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STANLEY CLARKE BAND TOUR ACOUSTIC & ELECTRIC
II Ciclo Internacional de Jazz Ciudad de Alcorcón

  • Fecha: 27 de abril de 2007.
  • Lugar: Teatro Municipal Buero Vallejo. Alcorcón. Madrid.
  • Componentes:
    Ruslan Sirota: piano y teclados
    Phil Davis: teclados
    Stanley Clarke: contrabajo, bajo eléctrico y bajo acústico
    Ronald Brumer Jr.: batería

  • Comentario: Valió la pena esperar más de una hora –el retraso del vuelo parece ser el culpable– para ver en acción al cuarteto de uno de los mejores y ya míticos bajistas de los 70, Stanley Clarke. Valió igualmente la pena aceptar el cambio de la formación anunciada, pues la que vino no pudo ser mejor y además mantuvo las características anunciadas, es decir, la combinación de lo acústico con lo eléctrico.

    Las primeras notas nos hablan de Charlie Mingus – “Pork Pie Hat”–, para inmediatamente metemos en harina. Jazz, rock, funk demoledor y flamígero que mantiene en vilo al público, sin respiro, sin aliento haciéndole alcanzar momentos delirantes.

    Ronald Brumer Jr., con sus correrías infinitas por los platillos y tambores, muestra toda una gama percusiones rotundas, eléctricas, que hacen estallar de júbilo al publico; mientras Ruslan Sirota y Phil Davis en el piano eléctrico y los sintetizadores, crean atmósferas presentes que se pierden y se recuperan en un ir y venir.

    Stanley Clarke rompe moldes en sus “discusiones” con Ronald, que exacerban más aún los ánimos del asombrado respetable. Pero esto no ha hecho más que empezar. Pronto suenan los ecos de temas como “Lopsy Lu”. Ritmos funk, diálogos entre el virtuoso Stanley y el no menos virtuoso Ronald, unión perfecta que volvió a enloquecer a todos, lujurioso cuarteto de sonido penetrante y profundo, distorsiones de teclados, alto voltaje que se mete en tu cabeza y en tu piel.

    Y por fin llegó la calma, tras este trepidante comienzo. Stanley presenta uno a uno a sus músicos e interpreta una balada con la guitarra bajo acústica –recordando a Coltrane en A Love Supreme, o a los RTF de Corea y su tema “Sorceress”–, collage en que Stanley demuestra que también sabe ser delicado si la ocasión lo merece, manteniendo hermosos pasajes con el piano de Ruslan Sirota, que recordó por momentos a Lyle Mays por la suavidad con que trataba el teclado.

    Siguiendo con la parte acústica, toma el relevo el contrabajo de Stanley Clarke para mantener un diálogo con el piano de Ruslan Sirota, en un claro homenaje a Charlie Parker en “Relaxin’at Camarillo”, bellísima balada a dúo en el que la alternancia entre ambos llega a rozar la perfección.

     

    “Spanish Phases for Strings & Bass”, fue otro de los momentos cumbres del concierto, que sirvió de ofrenda al lugar y a los aficionados para los que tocaba. Contrabajo con arco y sintetizador string en una balada poética y bucólica, que desemboca en un zapateado que marca el ritmo y convierte aquél en una guitarra flamenca. Esplendoroso y magistral por su humor, su técnica y dominio de todo tipo de bajos.

    La parte final nuevamente hace hincapié en el jazz eléctrico. Stanley Clarke toma la guitarra bajo como instrumento de percusión y convierte sus improvisaciones en magia a dúo, con el “eléctrico” Ronald Brumer Jr., que a su vez toma las riendas y se marca un solo de batería de los que hacen historia.

    Intenso, imaginativo, creativo, explosivo, contundente, equilibrado, de velocidad endiablada, con aceleraciones y deceleraciones y control total en un ejercicio de conciencia máxima, que levanta de sus asientos no sólo a los muertos, sino también a las damas mejor enjoyadas. ¡Inagotable, espectacular, el mejor baterista del mundo! ¡Será difícil poder olvidar semejante osadía, que los mismísimos Tony Williams y Billy Cobham aprobarían con asombro!

    El cuarteto se retira y vuelve por aclamación popular para regalar un bis tan intenso y magistral como todo el conciertazo que pudimos disfrutar. ¡Conciertazo sí! Que enrabietará y lamentará a quienes se lo perdieron y, que tardaremos en olvidar quienes allí estuvimos.

    ¡Toma jazz, toma funk, toma rock, toma y toma y toma más!

    Texto: © 2007
    Fotografías: ©   Javier Nombela, 2007