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THE FRINGE
XIII Jornadas Jazz en la U.P.M.

  • Fecha: 09 de mayo de 2008.
  • Lugar: Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (INEF) (Madrid).
  • Componentes:
    George Garzone: saxo tenor.
    John Lockwood: contrabajo.
    Bob Gulloti: batería.
  • Comentario:
    Muchos de los aficionados al jazz no han oído hablar de George Garzone. No saben cuántos de los jóvenes saxofonistas actuales han asistido a sus clases en Berklee, ni que el trío The Fringe es una de las genuinas bandas, tesoro vivo, de la escena de jazz de Boston. Formados originalmente en 1971 por el saxofonista George Garzone, The Fringe ha hecho brillar el jazz norteamericano en toda su expresión, con una carrera de 37 años sobre el escenario.  Tres magníficos músicos  componen esta  formación, George Garzone (saxo), John Lockwood (bajo) y Bob Gullotti (batería), que son, asimismo, reconocidísimos músicos de estudio; han participado en diferentes grabaciones y formaciones con las mejores estrellas del jazz.

    George Garzone. Foto: Javier Nombela

    George Garzone está reconocido como uno de los saxofonistas de mayor calidad y expresividad musical del mundo y es, por derecho propio, uno de los músicos más rutilantes del espectro jazzístico internacional. Miembro activo del clan ítaloamericano formado además por los Bergonzi, Lovano, DeFrancesco, entre otros, ha acaparado críticas inmejorables y ya se encuentra entre los músicos más reconocidos de este difícil y mágico estilo musical. Su estilo  absorbe a cada músico que ha pasado por sus manos.  Su concepto del jazz es tan  avanzado, su sonido es tan masivo, que es capaz de acometer cualquier estilo. Garzone lo tiene todo. Es portador de un estilo único y muy preciso. Es capaz de hacer fácil lo más difícil, tratándose de una música compleja y no apta para todos los públicos.
     
    Con este currículo a sus espaldas se  presentó  The Fringe en esta nueva edición del Festival de Jazz de la Politécnica, y no defraudó.
     
    Su visita fue de las que no se olvidan.  Durante  cerca de dos horas el público pudo disfrutar de una música enérgica, expresiva, interactiva e intensa. The Fringe es básicamente un grupo de improvisación, una máquina capaz de desarrollar el jazz en estado puro.
     
    Los temas de The Fringe –pocos, dada su larga duración–,  no tienen fecha de caducidad, ni tampoco se tiene la sensación de en qué momento van a terminar. Son puro derroche de imaginación. Cada solo del saxofonista tiene su réplica en los otros dos músicos. Hay algunos temas,  arreglos, nada extremadamente complejos desde el punto de vista de la escritura, pero  básicamente lo que hacen es improvisar, interactuar. Cada músico sabe en todo momento lo que puede hacer el otro. Tanto el batería como el contrabajo son dos geniales improvisadores. Bob Gullotti es capaz de subir los niveles de adrenalina. Cada momento del concierto es diferente, se juega con distintos contrastes, ambientes sonoros y  discursos atronadores que son acentuados con bellos discursos.

    Cuando The Fringe dice que  es más que un trío  es una realidad, ya que el cuarto  elemento lo forma la mezcla de los otros tres. No hay líder, cada músico expone su técnica, dialoga con el otro,  y da como resultado una simbiosis perfecta, un cuadro  que va tomando forma a medida que cada integrante del trío aporta sus decisivas pinceladas. Un cuadro grande que parece no tener fin.

    Texto © 2008  Carlos Lara
    Fotos © 2008 Javier Nombela