>> VOLVER A TOMAJAZZ

 
 

 

   

3 +_axón-
X Festival Internacional de Improvisación Hurta y Cordel

  • Fecha: 1 de Febrero de 2006
  • Lugar: La casa encendida (Madrid)
  • Componentes:
    Javier Paxariño: vientos.
    Baldo Martínez: contrabajo.
    “Coeval” Juan Carlos Blancas: electrónica.

3+_axon-
© Pablo Neustadt 2006

  • Comentario: Javier Paxariño y Baldo Martínez, sin lugar a dudas dos de los más destacados improvisadores del jazz español (que ya habían coincidido en el Javier Paxariño Grupo entre 1992 y 1994) presentaron por primera vez en público su nuevo proyecto junto a “Coeval”, Juan Carlos Blancas, quien tuvo a su cargo el que pareció ser el instrumento estrella del festival: el laptop.

    El “cuarto componente” del grupo, _axón-, es una aplicación informática diseñada por Coeval, que actúa emitiendo sonidos en función de los gestos de los instrumentistas captados por unos sensores.

    Coeval
    © Pablo Neustadt 2006

    El grupo mostró una estimulante voluntad de riesgo con una oferta muy experimental, sin concesiones a la galería. Si bien la actuación enseñó algunas líneas interesantes y hubo ciertos momentos de una hermosa intensidad, en general dio la impresión de que el resultado se quedaba por debajo de la suma de las partes.

    Los temas presentados -bastante extensos- nacían con sonidos casi imperceptibles, como si la música fuese un ser vivo del que al principio sólo nos llegaban unos latidos. Un ser que poco a poco iba poniéndose de pie y comenzaba a andar, a experimentar, a descubrir nuevos territorios. Entre las texturas de flauta y clarinete bajo de Javier y el sonido profundo de Baldo, iban cayendo de un modo casi aleatorio las descargas sonoras de Coeval (quien tuvo que vérselas con un ordenador que, como queriendo dar todo un testimonio de improvisación, decidió colgarse en medio del concierto). Tal vez por estos problemas técnicos, el papel de Coeval fue demasiado secundario, limitándose a comentar algunas intervenciones de sus compañeros o a proponer un fondo sonoro.

    La interacción entre Baldo y Javier no fluyó con la magia que algunos esperábamos. Tal vez tuvo que ver un poco el nerviosismo provocado minutos antes por una prueba de sonido que –según pudimos saber- no fue muy afortunada… O quizá ocurrió que los intérpretes transitaron senderos demasiado herméticos. O puede ser que al grupo aún le falte madurar un poco más la dirección musical… De todas maneras, son también consecuencias que hay que asumir cuando unos músicos deciden con total honestidad jugársela en una apuesta muy fuerte por la libre improvisación.

    Baldo Martínez
    © Pablo Neustadt 2006
    Javier Paxariño
    © Pablo Neustadt 2006

    Los buenos momentos del concierto vinieron en su mayoría del contrabajo de Baldo Martínez, en particular un solo magnífico en el que parecían darse la mano el virtuosismo de aquel que ya lo sabe casi todo acerca de su instrumento con la frescura de quien lo mira por primera vez y decide explorarlo de arriba abajo, haciendo que las cuerdas fueran frotadas en toda su extensión por el arco con movimientos transversales o circulares, percutiéndolas deliciosamente con un palito o haciendo girar el cuerpo del contrabajo para jugar con las resonancias que llegaban al micrófono. Pero en cuanto Baldo buscaba un diálogo con los otros dos tercios del grupo o dejaba el protagonismo, el interés decaía y la música adolecía de una patente falta de dirección.

    Por más que ya desde el nombre nos lo pongan un poco difícil, habrá que seguirle los pasos a 3 + _axón-. Estos músicos tienen mucho para dar de sí.

    Sergio Zeni y Diego Sánchez-Cascado