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THE BAD PLUS / ESBJÖRN SVENSSON TRÍO / PAT METHENY

6ª jornada del 27 º FESTIVAL DE JAZZ VITORIA-GASTEIZ.


THE BAD PLUS

  • Fecha: 18 Julio 2003

  • Lugar: Teatro Principal

  • Asistencia: 400 aprox.

  • Hora: 18:30 h

  • Componentes:
    Ethan Iverson (piano)
    Reid Anderson (contrabajo)
    David King (batería, juguetes, walkie talkies…)


REID ANDERSON - DAVID KING - ETHAN IVERSON
THE BAD PLUS
(Fotografía: Carlos Pérez Cruz)

Comentario: Con el "21" uno tiene la sensación de cierto abandono. Como si se diera por sentado que lo que allí se ofrece es más para cumplir la cuota de minoritarios que realmente para fomentar el acercamiento a propuestas creativas (que se le suponen a un ciclo de estas características). Cierto es que el horario de 18:30 horas no es el más adecuado (por costumbre) para las tardes de verano pero desde la organización y desde los medios se percibe un cierto olvido de lo que en el Principal pasa. Ya que allí no parece importar el público… ¿por qué no profundizar más en la innovación y riesgo de los proyectos?

The Bad Plus viene a ser definido por su multinacional discográfica como "el trío más ruidoso del mundo". Dicho así pareciera que su música tuviese como objetivo reventar el pabellón auricular del oyente. Y lo único que reventó fueron las ansias creativas del trío. Con un repertorio perfectamente estructurado pero abierto a la novedad que se le supone a cada directo jazzístico.

Trío de constante interacción. Capaz de extremas intensidades y de sutiles pianos. Un conglomerado que absorbe desde la pegada del rock hasta cierto sinfonismo clásico. Que construye y "deconstruye" con una facilidad pasmosa. Sus versiones (por ejemplo el "every breath tou take" de Police) son excusa para un desarrollo absolutamente personal e intransferible.

Visualmente es llamativo el arsenal sonoro de David King. No sólo la batería sino mil y un juguetes (mal rollo tendrá con su hija) y demás artilugios percutibles forman parte de su forma de expresión. Su uso no es aleatorio. No es "show" visual que encubre mediocridades. Su uso, inteligente, se encuadra dentro de un discurso lógico.

Son muy buenos instrumentistas pero sobre todo han conformado una exquisita maquinaria perfectamente engrasada.


ESBJÖRN SVENSSON TRÍO / PAT METHENY

  • Fecha: 18 Julio 2003

  • Lugar: Polideportivo de Mendizorrotza

  • Asistencia: 3500 personas

  • Hora: 21:30 H

  • Componentes:

    EST
    Esbjörn Svensson (piano)
    Dan Berglund (contrabajo)
    Magnus Östrom (batería)

    PAT METHENY
    Pat Metheny (guitarras)
    Perico Sambeat (saxo alto)
    Marc Miralta (batería)
    Chris Higgins (contrabajo)
    Jorge Pardo (saxos y flauta)
    Carles Benavent (bajo eléctrico)
    Tino di Geraldo (batería)
    Gil Goldstein (acordeón y piano)
    Harkaitz Martínez (txalaparta)
    Igor Otxoa (txalaparta)
    Kepa Junkera (trikitixa)

    Comentario: Por primera vez en lo que llevamos de festival (es decir, a punto de terminar) el doblete nocturno de Mendizorrotza estuvo compensado. Compensado en cuanto al nivel de unos músicos extraordinarios con propuestas de entidad. Con la propuesta consagrada del trío sueco E.S.T. y con el experimental encuentro sobre el escenario del gran Pat Metheny con los no menos grandes Perico Sambeat, Carles Benavent y compañía.

    Mucho se temía servidora de ustedes la actuación de Svensson en el polideportivo. Como siempre la masa de la noche es mucho más ruidosa que la recogida minoría del Principal. Su música requiere una muy especial atención. No es el local adecuado aunque consiguieron captar y encandilar a un público que ayer sí supo apreciar (al menos en una gran mayoría) la calidad de los suecos.

    El salto del Principal (allí actuaron hace dos años) al polideportivo es metáfora del cada vez mayor reconocimiento a un trío que, conforme pasan los años, cuenta con un sonido más personal y consolidado.

    Su música es por momentos atmosférica y capciosa. Te sumerge en un mundo de sueños sonoros a través de hermosas armonías que buscan la belleza sin concesiones. Su sonido se electrifica en momentos puntuales sin llegar al exceso. El equilibrio es casi perfecto (casi, ya que la perfección no existe).

    Aun siendo un trío en conjunto, la figura de Svensson destaca por unas grandes capacidades técnicas en unos dedos capaces de recorrer a velocidad de vértigo el teclado. Tampoco hace ascos a convertirse en mero rítmico jugando con las cuerdas del piano.

    Östrom es un batería de precisiones rítmicas extraordinarias. De pegada sutil, aérea. Berglund convierte su contrabajo en guitarra eléctrica con el uso del arco. Su sonido describió la visión de la tierra desde el punto de vista de Yuri Gagarin.

    Excepcional.

    La segunda parte de la velada bien pudiera haber sido noche completa. Quizá sobró la previa de Svensson en una noche que bien se pudiera haber llamado "la noche Metheny". La larga duración de la velada (batió el record de la hora cuando las manecillas del reloj sobrepasaron las 2 de la madrugada) no facilita la concentración del público, sometido a un intenso calor.

    Anoche tocaba jazz en estado puro. Y no por el sonido de la propuesta (que lo fue también) sino por el concepto. Encuentro casi improvisado de músicos en escena. Vamos, una jam.

    Cuatro formatos presentó Metheny. El primero de ellos, él y su guitarra. La guitarra de cuerdas múltiples (con su tradicional sonido de acercamiento al arpa) ofreció el grado justo de sonido Metheny como para captar desde inicio la atención del personal. Unos sonidos que quizá salen del concepto extricto de jazz pero que conforman su muy personal lenguaje sonoro.

    Lo mejor de la noche (obviando a los suecos E.S.T.) vino en el segundo formato. Perico, Miralta y Higgins formaron un cuarteto ensamblado con el de Missouri. Del más clásico "bebop" al seminal "Question and answer" que derrochó lo mejor de todos y cada uno. Con mención especial para el cada día más grande Perico Sambeat al que lo mismo le da un roto que un descosido. Simplemente genial. Uno de sus solos (sobre rítmica frenética) fue de transcripción. Inicio de notas largas para romper el "tempo" que caminó hasta llegar a la frenética magistral de quien escoge las notas a conciencia. Simplemente Perico.

    La siguiente formación la conformaron Pardo, Benavent, Goldstein, Di Geraldo y el propio Metheny. Más folklórica y lírica alcanzó su climax con "Song for Bilbao". La sensación fue de menor conjunción y mayor solismo que el cuarteto anterior, sin dejar por ello de alcanzar el nivel que se les presupone.

    El broche final de la noche vino con la concesión a la folklórica territorial. La trikitixa de Kepa Junkera volvió tras su encuentro cuatro años atrás con un instrumento, en principio, más cercano a la dinámica de la diatónica vasca como es el banjo (que entonces pulsó Bela Fleck).

    Con Kepa vino el fin de Metheny. El fin del Metheny líder. La música que hasta ese momento tenía la firma del guitarrista pasó en ese momento a llevar la firma de Kepa, que tiró de temas que ya son clásicos reiterados de su carrera. Metheny pasó a formar parte de la rítmica.

    Fue un final lúdico. Con la txalaparta de Oreka TX (Igor Otxoa y Harkaitz Martínez) como siempre precisa y melódica. Con la suma final de todo el personal (menos Higgins y Goldstein) en la enésima versión del "Bok Espok". Música de baile llena de calidad. 

    Carlos Pérez Cruz