>> VOLVER A TOMAJAZZ

 
 

 

   

ROY HAYNES´85 BIRTHDAY WITH HIS FOUNTAIN OF YOUTH BAND
XV Jornadas de Jazz de la UPM

  • Fecha: 7 de mayo de 2010.
  • Lugar: Auditorio de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales (Madrid).
  • Componentes:
    Jaleel Shaw: saxo alto y soprano
    Martin Bejerano: piano
    David Wong: contrabajo
    Roy Haynes: batería
  • Comentario:


    Sin duda el plato fuerte de estas Jornadas de Jazz de la UPM, que por segundo año consecutivo cambiaba de escenario, era la presencia de uno de los bateristas más laureados en la historia del jazz norteamericano. Formar parte de esa pléyade de músicos que contribuyeron al crecimiento de esta música  y dieron brillo con su acompañamiento a infinidad de genios (Charlie Parker, Bud Powell, Thelonious Monk, Dizzy Gillespie, Lennie Tristano o Miles Davis, entre muchos otros) no era tarea fácil y Roy Haynes lo consiguió. Haynes está a la altura de baterías de la talla de Max Roach, Art Blakey o Philly Joe Jones. A lo largo de los 60 años que lleva en la brecha, debido a su carácter emprendedor ha sido sumamente prolífico y son muchos  los proyectos que ha puesto en marcha al frente de bandas en las que, por encima de todo, los músicos no pueden fallar. Su exigencia suele ser máxima. Este mismo año, justo cuando ha cumplido los 85, Roy Haynes ha vuelto a reinventarse y ha dado vida a este  cuarteto de la “Fuente de la Juventud”. Como en otras ocasiones, se trata de un nuevo reto, y quizá un gesto que puede resultar hasta provocador, ya que ver a Roy Haynes derrochando la energía que a su edad todavía le queda es dignode admiración. Ligero como una pluma, pero contundente, elegante, y  con un  preciso sentido del swing; así ha sido y sigue siendo este pequeño (de estatura), pero inmenso maestro de la batería nacido en Boston.

    Acompañado por un selecto grupo de jóvenes talentos, a los que Roy Haynes sabe contagiar su sabiduría, el concierto se desarrolló por los cauces previstos. Homenaje a un jazz más cercano a lo tradicional, donde se fueron sucediendo standards y piezas firmadas por Coltrane, Parker, Porter, Henderson o incluso Pat Metheny,  todas ellas brillantemente arregladas por Haynes.

    Cada tema suponía una fiesta para Roy Haynes, ya se tratara de una balada o un blues, disfrutando apasionadamente de todos los recursos de la batería, siempre con una sonrisa en sus labios. En general, el concierto resultó un regalo para los oídos, donde  las interpretaciones a trío (piano, contrabajo y batería) brillaron a gran altura. El pianista Martin Bejerano (asiduo acompañante de Russell Malone) estuvo por momentos sublime, con  una finura y elegancia exquisitas, sobre todo en una de las piezas que interpretó en solitario. El saxofonista  Jaleel Shaw dio también una buena impresión, con fraseos que dejaban un cierto poso añejo y un estilo que recordaba a saxos míticos como Johnny Hodges o Benny Golson. Sus entradas fueron muy  precisas y oportunas. 

    A pesar de su edad, Roy Haynes, con el sentido del humor de siempre, sigue demostrando que está en forma y que es capaz de extraer ritmos de cualquier sitio, como en un solo de platillos que ejecutó elevado a la máxima potencia durante varios minutos. El contrabajista David Wong se mostró discreto pero resolutivo en sus apariciones. El juego de las armonías, las melodías y  los arreglos de Roy Haynes cobró una belleza emocionante a lo largo de toda la noche. Un concierto en el que no hubo lugar para las sorpresas, pero que sirvió como referencia para los buenos aficionados y para demostrar, una vez más,  que si el jazz está interpretado por músicos de esta categoría no importan las corrientes, ni los estilos, ni las etiquetas. Es jazz en estado puro a cargo de  uno de los faros de la historia del jazz, Roy Haynes, de cuya sabiduría, por suerte, aún tenemos la suerte de disfrutar.

    Texto © 2010 Carlos Lara
    Fotos © 2010 Sergio Cabanillas