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DON BYRON IVEY-DIVEY TRIO
14º Ciclo Jazz es Primavera

  • Fecha: 5 de Marzo de 2006.
  • Lugar: Colegio Mayor San Juan Evangelista (Madrid)
  • Componentes:
    Don Byron: clarinete y saxo tenor.
    Jason Moran: piano.
    Billy Hart: batería.

  • Comentario: Cuando aún parecían rebotar entre esas paredes las notas de la descarga atómica del pasado viernes, del clarinete de Don Byron comenzó a brotar nada más y nada menos que un fragmento de la ("La gazza ladra"-The Thieving Magpie de Rossini).

    El jazz que comenzamos a disfrutar a partir de allí fue casi como lo opuesto de lo que habíamos escuchado en el concierto de Atomic, sin que esto deba tomarse como un juicio de valor. Mientras los escandinavos parecían jugarse la vida en cada solo, la música de estos tres emanaba con una naturalidad asombrosa.

    Recorriendo los temas de su reciente "Ivey-Divey" Byron, demostró por qué es uno de los clarinetes más cotizados del jazz actual. Sin embargo no es la primera vez que tengo la impresión que partiendo de algunas ideas que tiene en mente-que no tienen porque coincidir con los temas grabados-deja que estas fluyan y se desarrollen con el devenir de los acontecimientos.

    Propone los temas de diálogo para que el resto entre en la dinámica discursiva. No existe “dictadura” de líder, simplemente es guía y moderador del verbo musical. Tal es así que por momentos parecía convertirse en ricos, bellos, serenos y sencillos “ensayos” de jazz de cámara, pero no es menos cierto que el que tiene una base sólida, con pocos músicos e instrumentos, es capaz de decir mucho de forma sincera y auténtica.

    Cómodamente apoyado en el trabajo de un pianista muy creativo que se mostró sencillo y fresco, economizando cada nota, cada expresión y acariciando el piano con manos de seda nocturna.

    Jason Moran y Billy Hart, estuvieron personalmente ausentes y musicalmente muy presentes; sus diálogos, no fueron tales, sino mas bien monólogos reflexivo-paralelos, uno en frente del otro llevando un camino y un sentir común. Comprensión y coordinación, caminos paralelos por su paralelismo sin fin.

    "Jamo" -lejos de confinar su mano izquierda a hacer labores de contrabajista- en cuanto le daban espacio, volaba con unas hábiles armonizaciones, destilando una preciosa negritud en cada solo. Hart se movía también con una gran soltura. A veces los tres daban la impresión de hacer diferentes recorridos que por casualidad se encontraban en el camino. El de las baquetas provocó una de esas instantáneas que sólo podemos capturar en el mundo del jazz. Hart, que había ido creciendo a medida que entraba en calor, se marcó un solo tan delicioso que cuando dio los golpes finales a los platos, Jason entró tan gratamente sorprendido, que al instante apartó las manos del teclado y se puso a aplaudir como un integrante más del público.

    Fueron 80 minutos que parecieron menos, por su ligereza, sencillez y refinamiento, sin grandes alardes, carente de disonancias y esfuerzos físicos; por lo que las cabezas de los oyentes se mantenían frescas, con capacidad para albergar algún tema mas, como así fue para deleite y gozo de los que casi llenaban la sala.

    Un buen concierto, muy agradable, en el que la tradición, lejos se ser una carga actuaba como un motor de retropropulsión.

    Y es que no podía ser de otra manera, ya que dos jóvenes realidades y una leyenda viva, completaban un cuarteto al que no se echó en falta el contrabajo, para ser un trío.
Sergio Zeni & Enrique Farelo