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RITA REYS - RUUD JACOBS CUARTETO MÁS ANTONIO SERRANO
VIII Concierto "Noches de jazz"

  • Fecha: 27 de junio de 2008.
  • Lugar: Auditorio de la Fundación Carlos de Amberes (Madrid).
  • Componentes:
    Rita Reys: voz.
    Peter Beets: piano.
    Ruud Jacobs: contrabajo.
    Joost Patocka: batería.
     
    Artista invitado:
    Antonio Serrano: armónica.
  • Comentario:
    Hay ocasiones en las que uno se pregunta por la razón de las cosas, por su filosofía, por acceder a las capas profundas. No siempre se consigue, pero creo que al menos en el jazz uno llega a cierta conclusión y esta no es otra que la capacidad que tiene de sorprender, de jugar con lo inesperado. Es el caso que nos ocupa un ejemplo claro de lo que manifiesto. La verdad, asistir a un concierto en el que la voz cantantenunca mejor dichola lleva una dama que supera los ochenta años parece cuando menos chocante, y si además se habla de ella en términos elogiosos aún puede sorprender más.
     
    Foto: Javier Nombela
     
    Pero lo verdaderamente cierto es que el trío del también veteranísimo y laureado Ruud Jacobs mostró excelentes maneras ya con los dos primeros cortes de la noche, dos standards: “Confirmation” de Charlie Parker y “East Of The Sun And West Of The Moon”.
     
    Temas caracterizados por un bop puro e impregnado de swing con alternancia en los solos entre la armónica de Antonio Serrano, el piano de Peter Beets o la batería de Joost Patocka. Dos temas a modo de presentación de intenciones y conocimiento de los músicos y preámbulo para la aparición en escena de la diva Rita Reys.
     
    Desde los primeros compases muestra lo que aún hoy es capaz de hacer sobre un escenario a pesar del tiempo que lleva en este planeta y de los carismáticos músicos con los que ha compartido micro, entre los que encontramos a Dizzy Gillespie, Johnny Griffin, Chico Hamilton, Jimmy Smith, Zoot Sims, Burt Bacharach o Milt Hinton entre otros. Y no solo eso sino que además en 1960 se convirtió oficialmente en la primera dama del jazz en Europa. Se podrá argumentar, no sin razón, que de eso hace ya muchos años, y sí es cierto, pero Rita Reys todavía hoy es una cantante suficiente, que guarda técnica vocal como para dar clases magistrales a más de una joven cantante, y no solo eso, sino que además su saber estar le valió para que alguien entre el público le gritara: ¡artista!, propiciando que esta holandesa de largo bagaje aumentara su energía y su luz para hacernos pensar que el swing lo llevaba impreso en su ADN.
     
    Foto: Javier Nombela
     
    El standard que inmortalizó Billie Holiday, “Love For Sale” (Cole Porter), me hizo recordar tiempos pasados y gloriosos, a conciertos de Lionel Hampton en Madrid, o al mismísimo Satchmo, y es que gracia y fuerza interior no le faltan para hacer mover los pies a quien se tercie.
    Sus recursos vocales son economizados con inteligencia para el mejor aprovechamiento y lucimiento, profesando un especial cariño yo diría que aún mayor que el del aficionadopor Antonio Serrano, al que nombró con especial énfasis al término de cada intervención.
     
    Especialmente turbadora fue la interpretación de otro standard, “The Shadow Of Your Suite”, donde la armónica sonó a bandoneón con sabor a tango y la voz a un aterciopelado swing que encandiló a todos insuflando alegría y adrenalina para una semana.
     
     Foto: Javier Nombela
     
    No me gustaría, sin embargo, despedir esta breve reseña sin hablar del pianista Peter Beets que, como Rita Reys, lleva el swing en las venas y cuyas influencias apuntan alto, nada menos que a Oscar Peterson. Brillantes y oportunas fueron sus aportaciones, por algo tiene en su haber unos cuantos discos en el prestigioso sello Criss Cross.
     
    Para terminar un pequeño pero, que no debe enturbiar ni menoscabar el esfuerzo de la organización de tan placentera velada, pero creo necesario hacer constar que si el sonido hubiera tenido un ápice de mayor calidad, del mismo modo que la luminotecnia un poco más de variedad cromática, el protagonismo y presencia de Antonio Serrano se hubiera dimensionado en mayor medida, al igual que el del resto de músicos.

    Texto © 2008  Enrique Farelo
    Fotos © 2008 Javier Nombela