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MIGUEL ZENÓN
  • Fecha: 5 Mayo 2004
  • Lugar: Calle 54, Madrid
  • Hora: 23:00
  • Asistencia: Casi lleno
  • Componentes:
    Miguel Zenón (saxo)
    Luis Perdomo (piano)
    Ben Street (contrabajo)
    Jeff Ballard (batería)

  • Comentario: Tocar en Calle 54 es un auténtico ejercicio de autoconvicción. Hay que estar muy seguro de lo que uno hace para no ser inmune a la indiferencia de ese público que encuentra más deleite en la cena que en la música. No obstante parece que no son sólo los manjares los culpables de la mencionada indiferencia. Esta noche en la planta baja de Calle 54 decenas de trajes y corbatas rivalizaban con una minoría de polos y camisas de sport pero, eso sí, de marca. Viendo la carta de precios no es de extrañar la procedencia de los presentes, así como la nula presencia de músicos entre el público.

    En tan compleja plaza tuvo que lidiar el cuarteto del joven saxofonista portorriqueño Miguel Zenón. Y ante las comentadas dificultades, de ser un auténtico festejo taurino hubieran cortado al menos dos orejas. Los que nos sorprendimos ante el sonido poderoso y decidido de este saxo alto en su último disco Ceremonial nos vimos aún más sorprendidos al comprobar que en vivo es todavía más poderoso y decidido, a la vez que cálido y lírico. Todo lo positivo que se puede extraer del disco es incluso más evidente en directo, tanto en lo referente a Zenón como al concepto de los temas y al propio sonido del cuarteto. Así, el grupo mostró una soberbia capacidad de interpretación e improvisación durante los cinco temas que atacaron. El primero, una nueva composición, Villarán, que dio paso a la formidable versión del Leyenda de Silvio Rodríguez, donde Miguel Zenón ofreció un explosivo solo que no encontró reconocimiento por parte del respetable. Los unísonos y los obligados rítmicos evidenciaban la complejidad de las composiciones y arreglos, así como la perfecta ejecución de una sección rítmica que estuvo impecable, comandada en todo momento por un Jeff Ballard que pareció disfrutar de lo lindo contestando a los solistas, variando patrones, tocando caja y platos con sus manos y mostrando un inagotable repertorio de habilidades a las que ya nos tiene acostumbrados. Un correcto Luis Perdomo compartió con Zenón el protagonismo en las improvisaciones, y Ben Street se desenvolvió con extremada soltura, si bien sus interminables hojas de partituras a caballo entre dos atriles le jugaron alguna mala pasada que supo sacar adelante con mucho oficio.

    El cuarteto siguió desgranando los temas de Ceremonial: 440 y A Reminder of Us dieron paso al cierre de la noche: Ya, espectacular composición del saxofonista sobre armonía de rhythm changes que inició con una fogosa introducción en solitario donde, al igual que en su solo, dio una auténtica lección de cómo utilizar lenguaje moderno en un entorno casi puro de be-bop. Lejos de artificios, técnica extrema y revisionismos interpretativos, Zenón utilizó frases concisas y espaciadas, buscando más la calidad melódica que la demostración pirotécnica.

    No hubo tiempo para más. Uno lamenta no haber disfrutado de la música de este cuarteto en un ambiente más jazzístico, pero también queda la sensación de haber visto a un intérprete que, si continúa su progresión actual, va a dar mucho de qué hablar.

    Arturo Mora Rioja