz y música experimental: http://matik-matik.com/media/

PACHI TAPIZ: Para finalizar, ¿nos podrías decir tus grabaciones a piano solo favoritas?

RICARDO GALLO: Es dificil escoger, pero aquí están algunas que me vienen a la mente:
Cecil Taylor. Silent Tongues
Muhal Richard Abrams. Vision Towards Essence
Sylvie Courvoisier. Signs And Epigrams
Thelonious Monk. Solo Monk
Herbie Hancock. The Piano
Bill Evans. Alone
Gonzalo Rubalcaba. Solo
Andrew Hill. From California With Love

Texto: © Pachi Tapiz 2011
Fotografías: © Eliseo Cardona y Secretaría de Cultura de Bogotá