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JEWELS AND BINOCULARS
TEMPORADA 2005 ARCO Y FLECHA

  • Fecha: 7 de diciembre de 2005.
  • Lugar: Sala Sebastià Guasch, El Mercat de les Flors (Barcelona)
  • Asistencia: casi lleno
  • Componentes:
    Michael Moore: Saxo alto, clarinete, clarinete bajo, melódica
    Lindsey Horner: Contrabajo
    Michael Vatcher: Batería y percusión.
  • Comentario:

    Bernat Comerna
    Con dos discos en el mercado de más de veinte canciones compuestas íntegramente por Bob Dylan se presentaron en concierto los tres consagrados músicos de la escena jazzística actual. A priori sorprende el hecho de que los temas procedan de un estilo que no sea el jazz, aunque en la práctica, en manos de Jewels & Binoculars resulta casi una excusa para interpretarlos de una forma respetuosa con el original a la vez que coherente con los estándares jazzísticos de un trío. El resultado es una música agradable para gran parte del público íinimanente capacitado para escuchar jazz sin complicaciones ni estridencias, pero al mismo tiempo y teniendo en cuenta la demostrada habilidad musical de sus músicos, también puede ser disfrutado por público más especializado en ese estilo.
    Lidsey Horner a modo de líder presentó los temas y la banda. Utilizaba un curioso contrabajo de dimensiones reducidas pero de igual mástil y sonido que un contrabajo al uso. De toque limpio y ortodoxo aunque con personalidad.
    Michael Vatcher tiene un estilo bastante personal en la batería y percusión. Por ejemplo uno de los platos lo pone encima sobre otro, y de vez en cuando lo saca para seguir tocando con otro timbre. Aunque a veces toca con las manos, dispone de una gran variedad de baquetas. Por ejemplo hay algunas que están formadas con un grupo de palitos unidos con una cinta aislante con lo que consigue un sonido entre una escobilla y una baqueta típica. Tampoco escatima recursos utilizando instrumentos de percusión combinados con su batería.
    Michael Moore a los vientos lleva la melodía de los temas. Su melódica manera de tocar recuerda en cierta forma a la de Marty Ehrlich.
    Los tres músicos consiguen una buena simbiosis, y aunque las composiciones son prestadas, las interpretan con un lenguaje propio.

    Bernat Comerna