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LEE KONITZ TRIO
37 Festival Internacional de Jazz de Barcelona

  • Fecha: 16 de Noviembre de 2005.
  • Lugar: ZAC Jazz Club (Barcelona)
  • Componentes:
    Lee Konitz: Saxo alto.
    Mary Ann McSweeney: Contrabajo.
    Mark Ferber: Batería.
  • Comentario: Con gran expectación se esperaba por parte de los aficionados, el concierto del histórico saxofonista de Chicago Lee Konitz en los recitales que se programaron en el Zac Club, en el presente Festival de Jazz de Barcelona. Los aficionados que asistieron al concierto se marcharon satisfechos tras una velada, en donde la tradición jazzística hizo acto de presencia en todo su esplendor, y más después de haber disfrutado del arte de Konitz tan de cerca como permite este club de jazz

    Konitz demostró algunas de la cualidades que lo han hecho famoso, no sólo musicalmente, sino también por el carácter “agrio” e impertinente que demuestra en sus actuaciones, desde la prohibición de fumar a lo largo del concierto, hasta las luces que alumbraban el escenario, o las molestias que le podían producir los fotógrafos presentes al evento.

    Pero a pesar de todo ello, el concierto en riguroso acústico y sin ampliación alguna, proporcionó algunos de los temas más tradicionales del jazz, todos ellos perfectamente desarrollados tanto por Konitz, como por la sección rítmica que le acompañaba. El saxofonista americano ofreció todo un recital de cómo se toca el saxo alto, así como del buen gusto y de la perfecta ejecución. Con un sonido bello, emotivo y altamente sensual, Konitz fue interpretando los temas con esmerado cuidado, proporcionado los momentos estilísticos más cercanos al bebop, aunque también aportó la sonoridad que fue clave del desarrollo estilístico del período cool. La sensibilidad de Konitz quedó perfectamente arropada tanto por la bajista como por el batería, del grupo y que se presentaron como buenos acompañantes, perfectamente solventes a lo largo de todo el recital, proporcionado un concierto único y estupendo, que fue del agrado de todo los asistentes, y que nos recordó ese viejo dicho que dice, que “las viejas leyendas nunca mueren”.

    Juan Carlos Abelenda