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CONRAD HERWIG SEPTET
X Festival Internacional de Jazz de San Javier 2007

  • Fecha: 18 de agosto de 2007.
  • Lugar: Auditorio del Parque Almansa (San Javier, Murcia).
  • Componentes:
    Conrad Herwig: trombón
    Craig Handy: saxo tenor
    Mike Rodríguez: trompeta
    Bill O’Connell: piano
    Rubén Rodríguez: contrabajo
    Robby Ameen: batería
    Paoli Mejías: congas, percusión y voces
  • Comentario:
    Dentro del jazz latino, una de las formaciones más carismáticas es la dirigida por el trombonista Conrad Herwig. El pasado 14 de julio se presentó en el auditorio de San Javier de Murcia con una formación de septeto. El concierto sirvió de homenaje a tres de las grandes figuras del jazz, John Coltrane, Miles Davis y Wayne Shorter, cuyas composiciones fueron interpretadas con ritmos latinos y afrocaribeños, por los que Herwig se interesa desde hace algunos años. Muestra de ello son algunos de sus últimos trabajos: The Latin Side Of John Coltrane, Another Kind of Blue Latin” y “Que Viva Coltrane”, este último junto al trompetista Brian Lynch.
     
    El tema que abrió el concierto fue “Ping Pong” de Shorter que, tras la exposición, dio paso a un primer solo de Herwig, en el que el sonido redondo de sus notas flotaba por encima de la base rítmica y armónica impuesta por sus colegas de formación. Tras el trombón, le tocó el turno al trompetista Mike Rodríguez, de sonido brillante, que utilizó el registro agudo característico de este estilo de música y mostró un fraseo claro y conciso, sin una nota de más. El tercer solo fue para el saxofonista Craig Handy, con un sonido y un fraseo impecables. En este tema, también hubo solos de piano y batería, todos arropados por los arreglos y  backgrounds de los vientos.
     
    El segundo tema, “Flamenco Sketches” de Miles Davis, fue utilizado por Herwig para presentar a la banda y anunciar a modo de anécdota el cumpleaños del trompetista. Empezó con una introducción de percusión, bajo, batería y piano, seguida de la exposición a cargo de los vientos. Un clima sonoro rozó la españolada con el primer solo, esta vez de trompeta, para continuar con el de saxofón y trombón, sobre todo por el uso característico de escalas disminuidas y de la escala frigia (escala española o hebrea). El buen hacer del pianista Bill O’Connell no pasó ni muchos menos desapercibido, con un fraseo en la línea del mejor jazz latino y una riqueza armónica considerable. Tras la exposición terminaron el tema con un “vamp” final.
     
    La introducción del bajista Rubén Rodríguez dio entrada a la sección de vientos con un arreglo inicial y la melodía de “So What” de Miles Davis. El ritmo afro sostenido por las congas, la batería y el bajo en un tempo doblado de 4/4 aseguraba el colchón necesario para que Craig Handy realizara al saxo soprano un solo magistral lleno de fuerza expresiva. En su solo, Herwig incluyó citas de A Love Supreme de Coltrane y demostró que también es un maestro del trombón, con el que navegó por registros, tanto en graves como en agudos, impensables para un instrumento de ese calibre. Tras las improvisaciones de los vientos, siguió un largo solo de piano sin acompañamiento para después volver a dar entrada a la sección rítmica y hacer una llamada a los backgrounds de los vientos, exposición y rueda interminable de improvisaciones al unísono hasta el final del tema.
     
    Todavía quedaba la otra mitad del concierto. La abrió “Lonnie’s Lament “ de Coltrane, en el que lo más destacado fue el solo de batería de Robby Ameen y la presencia de la flauta travesera que utilizó Handy para la exposición inicial y final, junto al trombón de Herwig. El último tema antes del bis fue “Solar” de Miles Davis, basado en un ritmo somontano del norte de Cuba, como indicó Herwig antes de dar paso a una breve introducción de los vientos. Esta vez correspondió a la trompeta iniciar la exposición melódica, muy arropada por los arreglos de viento. El piano se quedó solo con la rítmica, marcando el ritmo de la clave cubana antes de dar entrada a una serie de improvisaciones alternadas de cuatro y dos compases en las cuales participaron todos los miembros de la banda. No daba tiempo para más, pero el público quería un último tema y la banda no se hizo rogar demasiado. Comenzaron a tocar “Locomotion” de Coltrane a un tempo bastante alto. Una corta exposición de la melodía dio paso a los solos de trombón, saxo soprano, trompeta y piano, antes de ofrecer una explosiva descarga cubana donde la batería y las congas tuvieron el papel más destacado, hasta el punto de quedarse solas en un breve mano a mano.
     
    Fue un concierto que, pese a la calidad del proyecto y de los grandes músicos que componen el grupo, supo a poco por la corta duración del mismo, apenas una hora y cuarto, pero que cumplió todas las expectativas esperadas.
     
    ¡Ojalá volvamos a verles por aquí!   
     

    © 2007  José Antonio García López