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JAVIER VERCHER TRÍO

  • Fecha: 16 de noviembre de 2006.
  • Lugar: Bilbaína Jazz Club
  • Componentes:
    Javier Vercher:saxo tenor
    Edward Pérez:contrabajo
    Arturo Stable: percusiones
  • Comentario:

    No me considero un tipo parcial cuando hablamos de jazz español o hecho por españoles. No me siento obligado como oyente a ser benevolente con músicos españoles por puro corporativismo. Quien toca, toca, sea de aquí o de Sebastopol. Ojo, no digo que no haya que apoyar todo lo posible a nuestros músicos, que hay que hacerlo mucho más, pero no hay que darles la mitad del estofado sólo por ser de aquí.

    Por otro lado, vivimos un buen momento, dentro de lo que cabe, y están surgiendo interesantes músicos jóvenes y cada vez más, sean mejores o peores. Y no es que el panorama sea favorable: salas que cierran, otras que no programan jazz y una falta terrible de apoyo y promoción de músicos patrios por parte de los festivales. El clima es de lo más inhóspito para tocar y crecer musicalmente y, si no cambia, nos mantendrá en el relativo ostracismo musical en el que nos hallamos, con respecto a gran parte de Europa y Estados Unidos.

    Dentro de los pocos nombres interesantes entre los aparecidos en España en los últimos años, Javier Vercher es el que más gratamente me ha sorprendido. Su disco Introducing Javier Vercher Trio fue todo un hallazgo como debut y mostraba a un joven inquieto, repleto de ideas y, a pesar de algunos referentes inevitablemente marcados, valiente y personal. Vercher vive desde hace años en Nueva York y, aunque este dato puede estar muy relacionado con su locuacidad musical, no deja de ser un impedimento para que toque en directo en nuestro país con la asiduidad que nos gustaría.

    Por todos estos motivos, el concierto del pasado día 16 de noviembre en la Bilbaína Jazz Club era un pequeño acontecimiento y resultó serlo más aún cuando Vercher aclaró que era la primera vez que tocaba en directo con el trío, compuesto por el propio Vercher, Edward Pérez al contrabajo y Arturo Stable a la percusión. Esta formación resulta atípica por el uso de la percusión como sustitución y no como complemento de la batería, puesto que el equipo de Stable presentaba como elementos principales congas, djembés, una caja abierta y un cajón flamenco.

    A partir de un ritmo de raíz africana tocado en el cajón, se abrió la actuación con la embriagadora “Winged Messenger”, un original del saxofonista. La velada prometía. Todavía con buena parte del público boquiabierto, el grupo dio paso a “Van Gogh”, un tema de Stable en el que Vercher utilizó el soprano. La sombra de Shorter pareció asomar un instante, pero el sonido áspero y personal que le sacaba el valenciano prevalecía por encima de posibles influencias. Ante todo, muchas ideas en su discurso y una relajación y un equilibrio excelentes entre los tres músicos.

    El siguiente tema, otro original del líder, llamado “Blue Hero”, aclaró completamente la razón de la fluidez del trío. En cierto momento, Pérez comenzó un solo fantástico, muy ágil y articulado, al que Stable se sumó enseguida, respondiendo y aupando con un montón de guiños la interpretación de su compañero. Y he aquí el verdadero motivo de la compenetración del grupo: este no es un grupo de líder y/o solista, sino que todos los elementos son principales, todos son protagonistas. 

     

    Stable abrió el siguiente tema con una pequeña introducción y Vercher parecía invocar a Ornette Coleman a través de Sonny Rollins. El público ya no se sorprendía, sólo disfruta de los sonidos que desgranaba el trío con una naturalidad insultante. Con “Spider”, composición de Stable, se cerró el primer pase y Vercher volvió a pasear esa inventiva organizada y coherente, con frases de un gusto exquisito.

    El segundo pase resultó indudablemente peor, porque fue mucho más corto. El primer tema, “La serpiente cósmica”, levantó un atento silencio en el público, principalmente motivado por un largo y brillante solo de congas de Arturo Stable. A continuación, para el tema “Rosalinda”, Vercher volvió a coger el soprano y creó una telaraña sónica que nos atrapó irremediablemente, acompañado por el contrabajo y el cajón. Vercher, aunque visiblemente más cómodo con el tenor, se maneja estupendamente con este instrumento y espero que en el futuro lo use abundantemente.

    El siguiente tema comenzó con percusiones al estilo de Art Ensemble of Chicago, para desembocar en un tema donde Pérez y Vercher, que ya lo habían hecho en varios momentos durante el concierto, evocaron a Jimmy Garrison y Coltrane, con esa leve presencia constante en el fraseo del joven saxofonista. Durante el sonoro aplauso al final del tema, entre incrédulo y halagado, Vercher repitió: “Esta es la primera vez que tocamos con este trío en directo. Hasta ahora sólo hemos ensayado en mi casa. Es un placer tocar aquí y que os guste”. Tras este comentario, un último tema a traición: una versión de Ornette Coleman a ritmo de salsa, que nos supo a poco.

    Entre aplausos y peticiones de bises, el grupo explicó que no tenía más temas preparados pero, ante la insistencia del público y tras rebuscar entre partituras furtivas, apareció “What Lies Beyond”, de Pérez, que puso de nuevo en marcha la máquina de la frescura y la naturalidad, con una interpretación que no se sabía si habían ensayado mucho, poco o nada, pero que sonó fantástica, con el pulso perfecto que da estar totalmente atento en una pieza nueva. Broche de oro para una velada estupenda.

    En conclusión, el trío suena tremendo, con cierta originalidad, totalmente compenetrado y señala un futuro interesantísimo en su música. Vercher es un gran improvisador a pesar de su edad y, aunque aún tiene influencias muy presentes –principalmente Joe Lovano, padre musical de gran parte de los saxofonistas jóvenes–, puede despegar en cualquier momento y darnos una gran sorpresa. El mexicano Edward Pérez tiene unas aptitudes extraordinarias, un sonido demoledor y un lenguaje rico y sólido, que le permite llegar con el solista a donde éste le lleve.

    Por su parte, Arturo Stable ha resultado ser la clave del sonido hacia el que se dirige este grupo, haciendo alarde en todo momento de sus ilimitados recursos. Habrá que poner atención a su próxima aparición discográfica como líder, con músicos como David Sánchez y Dafnis Prieto, ya que se trata de un músico excepcional con un futuro muy prometedor.

    Javier Vercher también sacará pronto un nuevo disco, esta vez a dúo con el batería húngaro Ferenc Nemeth y el guitarrista Lionel Loueke en algunos temas. Después de ver a este trío, crucemos los dedos para que grabe la fantástica música que presentó en la Bilbaína aquella noche de noviembre.

    © Yahvé Mediavilla 2006