Sarasateando es el disco número once como líder del saxofonista pamplonés Josetxo Goia-Aribe, quien a lo largo de su trayectoria se ha consolidado como una de las voces más destacadas y originales en el ámbito de un tipo de jazz muy sujeto a las raíces de la tierra, pero al mismo tiempo lleno de elementos contemporáneos. Una característica que en cierta forma le emparenta salvando las distancias con algunos músicos de jazz nórdico europeo.
El álbum recoge composiciones del violinista Pablo Sarasate, un puntal de la música clásica española. Un proyecto en el que tradición y modernidad se dan la mano. Ignoro hasta qué punto los puristas de la clásica entenderán la propuesta o si la considerarán irreverente. El jazz admite casi todos los ámbitos musicales y el de la música clásica no es nuevo, con lo cual Josetxo Goia-Aribe y sus compañeros nadan a favor de corriente.
Sustentado en el piano de Javier Olabarrieta, el contrabajo de Josemi Garzón y la batería de Gonzalo del Val, Josetxo Goia-Aribe demuestra su gran personalidad para asumir retos importantes y realzarlos con precisión e intensidad. Y este es otro de ellos.
En el disco encontramos diez piezas de corta duración que, aunque se atienen con cierta fidelidad a las composiciones de Sarasate, el cuarteto ha sabido imprimirles su sello netamente moderno. El tono general de los temas es bastante uniforme y sin estridencias. Lógicamente predominan las melodías enriquecidas con matices, acentuaciones y sutiles aportaciones que dan como resultado una obra muy recomendable.
“Aires gitanos”, el primer tema, comienza con el saxo tenor señalando la melodía y la sección rítmica marcando el terreno por debajo. La canción se completa hasta el final con el saxo haciendo diferentes bucles sonoros. “Balcánico” denota un marcado acento eslavo del saxo, con el piano remarcado por la percusión y el piano. Los fraseos de Josetxo son evocadores y de una interpretación muy precisa.
Le sigue el tema “Miramar”, interpretada en forma de balada en una gran combinación de todo el cuarteto. Aires evocadores y con espléndidos fraseos, jugando el piano. El saxofonista se pone a improvisar entonces con el apoyo del pianista y la batería a medio gas.
“Réverie” comienza con un diálogo de batería y saxo, apoyados por el piano. El saxo sigue marcando el camino en esta pieza de ritmo lento. Las notas en principio son muy claras y la intersección de la sección rítmica crea un ambiente amable. El piano inicia su parte con el batería y el saxo se cuela para seguir otra nueva ruta. El saxo sube la intensidad de la pieza y el resto marca un tempo más lento. El piano vuelve a marcar un break y el saxo retoma la melodía ya con ciertos aportes más improvisados. El piano se encarga de poner fin al tema.
“Jota Navarra” empieza con una improvisación de saxo y la sección rítmica le sigue. Los sonidos de la jota son cristalinos en este tema. El tema va creciendo poco a poco con los fraseos del saxo y el piano también le sigue. Se produce un momento de improvisaciones del saxo y el piano aporta su visión remarcando, con el contrabajo y la batería sujetando la pieza.
“Romanza andaluza” empieza con el piano y el saxo a dúo en una balada. Tema sencillo y alegre, pero muy emocional. El tema navega por momentos radiantes y cristalinos, muy mediterráneos y llenos de colorido. El piano realiza un solo muy con los acentos andaluces muy remarcados, el contrabajo y la batería lo relanzan, para que el saxo retome la melodía inicial.
“Peteneras” es otra pieza de aire popular con más brío que las anteriores. El saxo a medio tempo se fusiona con un break del contrabajo y del batería. Hasta que de nuevo el saxo engancha y empieza a lanzar sonidos más improvisados, siempre con la rítmica en su sitio y eficaz detrás.
En “Les adieux” el piano y la batería dan entrada al tema. El saxo aporta un tono más abstracto y que va a ser fundido con el piano en un solo con contrabajo y batería. Sigue el saxo con la misma melodía. Las adaptaciones de los temas son impecables y las interpretaciones son certeras. Break del contrabajo y prosigue el saxo hasta el final del tema.
“Zapateado” es un tema muy alegre con intervalos más rápidos. La melodía general marca la pieza. Interpretación a dúo de saxo y piano en un espacio más intimista, el contra acentúa entre ellos dos. Hasta se aprecia una clara cita de Sonny Rollins. Gonzalo del Val a la batería se lanza en un gran solo.
El último tema, “Capricho vasco”, empieza con el piano y el saxo de un modo coltraniano, que evoluciona de forma lenta con el piano sosteniendo las notas. La pieza recoge el ambiente y la sonoridad norteña propia de la zona.
Es cierto que la tierra tira mucho y es una gran enciclopedia a la que recurrir. Pero también hay que saber hacerlo y darle nuevos aires innovadores. Los proyectos de Josetxo Goia-Aribe son una garantía de calidad, originalidad y creatividad dentro del jazz español.
Tomajazz: © Carlos Lara, 2022
Josetxo Goia-Aribe: Sarasateando. La irreverencia hecha música. 10 apuntes sobre la obra de Pablo Sarasate
Josetxo Goia-Aribe (saxo tenor), Javier Olabarrieta (piano), Josemi Garzón (contrabajo) y Gonzalo del Val (batería).
“Aires gitanos”, “Balcánico”, “Miramar”, “Rèverie”, “Jota Navarra”, “Romanza andaluza”, “Peteneras”, “Les adieux”, “Zapateado” y “Capricho vasco”.
Todos los temas compuestos por Pablo Sarasate y arreglados por Josetxo Goia-Aribe.
Grabado en Mecca Recording Studio (Oyartzun/Gipuzkoa), el 28 de octubre de 2021. Editado en 2022 por Karonte
Más información sobre Josetxo Goia-Aribe Sarasateando
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