DAVID S. WARE QUARTET PLAYS SONNY ROLLINS FREEDOM SUITE

Ciclo "Jazz ao Centro – Encontros Internacionais de Jazz"
Teatro Académico Gil Vicente, Coimbra
29 de marzo de 2003, 21:30 horas
Aforo: lleno, aprox. 750 personas

Músicos:


Fotografías © Nuno Martins, 2003


Resenha - Reseña 

Portugués: Pedro João Viegas

Español: José Francisco Tapiz


Resenha

Foi com grande expectativa que cheguei ao Teatro Gil Vicente na noite de 29 de Março para ver um dos quartetos mais consistentes do jazz actual. Parece-me que o "David S. Ware Quartet" é, para o início do século 21, aquilo que o famoso quarteto de John Coltrane foi durante os anos 60. Uma banda de horizontes largos, que se diverte a abrir e indicar novos caminhos ao jazz. Esperava assistir a um reencontro entre a vanguarda e a tradição. Não é todos os dias que um discípulo dilecto homenageia o seu mais querido professor. O "papa" Sonny Rollins. Para mais, quando esse discípulo é uma força da natureza como David S. Ware. Com efeito, a criatividade, a pujança lírica do seu sopro e a honestidade intelectual do seu discurso não fazem adivinhar a sua débil condição física.

O concerto, no mínimo, correspondeu totalmente às expectativas criadas em seu redor. Depois de uma primeira peça, para aquecer os motores, o grupo começou a tocar "Freedom Suite", essa pérola originalmente escrita por Sonny Rollins para trio (Oscar Petitford no contrabaixo e Max Roach na bateria), e gravada para a etiqueta "Riverside Records". Os dezanove minutos e poucos segundos da peça original deram aqui origem a cerca de cinquenta minutos de grande jazz que me fizeram viajar por toda a história desta grande musica. Isto só me parece possível devido à estabilidade dos elementos da banda. Recordo que esta banda vem a tocar junta desde a década de oitenta, só dançando a cadeira do baterista (Gillermo E. Brown toca com o David S. Ware Quartet desde 1999).

Gostaria de começar a minha análise do concerto pela força propulsionadora do grupo. Estou a referir-me a William Parker, esse bravíssimo contrabaixista, que foi no concerto de Coimbra o farol que indicou o caminho aos seus colegas. A grandiosidade do musico ficou espelhada, quer a solar livremente, aproveitando os longos espaços de liberdade dados pelo líder, quer a sugerir o balanço (dinâmica ) com que a banda abordaria os temas. Aliás, essa é uma herança que David S. Ware colheu na escola "Cecil Taylor Unit". É sabido que o grande pianista não escrevia as partes rítmicas deixando aos músicos liberdade para sentir as melodias e empreenderem as dinâmicas mais adequadas. A titulo de curiosidade, gostaria de referir que ao longo do concerto, na ausência em cena do líder, foi William Parker a figura tutelar da banda, a tocar, quer em duo quer em trio.

Mathew Shipp, esse extraordinário pianista diletante, foge do obvio como o diabo da cruz. Sintetiza na perfeição o legado dos músicos free da década de 60 (Cecil Taylor e outros) com o que vão fazendo as novas vanguardas no início deste novo século. Ao misturar no seu pote de recursos tão bons ingredientes, cozinha um fraseado totalmente inovador, quer na abordagem técnica ao instrumento, quer na beleza da sua linguagem. Que grande actuação!

Guillermo E. Brown foi um comparsa competente, mais integrado (como não podia deixar de ser) na banda do que na ultima vez que tocou em Portugal, em Lisboa, no Centro Cultural de Belém. Nota-se que é um baterista possuidor de recursos rítmicos assinaláveis e que conhece bem a linguagem dos companheiros. Isto é visível na unidade das dinâmicas imprimidas e na consistência da base rítmica.

David S. Ware foi simplesmente arrebatador. Ele é o polvo que, com os seus largos tentáculos, abraça a musica dos seus companheiros e lhe dá forma. Chama a si a responsabilidade de tornar o momento mágico. A sua oração é de tal maneira intensa, tão rica de conteúdo expressivo que o ouvinte é transportado, por via do seu sopro, para uma viagem mística, plena de vibrações positivas, que puseram o Teatro Académico de Gil Vicente rendido à qualidade de um grande mestre e com vontade de conhecer mais da sua obra e da obra de outros, que, com a sua arte, ajudou a construir. Da parte do "Jazz ao Centro", fica aqui um grande muito obrigado pela grandeza, pela qualidade e pala honestidade com que o David S. Ware Quartet prestigiou estes encontros.

João Pedro Viegas

 


Comentario

David S. Ware presentó dentro de los Encuentros Internacionales de Jazz de Coimbra su última grabación, "Freedom Suite" (AUM Fidelity - AUM023, 2002), en un concierto único en Europa. Integrando su cuarteto (estable desde hace más de dos años) tres fantásticos músicos: Guillermo E. Brown a la batería, Matthew Shipp al piano y un monstruo del contrabajo así como una de las figuras más activas de la escena improvisada a nivel mundial, mister William Parker. A nivel particular un servidor tenía sus dudas acerca de si el cuarteto optaría en el concierto por presentar únicamente su relectura de "Freedom Suite" o si como añadido a esta el grupo expondría en directo su propuesta sonora tras la senda iniciada por el cuarteto en "Corridors & Parallels" (David S. Ware Quartet, 2001, AUM Fidelity) y prolongada por el pianista tanto en su labor como director artístico del sello "Thirsty Ear" como en discos como "Antipop vs Matthew Shipp" (a nombre de Antipop Consortium),"Equilibrium" o "Nu Bop" (estos a su nombre) y dónde habitualmente está acompañado por Parker y Brown (integrantes además del trio del pianista).
El recorrido visual al escenario, con piano de cola, contrabajo y batería al fondo de izquierda a derecha y el saxo tenor de David S. Ware en el centro y al frente despejó una parte de mis dudas nada más entrar en el magnífico teatro (que registró un lleno para el concierto). Simplemente quedaba por averiguar si el concierto se restringiría a su revisión de la composición de Sonny Rollins o si añadirían algún material adicional. Afortunadamente, tuvimos una magnífica versión de la "Freedom Suite" (50 minutos) y 30 minutos más (25 más un breve bis de 4 minutos) de JAZZ de primera categoría en lo que se puede calificar como un viaje circular a lo largo de la historia del jazz. 
El grupo estructuró la Freedom Suite en tres partes. Se inició con unos aires coltraneanos y espirituales que mostraron la potencia y realidad musical de este cuarteto: una base rítmica de bajo y batería que logra que la música y el grupo caminen solos, siendo un soporte excepcional para las evoluciones del saxofonista y el pianista. Increíble la capacidad del contrabajista, tanto al arco como pulsando las cuerdas. Fantástico también el trabajo del batería con un toque ideal para una música creativa y libre (a pesar de basarse en una temática hard-bopera) como la presentada. David S. Ware demostró el motivo por el cual en un momento Sonny Rollins lo señaló como uno de los saxofonistas jóvenes a tener en cuenta (años ha): tiene potencia, dominio del instrumento y sus registros y una gran expresividad. Impresiona su capacidad para pasar sin ningún problema de momentos sonoros hiper-expresionistas a una interpretación absolutamente canónica de hard-bop a la altura de la del músico revisitado. Por su parte Matthew Shipp demostró una maravillosa forma de golpear el teclado de la que lograba extraer sutiles sonidos de su instrumento, sin olvidar momentos que nos llevaron incluso a los orígenes del jazz. Igualmente importante es señalar el hecho de que el saxofonista, a pesar a pesar de figurar como titular del grupo, dejó espacios lo suficientemente amplios a sus compañeros para evolucionar y expresarse, de tal modo que pudimos disfrutar de solos, dúos, tríos y cuartetos a lo largo de todo el concierto que sin duda satisfacieron las altas expectativas a priori puestas en él. 
Como segunda parte del concierto (interpretada a continuación y sin existir más lapso que el propio entre finalizar una composición y comenzar la siguiente) el grupo procedió a trabajar sobre el repertorio propio del saxofonista, nuevamente abriendo grandes espacios para la imaginación, la creatividad y el sonido, permitiéndose incluso realizar una aproximación al blues. 
Posiblemente David S. Ware vuelva a Europa con su cuarteto en unos meses (éste era, ya lo he reseñado, el único concierto que ha dado en Europa en esta ocasión, en un viaje en dónde se unió al Matthew Shipp Trio que ha estado girando por Europa). Si quieren un consejo, no se pierdan su actuación si les es posible. Para finalizar indicar que es un nuevo acierto en esa gran programación que es la de "Jazz Ao Centro": un modelo de festival y organización (con un criterio muy claro apostando por la creatividad y sin depender de nombres de grandes masas ni de grandes multinacionales del negocio del disco)y un ejemplo para muchos festivales ya consolidados y que presumen de una grandeza que no es tal. 

 

José Francisco Tapiz

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