Irène Schweizer: To Whom It May Concern (Intakt, 2012) [aka Veteranos en la brecha XLVII]

El pasado año 2011 la pianista suiza Irène Schweizer cumplió setenta años. Con motivo de dicha efeméride celebró un concierto en el Tonhalle de Zurich (sala reconocida por su magnífica sonoridad), que en 2012 aparece publicado por Intakt. En solitario Schweizer demuestra una vez más por qué es una de las pianistas más interesantes de la actualidad. La parte del concierto publicada (fuera quedaron unos veinte minutos) deja al descubierto dos facetas distintas pero complementarias. El inicio con la improvisación “To Whom It May Concern” (toda una declaración de intenciones y título del disco) la muestra poliédrica, dejando ver las mil caras que caben en su manera de entender el jazz y la improvisación. A lo largo de esos casi once minutos su discurso suena percusivo, lírico, melódico, incisivo, saltarín, abstracto, acercándose por momentos al blues e incluso a los mismos inicios del jazz. Las tres piezas siguientes son unas improvisaciones que resultan muy diferentes entre sí. En “Hüben ohne drüben” deja adivinar a lo largo de toda su duración una preciosa melodía que parece que fuera a explotar en cualquier momento. Resulta admirable la manera en que es capaz de mantener la tensión durante todo el tema, sin llegar a revelar ese tema que nunca llega a aparecer. En “Scratching at the Tonhalle” el propio título lo dice casi todo. Allí la suiza se muestra libre, jugando con el piano en toda su extensión. El siguiente tema, “Jungle Beat III” da paso a lo que se podría calificar como segunda parte del concierto, en la que revisó unos cuantos clásicos con mayúsculas (“The Train and the River” de Jimmy Giuffre, “Four In One” de Thelonious Monk, un inspiradísimo “Xaba” de Abdullah Ibrahim, una sobresaliente recreación de la enorme “Ida Lupino” de Carla Bley), junto con sus composiciones “Bleu Foncé” y el fantástico “Homage to Don Cherry”. Cierra el CD “Final Ending”, un tema que aunque se inicia de un modo abstracto, sirve a modo de recapitulación recogiendo elementos de todo lo mostrado anteriormente. A sus setenta años Irène Schweizer se muestra en plena forma, con un disco a tener en cuenta entre lo mejor del año que justo acaba de comenzar.