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CHANO DOMÍNGUEZ "PIANO IBÉRICO"
29º Festival de Jazz San Juan Evangelista
“La belleza mágica del jazz en su valiosa diversidad”

  • Fecha: 12 de noviembre de 2010.
  • Lugar: C.M.U. San Juan Evangelista (Madrid).
  • Componentes:

    Chano Domínguez: piano.
    Israel Suárez “Piraña”: percusión.
    Blas Córdoba “El Kejío”: voz y palmas.
    Álvaro Paños: baile y palmas.

  • Comentario:


    Si hay algo en lo que parece haber cierta unanimidad es en considerar que el jazz y el flamenco comparten ciertos elementos comunes. En sus comienzos ambos representaban la memoria de sendas culturas minoritarias que, con el tiempo, han sabido dotarse de un lenguaje universal difundido por todos los rincones del mundo. Más coincidencias: los dos cuentan con un origen misterioso. El flamenco hechizó a muchos músicos y compositores de fama mundial. Ese misterio fue el que atrajo, por ejemplo, a Miles Davis, cuyo disco Sketches Of Spain, que contiene la famosa versión del “Concierto de Aranjuez” del maestro Rodrigo y otra del “Fuego fatuo” de El amor brujo de Manuel de Falla, acaba de cumplir 50 años (se terminó de grabar en noviembre de 1960). Una efemérides que ha sido eclipsada por los fastos del Kind Of Blue y que merecería se le prestara más atención, por cuanto supone una de las primeras gran simbiosis entre el jazz y el flamenco.

    El pianista Chano Domínguez es un fiel reflejo del músico coherente con una línea de trabajo en la que lleva embarcado desde hace muchos años y sus diferentes proyectos así lo avalan. Es un reivindicador nato de la aproximación de dos universos que, como el jazz y el flamenco, son capaces de crear un halo mágico único e irrepetible. Su nuevo proyecto, Piano ibérico, vuelve a poner en valor a cuatro pianistas y compositores españoles –Isaac Albéniz, Manuel de Falla, Enrique Granados y Frederic Mompou– muy ligados al flamenco. Estos músicos consiguieron una perfecta unión entre la música corriente y la culta. Inspirándose en los sonidos de la calle, en el flamenco popular, llevaron su música hasta lo más alto, y Chano Domínguez ha querido recoger el testigo en este nuevo reto, con un cuarteto de piano, percusión, cante y baile, que se presentaba por primera vez en Madrid.

    Que la popularidad alcanzada a estas alturas por Chano Domínguez está fuera de toda duda así lo demostraron los aficionados llenando al completo las butacas del auditorio del San Juan. Entraron entregados y no salieron desilusionados. En el primer tema de la noche, una composición del propio Chano a ritmo de bulerías, el pianista y el Piraña a los cajones recrearon a modo de introducción una primera parte con claras referencias flamencas para pasar, en un ritmo muy acelerado, a una segunda donde fluían a borbotones los ritmos más inclinados hacia el blues. Toda una declaración de intenciones que marcaba la senda por la que iba a transcurrir el concierto, que en líneas generales se decantó claramente hacia los sonidos flamencos sustentados en la gran sintonía existente entre los tres pilares del proyecto: el piano, la percusión y el cante.

    Así, en la interpretación de “El puerto” de la Suite Iberia de Isaac Albéniz, tanguillos y tientos, El Kejío aportó sus primeras voces rotas, seguido con una técnica muy depurada del Piraña. Por momentos, Chano introduce elementos de jazz y sube el tono de la canción. En la actuación hay una clara demarcación hacia el flamenco con algunas pinceladas de jazz como en “Cuaderno número 1” de la Música callada de Federico Mompou, unos tangos apoyados en ritmos fuertes con el piano dando entrada al cante enseguida.

    Uno de los momentos más emocionantes de la noche fue la interpretación de “La danza del amor brujo” de Manuel de Falla, por tangos, con algunas aportaciones de piano improvisado, diferentes cambios de ritmo y con el percusionista acompañando bien al cajón y el bailador Álvaro Paños subrayando los sonidos con el taconeo. La emoción fue en aumento y por eso llenó de satisfacción al respetable. Pero la pieza más aplaudida fue el “Fuego fatuo” de Manuel de Falla, interpretada en su letra original por bulerías. Con un comienzo a piano solo en forma de balada, con una interpretación impecable de El Kejío y el buen hacer de El Piraña. De nuevo se introducen los cambios de ritmo y el tema entra en otra dimensión sonora, bañado con mucha luminosidad y alegría. Chano recurrió a los rítmos más de blues, dando paso a la percusión y al bailador con el taconeo. Otro de los temas originales compuestos por Chano Domínguez fue “Cuando te veo pasar”, interpretado a ritmo de bulerías. Tiene un inicio en forma de balada con fraseos cortos y que va en aumento. El cantante entra en el momento justo y funde bien con el piano, mientras el percusionista apoya sutilmente con los platos. Tras la aclamación de un público entregado, acometieron una pieza de corte lírico a piano solo de bella factura, con el único acompañamiento de la voz cortando el silencio.

    Podrá gustar más o menos, será más jazz que flamenco o viceversa, hay opiniones para todos los gustos, pero lo que no se puede poner en duda es el arte y el saber que atesora Chano Domínguez. Después de haber pasado la prueba de fuego del San Juan Evangelista, Piano ibérico es una apuesta que le va a salir muy bien, un espectáculo que sin duda atraerá dentro y fuera de muestras fronteras y que tiene el éxito asegurado.

    Texto © 2010 Carlos Lara
    Fotos © 2010 Ricardo Carrillo de Albornoz