Avishai Cohen: el jazz global. Por Jesús Gonzalo 1

Avishai Cohen: el jazz global. Por Jesús Gonzalo

Avishai Cohen

Llega a Nueva York en 1992 procedente de Israel; recibe clases de piano, su primer instrumento que ha interpretado como solista en algunos de sus grupos, y demuestra un virtuosismo fuera de lo común en el contrabajo. Una visión amplia del jazz que abraza el rock, el pop, lo latino, las influencias clásicas y los géneros del momento suscita el interés del poliestilístico pianista Chick Corea, quien lo ficha como bajista para su proyecto Origin y cuenta con él en proyectos New Trio y New Quartet.

Siempre contó con el apoyo discográfico de su mentor para Strecht Records, y allí grabó cuatro discos desde su debut en Adama, 1998. Lyla inauguró una nueva etapa al frente de su propio sello discográfico, Razdaz Recordz. Una carrera, la de Avishai Cohen, que ya se venía prestigiando en el plano instrumental (mejor bajista de 2001 para Down Beat), y promocionándose como líder al frente de la estimulante International Vamp Band (IVB), o junto a su New Quartet o en el proyecto de rock Gadu. Últimamente y de manera frecuente cuando va de gira lo hace al frente de su trío de piano.

Cohen gusta de titular sus discos con una sola palabra que encierre un mensaje. Recientemente ha entregado Almah (2013) y Duende (2012), pero fue Lyla (noche en hebreo, 2003) el que significó un punto señalado en la consolidación de su estilo. Era un intento de materializar en el estudio, bajo una ambiciosa producción musical más cercana al pop, las experiencias vividas en directo con un grupo tan diverso y nutritivo en culturas como la IVB (formada por tres israelíes, un cubano, un argentino y un neoyorquino; trompeta, trombón, saxo, piano, bajo y batería).

El mensaje que nos deja un músico viajero de 40 años, que ha vivido entre pueblos enfrentados, es claro: reivindicar la fusión de estilos no como una acomodada excusa creativa, sino como principio que elude fronteras expresivas y políticas, que evita la acumulación de identidades pero no la fusión entre ellas sin caer en la mezcolanza. Es, pues, una personal extensión del género setentero del jazz de grupos de Chick Corea como Return To Forever o el mismo Origin.

Motivos africanos, lirismo pop, empuje funk y soul, música brasileña, tango… un carácter expansivo y aperturista, el de Avishai Cohen, que le hacen posicionarse en el lugar que un día conquistó Pat Metheny para el jazz comercial. Intensidad expresiva, nervio interpretativo y creatividad colectiva, en directo su música pide una escucha atenta y gratificante a la vez, que se nutre de distintos ingredientes y colores culturales: judíos, clásicos, afro y latinos, cosmopolitas.

Lo mejor de Avisahi Cohen hay que buscarlo en la habilidad para comunicar y recuperar imágenes prestadas bajo una perspectiva integradora. Un músico que canta, un músico integral e íntegro -también cantante- con aptitudes y actitudes para coronarse en un ámbito polifacético decidido e ilusionante: el jazz global.

Texto: © Jesús Gonzalo, 2015
Fotografía: © Rafa Márquez, 2013

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