Como cualquier escalafón artístico, el canon del jazz es una jerarquía cruel, injusta, imprecisa (todo eso especialmente para el oyente) y, por suerte, variable con el paso del tiempo. Para eso está el tío Adolphus, para señalar joyitas que quedan fuera del canon. En 1986, con apenas 35 años, JacoContinúa leyendo