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II FESTIVAL INTERNACIONAL 2006 MOSTOLES A TODO JAZZ
JEAN-LUC PONTY & HIS GROUP

  • Fecha: 18 de junio de 2006.
  • Lugar: Teatro del bosque, Glorieta Europa s/n. Móstoles, Madrid.
  • Componentes:
    Jean-Luc Ponty: violín.
    William Lecomte: teclados.
    Guy Nsangué Akwa: bajo.
    Taffa Cissé: percusión.
    Thierry Arpino: batería.

  • Comentario: En la Música, como en el Arte, existe una máxima: “Repetirse es morir”.

    Hay músicos que se copian así mismos. Otros, por el contrario, parecen haber encontrado su justo acomodo en el culmen de su dilatada carrera y simplemente se detienen, ya no buscan el compromiso ni el riesgo: este quizás es el caso de Ponty, músico con letras mayúsculas que ha conseguido mucho a lo largo de su vida profesional. Lejanos quedan los días en el que se convirtió en el heredero natural de Stephane Grappelli, del cual recibió el violín, que así lo acreditaba.

    Pero esto no es óbice para que siga siendo uno de los grandes del violín a nivel mundial, y que sea un placer para los sentidos disfrutar de su incomparable sonido, que le lleva al aplauso fácil desde los primeros compases.

    No es que es su forma de entender el jazz-rock haya variado sustancialmente desde los 70. Ya por entonces –y siempre como líder– fue el centro de atención de su música. Desde su egocentrismo domina la situación, generoso en sus solos, sus músicos son “instrumentos” al servicio de su música, convirtiendo el combo en sonido compacto y granítico, pero paradójicamente ligero, poco denso, rozando en ocasiones la New Age, donde lo africano tiene cabida, lo cual es un aporte de los últimos años.

    William Lecomte, fue su mejor cómplice, con el que mas dialogó, alcanzando su momento mas turbador en una balada de Thelonious Monk, para piano y violín, “Monk’s Mood”.

    Tampoco podían faltar clásicos de su discografía como “Enigmatic Ocean”, que desembocó en un solo de contundente baqueteado a cargo de Arpino –un batería muy de su agrado– ya visto en ocasiones anteriores y con distintos baterías.

    El bajista camerunés Nsangué Akwa también pudo lucir sus dotes técnicas en un tema de marcado sonido festivo, africano, que hizo las delicias del público, recordando más a Pastorius que a su compatriota Richard Bona.

    Los últimos instantes del concierto fueron para Arpino y para el senegalés Taffa Cissé. Ambos mantuvieron un pulso de bajadas y subidas, un pulso de ver quién puede más, un reto de compenetraciones percusivas, que rompió palmas entre el público.

    Con esto pareció acabar todo, pero el vitorear y aplaudir constante del público les obligó a volver a salir, poniendo colofón a una exitosa velada.

    © 2006