Comentario: Por primera vez en España se presentaba en el “Hurta Cordel” una mujer con más de 30 años dedicados a la improvisación , que utiliza la voz como único instrumento, al que como pudimos comprobar, y como hace Maggie Nicols. se le puede sacar el mejor partido si se domina su técnica y se le saben extraer sus variadas posibilidades. La cantante británica es toda una institución en el Reino Unido. Ha formado parte de la banda Centipede, liderada por el pianista Keith Tippett, uno de los mejores exponentes de la vanguardia musical inglesa y ha trabajado con colectivos dedicados a la difusión de la música improvisada.
En sus representaciones, Nicols combina tanto la voz como la expresión corporal y los diálogos. Sonidos que surgen de lo más profundo de sus sentimientos, en los que no están ajenos sus amplios conocimientos de la técnica musical, que saca a relucir como si de una caja de sorpresas se tratara. Cada momento en la representación de Maggie Nicols es imprevisible, no sabemos que derroteros va a tomar, sabe mantener la tensión y la expectación en la sala, jugando con el contraste que proporcionan los sonidos más arrebatadores y el silencio, éste como un recurso más que adquiere su propio protagonismo. La representación resultó interesante y llena de contrastes, en algunos momentos fue bella, en otros excesivamente pesada, pero pudimos comprobar una original manera de tratar la música improvisada, a través de una mujer que, a diferencia de otros músicos, viaja siempre ligera de equipaje instrumental.

Carlos Lara Cid