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GIANLUCA PETRELLA INDIGO 4
Ciclo Rising Stars de Cajasol

  • Fecha: 09 de diciembre de 2008.
  • Lugar: Sala Chicarreros, (Sevilla).
  • Componentes:
    Gianluca Petrella: trombón, electrónica y sampler
    Francesco Bearzatti: saxo tenor y clarinete
    Paulino Dalla Porta: bajo
    Fabio Accardi: batería
  • Comentario:
    Quien conozca a Guianluca Petrella de los discos de Enrico Rava sólo conoce una parte del trombonista de Bari. Destacan allí su elegantísimo toque en legato, sus efectos de portamento y el sombreado con el que complementa las líneas de su mentor. A veces aflora un gusto por el contrapunto y las armonías de New Orleans. Con Indigo 4 el retrato del trombonista es más completo, rotundo. En este grupo hay que rendirse al poderío instrumental de un músico que se entrega a la volubilidad del instrumento al que hace gruñir y vociferar, pero también cantar en una melódica voz queda y sentimental con el abandono de un Ray Anderson. Dotado de un disparo rápido, de un  buen uso de sordinas y de efectos metálicos, su imaginación sonora se ve acrecentada por el uso de la electrónica. Petrella conoce bien la historia del instrumento y traza una parábola que va desde el tailgating a nuestros días, pasando por las bien absorbidas lecciones de la sección de Ellington, pero sin residuo bop, y eso quizás lo ajuste más a un gusto contemporáneo.

    El inicio del concierto no traía a otra cosa a la mente que los Slickaphonics de Ray Anderson  con su mezcla de divertido y contagioso descaro New Orleans – funk. Pero una vez más esa es sólo una de las facetas del de Bari. Con ayuda de la electrónica siguió con una marcha fúnebre que desembocó en un tema de impulso lírico, a un intermedio sentimental, a un fragmentado “Cotton Tail”…, todo está sujeto a cambio movido por un  travieso sentido del disfrute, una de las grandes bazas del músico italiano.  Su final, una vez más dedicado a la ellingtonia con un “Mood Indigo” con el cuarteto a dos pasos del patio de butacas de la Sala Chicarreros (en esta ocasión con excelente sonido) tocando en acústico con Petrella usando un vaso de plástico como pabellón de su trombón, fue un broche divertido que despertó todo tipo de simpatías hacia un grupo con gran poder comunicativo que ofreció un concierto gozoso, con un punto malicioso,  en el que Petrella brilló y  sin duda con su diestrísimo manejo del trombón,  asombró.

    Indigo 4 más que una banda de individualidades está construida para servir los propósitos de Petrella, claramente el centro del discurso. Su conjunción con Bearzatti  habla de una larga colaboración y el  clarinetista-saxo tenor sirve a la banda con un vocabulario muy cercano al del líder. Sin embargo el batería Fabio Accardi es su punto flaco, con un toque monótono y sin recursos, dejando al sólido Paulino Dalla Porta cubrir muchos de sus huecos. La música de Petrella requiere un batería de una inventiva más despierta, con los reflejos y el punto rock de un Jim Black y el grado de locura genial de un descendiente de Han Bennink.  Con un sentido del disfrute, humorístico y algo gamberro, cercano, por ejemplo, al cuarteto de Matt Wilson, Indigo 4 tienen chispa. Una chispa que se hace incendiaria en un Petrella  que la despide a raudales.

     

    Texto © 2008 Ángel Gómez Aparicio