RAMÓN LÓPEZ QUINTET

Localidad: Huesca
Fecha: 26 octubre 2002
Lugar: Centro Cultural "El Matadero"
Hora: 20:00
Asistencia: 200 aprox.
Ciclo: Festival Periferias

Reportaje Fotográfico: Guillermo Navarro.

Componentes:
Elton Dean (saxos)
Thierry Madiot (trombón y artilugios varios)
Paul Rogers (contrabajo)
Ramón López (batería)
Beñat Achiary (voz)

Comentario de Carlos Pérez Cruz
Comentario de Diego Sánchez Cascado
Comentario de José Francisco Tapiz
Comentario de Jesús Moreno

Comentario de Carlos Pérez Cruz
Comentario: El exilio, temática central de la tercera edición de "Periferias", reunió durante una semana en Huesca algunas de las sensibilidades artísticas más creativas. Sensibilidades que por creativas son diversas en su lenguaje. Algo digno de elogio para un festival que desarrolla una propuesta de "riesgo seguro" en una ciudad de aproximadamente 40000 habitantes.

La segunda jornada de ciclo nos citó con la creatividad sin límites ni prejuicios de Ramón López, acompañado de cuatro Músicos, con la Guerra Civil Española como excusa de sentimientos sonoros. Sentimientos expresados a través del lenguaje de una libre improvisación escrita a base de miradas e interpretaciones del sentir.

La fotografía escénica pre-concierto situaba nuestra mirada en el lado izquierdo. Era el lado que ocuparía después el trombonista (¿acaso una pobre definición?) Thierry Madiot. Trombón bajo que en ortodoxia requiere de boquilla metálica para su correcto "uso" pero que en mente de Madiot no requiere sino de imaginación sin límites. Una mesa junto a la silla del músico mostraba todo tipo de artilugios que en el transcurrir del diálogo musical pasarían a formar parte del esqueleto del instrumento. Vasos de plástico, molinillos de viento o pequeñas gomas en forma de tubo, escogidos con aparente azar, procuraban atmósferas de descripción exacta para una temática como la guerra. Su presencia escénica todo un lujo para fotógrafos. Su sonido un placer para los oídos.

Junto a Thierry encontramos la novedad de la noche. Novedad con respecto a la formación habitual de este proyecto de Ramón López. El veterano saxofonista británico Elton Dean salvó la difícil papeleta de la sustitución de Daunik Lazro con la eficacia que se le presupone. Saxo alto y soprano (en sonido que no en apariencia visual) que se mantuvo en discreto pero a su vez participativo segundo plano. Mostró también buena lectura en un duo junto a Madiot. Su sola presencia un lujo.

En el centro escénico un creador de peculiares resonancias vocales. El incansable Beñat Achiary. Si su presencia en el trabajo discográfico se limita a puntuales colaboraciones en Huesca mantuvo perpetua su presencia. Lector de textos del periodo bélico su voz expresa en improvisación sentimientos humanos sin necesidad de letra. Una excepcional falta de prejuicios que permiten a Beñat expresar lo que la vergüenza silencia.

Dos nombres nos quedan. Dos nombres que bien pudieran enunciarse de manera conjunta a tenor del excepcional diálogo musical que mantuvieron sobre "La Santa Espina" como final oficial de concierto (luego vendría el reclamado bis). Paul Rogers y Ramón López, o lo que es lo mismo, contrabajo y batería. Contrabajo el de Paul de seis cuerdas que incluía a su vez otras cuerdas por debajo de estas seis. Sin embargo poca falta le hacen a Paul añadidos. Su dominio técnico del contrabajo y su genial criterio improvisador nos hacen suponer mismo resultado con un contrabajo ortodoxo. Su instrumento, segundo plano de popularidad, alcanzó categoría de retrato para oyentes de atenta escucha.

Y una vez más tenemos que hablar de Ramón López. Una vez más porque su ingenio así nos obliga. Era mi segunda vez con un directo de Ramón López. La primera fue con su estupendo concierto de batería sola. En esta ocasión protagonismo compartido. Compartido a través de una perfecta comprensión rítmica del discurso armónico de sus compañeros de "brigada internacional". Su pasión con baquetas transmite un interior de disfrute intenso y energía incontenible. Los sentimientos humanos que Beñat expresaba en voz Ramón los siente en ritmo. Ritmo que se convierte en ocasiones en un golpeo dolorido que a pesar de todo encuentra siempre un resquicio para la sonrisa.

Carlos Pérez Cruz

Comentario de Diego Sánchez Cascado
Comentario: Fueron cinco personajes que escenificaron la banda sonora de los derrotados de la Guerra Civil. Cinco figuras que encarnaron a "Los maravillosos perdedores", que diría Leonard Cohen.

Tragedia: por el escenario del Centro Cultural del Matadero de Huesca desfilaron canciones como "Els segadors", "El tren blindado", "Los cuatro generales" o "El paso del Ebro", que evocaron uno de los más tristes episodios de nuestra historia, preludio de un largo período sombrío (uno más) durante el cual España estaba pintada de gris y negro: negro como el pan pobre, negro como las sotanas, gris como las mentalidades e incluso como los policías.

Y en Huesca los cinco músicos alzaron un grito descarnado, de protesta, de rebelión pero también de recuerdo, para que el olvido no entierre de las conciencias aquello que nunca debe repetirse. Una representación teatral en la que la voz de Beñat Achiary fue el personaje central –y no sólo por su posición sobre el escenario-, clamando, susurrando y vociferando, con una variedad de registros asombrosa. Y precisamente Achiary supuso la principal diferencia respecto a la versión en estudio de este proyecto, "Songs of the Spanish Civil War": mientras que en el disco tan sólo aparece en tres de las canciones, en directo se integra como un instrumentista más y dota de un mayor peso a la música.

El concierto estuvo formado por una única suite (además del regalo de un bis) que alternó momentos de furia incontenible con pasajes de una quietud vulnerable, una larga improvisación libre en las que las melodías populares fueron guijarros que indicaban el camino. La mayoría de las veces el trombón de Thierry Madiot era el encargado de enunciarlas, en ocasiones simples pistas o incluso guiños que motivaban un cambio de atmósfera musical. Elton Dean, que reemplazaba a Daunik Lazro –encargado en el disco exponer las melodías junto al trombón-, se mostró un tanto "tímido" en comparación con la exuberancia de Achiary y Madiot, los otros dos "vientos", tal vez por no estar plenamente familiarizado con el repertorio o con el concepto. Por su parte, la sección rítmica formada por Paul Rogers al bajo y Ramón López a la batería se mostró inspiradísima, flexible, propulsiva y siempre atenta. El resultado fue una hora de música creativa de gran intensidad y belleza, realmente conmovedora.

Comedia (alegría): pero en medio de la tragedia evocada por las canciones, también hubo lugar para la diversión y la sonrisa. En primer lugar, con Thierry Madiot, que junto a su trombón utilizó todo un arsenal de vasos y tubos de plástico, gomas y molinillos, en un despliegue circense que supo conjugar el carácter lúdico con la profundidad musical. Pero, en realidad, los cinco artistas utilizaron todas las posibilidades de sus instrumentos, en una demostración de libertad creativa que casaba perfectamente con la temática tratada. La suite libertaria concluyó con un precioso dúo entre Rogers y López, lleno de buen humor y complicidad, sobre la melodía de "La Santa Espina". Tras el bis, la representación terminó con un emocionado abrazo entre los cinco músicos a los que Ramón López definió con acierto como "las Brigadas Internacionales". Ellos y nosotros con una sonrisa de satisfacción y un nudo en la garganta.

Drama y comedia bufa: desde que Ramón López publicó hace dos años Songs of the Spanish Civil War (Leo Records), este es el primer concierto que el músico alicantino ofrece en España con este proyecto. Hay que reír para no llorar.

Diego Sánchez Cascado

Comentario de José Francisco Tapiz
Comentario: Por fin se dió la ocasión para la presentación en España del proyecto del batería Ramón López: un festival inquieto y multidisciplinar, "Periferias", organizado en una pequeña ciudad (40.000 hab), Huesca, que en este 2002 está dedicado a "El Exilio".

Para esta presentación Ramón tomó como base las canciones republicanas de la guerra civil española (1936-1939) que formaron la base de su disco "Songs of the Spanish Civil War" (Leo Records, CD LR 299, 2000). Dichas canciones ("La Santa Espina", "Mendiko Negarrak", "Els Segadors" que abrió el concierto, "La Sardana De Les Monges" entre otras) sirvieron como pretexto para desarrollar un concierto emocionante que alternó momentos de gran tensión e intensidad con otros de tranquilidad e incluso placidez.

Hubiera sido ciertamente cómodo para los músicos la repetición de lo ofrecido en este disco; sin embargo, el camino elegido fue interpretar una suite en la que los puntos de referencia fueron estos temas. A partir de ellos estos grandes músicos fueron desarrollando su concepto de Creatividad. Creatividad la hubo y a raudales en todos y cada uno de los músicos.

Quien más contenido se mostró fue el saxofonista británico Elton Dean (Soft Machine), que desarrolló su labor en sustitución de Daunik Lazro. Como novedad y gran descubrimiento a resaltar el papel del cantante Beñat Achiary, ya que pasó de intervenir en tres canciones en el disco a ejercer su labor como un instrumento/instrumentista más, con el que nos demostró su versatilidad, espectro sonoro, recursos así como su gran calidad vocal.

Thierry Madiot demostró una capacidad de investigación sonora más allá la propia de su instrumento, acompañándose de diversos elementos que sorprendentemente encajaron de modo perfecto con el discurso del grupo: una especie de trompas tibetanas caseras, tubos de plástico flexible acoplados a su instrumento, artilugios mecánicos cual un molinillo, vasos... todo es válido y no sólo en intención para construír su universo sonoro. No obstante, esto no debe oscurecer que en el momento en que se requirió de su toque preciso, allí estaba con su trombón bajo en un discurso cristalino.

Discurso cristalino con que el contrabajista Paul Rogers mostró a los asistentes el porqué es uno de los grandes del contrabajo. Su sonido al bajo de 6 cuerdas es impresionante en su espectro sonoro, lo mismo si emplea el arco que sus dedos. Para ampliar dicho rango sonoro, unas cuerdas cual guitarra o arpa bajo las del contrabajo, ampliaban su discurso hasta límites insospechados.

Sobresaliente, emocionante, precioso fue el dueto al finalizar el concierto con el batería Ramón López. Éste demostró por qué es uno de los grandes a la batería y por qué logra involucrar en sus proyectos a músicos de tanta calidad. Dejó trabajar perfectamente a sus compañeros por una parte. Por otra, mostró que en su cabeza tiene todos y cada uno de los sonidos de su batería, con lo que no se le plantea ningún problema en el modelar a su antojo la masa de sonidos que de ella logra extraer: sin problemas pasamos de la levedad de sonidos sutiles a otros muy voluminosos, ajustándose perfectamente al discurso de todos sus compañeros. Confesaba el propio Ramón en una entrevista el día anterior a este concierto que planteaba este concierto como un homenaje a las víctimas que fallecieron luchando contra el fascismo en la Guerra Civil: no pudo ser mejor ese homenaje.

José Francisco Tapiz

Comentario de Jesús Moreno. Publicado en el Diario del Altoaragon el día 28 de octubre de 2002.
Comentario: En la segunda jornada de la presente edición de Periferias, la procedencia francesa fue el nexo de unión de las tres formaciones que pudieron escucharse. Ramón López, batería alicantino afincado en París, al frente de su quinteto propuso una temática netamente española. "Songs for Spanish Civil War" es su particular visión de una música eminentemente popular desde la "lingua franca" de la libreimprovisación europea. Una propuesta sin fronteras.

Con anterioridad algunos músicos de jazz han tratado esta temática desde una propuesta mas amable. Cuidados arreglos, solos estructurados….. Nada que ver con esta visión que la aborda desde la mas absoluta libertad creativa. El concierto consistió en un solo tema-improvisación en el que "ocurría" todo.

Quizá mas de uno, entre el público, esperara que los temas resultaran mucho mas reconocibles. Pero las mas de las veces estos temas, totalmente desestruturados, eran pequeños fragmentos que bien servían tanto de punto de partida como de final a las improvisaciones. "Els segadors", "La sardana de les monjes", "El ejercito del Ebro", "Los cuatro generales"…. en la batidora. Pese a esa complejidad, su propuesta fue muy bien recibida por el publico como quedó bien patente en el largo aplauso final y la petición del correspondiente bis.

Ramón López, un imaginativo batería con mente de percusionista cuenta para llevar a buen puerto su proyecto con una banda de autentico lujo. Sin duda el trombonista Thierry Madiot, por su particular forma de utilizar su instrumento -toda una lección de bricolaje para instrumento de barras- se hizo acaparador de buena parte de las miradas. Lo que tocaba además no defraudaba. Es una de las figuras en alza de la escena libreimprovisadora europea. Paul Rogers, con un curioso contrabajo de seis cuerdas, hizo gala de su gran sonoridad, con un buen trabajo con el arco. El cantante vascofrancés Beñat Achiary con su voz de combatiente de barricada introdujo en el discurso de grupo toda una serie de ensoñaciones y visiones lorquianas. Por su parte el saxo británico Elton Dean, que sustituyo al titular, supo integrase en el grupo poco a poco. Sorpresivo también su arsenal de soplables con el curioso saxello del que es especialista.

Jesús Moreno

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