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E.S.T.: LOS COMIENZOS (1993-1997)
WHEN EVERYONE HAS GONE, LIVE '95, E.S.T. PLAYS MONK, WINTER IN VENICE


When Everyone Has Gone (Dragon Records, 1993)

Mil novecientos noventa y tres presentaba un panorama incierto en lo referente al estado de la música en general.   Tras tres décadas de música popular de calidad y evolución de la misma en distintos estilos (rhythm&blues, soul, pop, rock, progresivo, metal) la decadencia de bandas míticas, un marcado abandono del enfoque melódico a favor del rítmico y el éxito de grupos de temática inconformista con cierto aire retro servía de escaparate a la llamada "Generación X".  La ilusión casi inocente y el predominio de la imagen colorista que dominó los ochenta devino en una época artísticamente oscura, representación de tiempos individualistas en que el descontento de la juventud iba de la mano de su falta de unión ante problemáticas sociales.  Grupos como Nirvana, Pearl Jam o Soundgarden abanderaban el movimiento grunge, a partir del cual las tribus urbanas perdieron su identidad en favor de una indefinición que fomentaba la falta de compromiso social y el rechazo a la búsqueda de fines colectivos.  El jazz, como buena representación de nuestra sociedad, no permaneció al margen.  La muerte de Miles Davis en 1991 nos dejó sin guía (la figura de Wynton Marsalis convencía a más bien pocos), la fusión había pasado de moda y la generación de "jóvenes leones" (Redman, Payton, McBride, Mehldau, Stewart, ...) aún no había explotado del todo.

Situados en contexto, la escucha detenida de When Everyone Has Gone, primer disco de E.S.T., permite estimar en gran medida el valor de la semilla que plantaron el pianista Esbjörn Svensson y su amigo Magnus Öström (batería) junto con el contrabajista Dan Berglund – al que prácticamente acababan de conocer– todos ellos rondando la treintena por aquellas fechas.   La frescura en el planteamiento y el alejamiento de los clichés predominantes es notable en esta obra desde el primer corte (el que da título al CD), donde unos suaves teclados proveen el fondo armónico sobre el que Los suecos plasman su interpretación.  A pesar de que el grupo aún mostraba evidentes similitudes con otras formaciones de éxito (la sonoridad del trío de Bill Evans, el estilo de Chick Corea en la composición "Fingertrip", el de Herbie Hancock en "Silly Walk" o el del Pat Metheny Group en el fabuloso "Mohammed Goes to New York"), numerosos detalles descubrían una fuerte personalidad musical y cierta ansia de renovación.   El discreto uso de ruidos de fondo, efectos sintetizados, el arco del contrabajo o la pulsación de las teclas del piano mientras se pellizcan las cuerdas correspondientes no era sino una sincera declaración de intenciones en perfecta concordancia con la posterior evolución del trío.  Si un elemento crucial del jazz es encontrar una voz propia, E.S.T. recorrió el buen camino desde el principio, individual y colectivamente.

Sin complejos, como demuestra el desenfadado "Tough Tough", el material presentado era casi completamente original, a excepción de un "Stella by Starlight" cuya rearmonización lo hace difícilmente reconocible, transcurriendo por derroteros completamente ajenos al espíritu original de la composición.  El lírico "Hands Off", en el que Öström subrayaba de forma percutiva la ejecución pianística de Svensson y el buen solo de Berglund, cerraba un debut formidable, de ideas claras y con un fuerte trasfondo conceptual.


E.S.T. Live '95 (Prophone Records, 1995 - en directo, originalmente titulado Mr. and Mrs. Handkerchief)

Como era de esperar, E.S.T. se convirtió muy pronto en un grupo extremadamente popular en su país de origen, Suecia, una de las naciones de referencia en lo relativo a calidad de vida, siempre volcada con el arte desde sus estamentos públicos.  Los tres músicos poco a poco iban a ir obteniendo la categoría de héroes locales, consiguiendo una cada vez más poblada agenda de conciertos.  Como testimonio de esa época el grupo publicó la grabación Mr. and Mrs. Handkerchief, que recogía temas interpretados en directo en diversas poblaciones suecas.  Años más tarde, cuando ya disfrutaban de reconocimiento internacional, su nueva compañía ACT reeditó el CD bajo el título E.S.T. Live '95.

Si bien no da la medida de la intensidad del directo actual del grupo, la grabación deja entrever cómo iba evolucionando su lenguaje y su concepto, con unas baladas que habían añadido un cierto componente armónico cercano al folclore sueco sobre la idea billevansiana original ("Say Hello to Mr. D (to Mr. S)", "Hymn of the River Brown") y unos temas más rápidos interpretados sin miedos ("Happy Heads and Crazy Feds", "What Did You Buy Today", "Mr. and Mrs. Handkerchief"), donde el acercamiento a las raíces jazzísticas se fundía con un desparpajo que permitía a la banda romper límites estilísticos.  No en vano siempre se han autodefinido como "un grupo de pop que toca jazz".  Posiblemente los momentos álgidos se encuentren en "The Rube Thing", tema dedicado por Esbjörn a su hijo, y que aún interpretan ocasionalmente en sus giras actuales, y "Like Wash It or Something", que incorpora los tintes oscuros marca de la casa desde entonces.


Esbjörn Svensson Trio Plays Monk (ACT, 1996)

Quien sitúe por vez primera este homenaje a otra de las grandes influencias de E.S.T., Thelonious Monk, en su reproductor de CD y pulse el botón de play, quedará cuando menos sorprendido al escuchar, de comienzo, un ritmo de batería pop y un cuarteto de cuerda creando ambiente.  La fusión de estilos del trío sueco comenzaba a hacer grandes progresos, siempre con la mesura y la discreción que les caracteriza.  Grabar a estas alturas un nuevo disco de tributo a Monk era una difícil tarea que podía resultar vacía en la medida en que se respetaran los originales, y caótica cuanto más se alejara uno del concepto distintivo del gran Thelonious.  Svensson y compañía aportaron su visión personal, desplazando melodías ("I Mean You"), siendo fieles al swing ("Criss Cross"), rearmonizando ("'Round Midnight", versión que siguen utilizando como bis en algunos de sus conciertos) o llevando las partituras a su terreno ("Bemsha Swing" y su riff de bajo).

En cuanto al grupo, aún conservaba su denominación original ("Esbjörn Svensson Trio"), si bien cada vez se mostraba más como una banda totalmente cooperativa, con pianista y contrabajista repartiéndose los arreglos de cuerda y los tres músicos disfrutando de momentos de importancia por igual.  Öström mostraba su querencia por los sonidos más rockeros sin convertirse en un típico batería de fusión sobreactuada, sino más bien en un explorador tímbrico.  Berglund ganó enteros en cuanto a sonido y autoridad, y Svensson se mostró más lírico que nunca.  La delicadeza con que el trío afronta las baladas, algo ya presente en los dos discos anteriores, iba a ser un elemento determinante en su paisaje sonoro.  Como anécdota cabe comentar que las adaptaciones de este disco fueron las últimas versiones de standards que el grupo grabó hasta hoy.


Winter in Venice (ACT, 1997)

Si E.S.T. Plays Monk había despejado todo atisbo de duda sobre la calidad del grupo, Winter in Venice implicó un gran paso cualitativo en la definición de su estilo.  El trío hacía valer su planteamiento por encima del de sus influencias, las melodías eran más elaboradas y la armonía surcaba el espectro temporal divagando entre la simpatía y la oscuridad.  Éste fue el último trabajo en que Esbjörn firmó las composiciones de forma individual (excepto en la suite "Semblance"), fomentando de ese modo el espíritu cooperativo, hoy en día seña de identidad de E.S.T.

Las características mencionadas se dejan ver desde el primer corte, "Calling Home", con línea melódica fácil de reconocer, mientras "Winter in Venice" muestra la capacidad lírica de Svensson como pianista y "At Saturday" descubre un cierto matiz obsesivo.  El humor en la elección de los títulos de canciones a cargo del batería Magnus Öström también se incorporó de forma definitiva al modus operandi de los suecos.  Es por eso que las cuatro partes que componen "Semblance" aparecen en la carpetilla del CD como "Suite in Three or Four Movements" ("suite en tres o cuatro movimientos"). Destacando la segunda de esas partes como, posiblemente, la composición más inspirada del disco, resulta cuando menos curiosa la facilidad con que el grupo se mueve por diferentes estilos sin alejarse de su sonido propio. "Don't Cuddle That Crazy Cat" comienza con reminiscencias de los años veinte para devenir en un ejercicio cercano al free jazz, mientras "In the Fall of Things" mezcla con éxito una delicada e intimista línea pianística con acompañamiento de batería latina.  El final, con "Herkules Jonssons Lat", parte de una melodía sencilla, casi infantil, para dejar al oyente en estado de relajación tras la escucha del compacto.

Otra característica a reseñar es la actuación del contrabajista Dan Berglund, que toma una mayor relevancia en sus solos, interpreta melodías y embellece continuamente la música creada, ampliando la función básica de su instrumento. Este primer disco de originales de E.S.T. para su actual sello, el alemán ACT, dejaba claro cuál era el camino que el grupo deseaba recorrer. Sólo quedaba comprobar si iban a ser capaces de hacerlo.

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